lunes, 9 de junio de 2014

Lecciones y ejemplos de la vieja Europa.





Tras las elecciones del parlamento Europeo la semana pasada una cosa es clara; la gente está harta de los políticos, su corrupción y su cinismo.

Armando Enríquez Vázquez

Europa está harta la Unión Europea, que no ha resultado ser la panacea que se pensó hace más de 30 años. Está harta de la unidad monetaria que tampoco ha resultado del todo un éxito. Harta de lo que se percibe como la dictadura económica de Angela Merkel que sólo ha beneficiado a Alemania y al Fondo Monetario Internacional. Harta de los diferentes partidos tradicionales que en todos los países de la Unión se han preocupado por sacrificar a la ciudadanía en aras de un supuesto bien común del que no gozan la mayoría de los europeos. Harta de políticos corruptos que utilizando la democracia como escudo se han enriquecido a través de la corrupción y el cinismo, sin importar el puesto. Por eso el nuevo parlamento europeo tendrá entre sus filas una quinta parte de representantes de partidos antieuropeistas, escépticos de la Unión Europea, radicales de derecha e izquierda, xenófobos, separatistas.
 Del 22 al 25 de mayo, se llevaron a cabo elecciones en los diferentes países miembros de la Unión Europea, para elegir al nuevo parlamento europeo y las sorpresas fueron lo que dominó la elección. El crecimiento en la votación por de los partidos de extrema derecha e izquierda, el mensaje de no aceptación de los partidos tradicionales y sobre todo el abstencionismo, el mayor descrédito para cualquier político y su forma de gobierno. Abstencionismo que manda un mensaje claro y fuerte de la gran mayoría de europeos a sus gobiernos y al gobierno de la Unión Europea; Están hartos del cinismo con el que se maneja Europa y la oportunidad para la  participación ciudadana.  
Los especialistas y los observadores políticos tenían muy en claro que los principales aspectos que marcarían la elección eran los euroescépticos que cada día son más, los regionalismos intensificados por la incapacidad de los gobierno generales de dar soluciones a las diferentes regiones de sus países y el abstencionismo de los europeos que a base de golpes de corrupción y cinismo de los políticos de todo el continente ya no creen ese imperio económico alemán que se hace llamar La Unión Europea, pero no esperaban una sorpresa como la que se dio en términos políticos durante las elecciones.
Pareciera curioso que después de que hace algunas décadas se avizoraba una Europa fuerte y unida, hoy sobre la mesa vuelvan a estar cuestiones como el separatismo catalán, el vasco o el escocés. La verdad es que resulta patética la oportunidad desaprovechada.
En el Reino Unido el triunfo de UKIP (United Kingdom Independence Party), Podemos en España, El Frente Nacional en Francia, también los radicales daneses y griegos opuestos y escépticos a una Unión Europea que no ha podido lograr la meta de un crecimiento de los países del viejo continente superior al de los Estados Unidos y que ha fallado en la creación de un mercado interno hizo la diferencia en las elecciones a pesar de la torpeza y ceguera con que las autoridades de la Unión ha manejado los resultados. A eso hay que sumar, el servilismo con el que el gobierno central europeo ha acatado las condiciones del FMI en detrimento de la mayoría de los pueblos europeos y a favor de Alemania. La Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, ante la derrota del bipartidismo de la Unión Europea puede anticipar un mal momento para el organismo financiero que preside, acusó y atacó la semana pasada ya no a los gobiernos, si no a los industriales y empresarios del mundo. Que no se le olvide a la Directora Gerente, que los empresarios no son gobiernos y la salud del FMI no es importante para ellos frente a la salud de sus empresas, que recuerde que el gobierno de un pequeño país como es Islandia, desconoció la autoridad y recomendaciones del FMI en 2008 y hoy es una de las economías más sanas del continente. ¿Qué podría suceder sí los políticos de las economías más importantes del mundo comienzan a restar importancia a la usura del FMI para salvar sus carreras y sus partidos políticos?
La derrota de los sistemas francés, inglés y español fueron estrepitosas. Simplemente en España el bipartidismo del PP y el PSOE cayó de manera escandalosa. Por primera vez en la historia de España postfranquista la suma de los escaños ganados por ambos partidos es menor a la mitad de los escaños del parlamento, pero aun más sorprendente fue el surgimiento de Podemos como cuarta fuerza política de España, un partido que tiene 8 meses de haber sido constituido y tiene como origen el movimiento de indignados de marzo 2011. Queda muy claro que los españoles están hartos de los partidos tradicionales y sin embargo, Rajoy parece sordo al asunto.
La ultraderecha francesa, esa que se la familia Le Penn ha dirigido desde hace varias décadas, ha derrotado de manera estrepitosa a ese socialista, con sueños de Rey Leopoldo que es Hollande. Los franceses le han hecho saber que prepare las maletas para salir de la residencia oficial y lo mismo ha sucedido en Inglaterra donde el UKIP ha dejado en claro que los ingleses están hartos de los Tories y sus políticas.
Muchos especialistas, pero ante todo los miembros de los partidos en el poder o afectados por los resultados de las elecciones han tratado de minimizar la frialdad de los números, pero el año que entra cuando en algunos de estos países se lleven a cabo procesos electorales, los resultados tal vez les pongan los pies sobre la tierra.
Y habría que pensar que pasa en nuestro país, donde la reforma política, como en su momento resultó con la financiera, han hecho mucho ruido y cosechado pocas nueces. Porque hoy en México la capital sigue sin ser reconocida como una entidad autónoma e independiente, porque es más difícil ser candidato ciudadano que Papa en Roma. Tendríamos que aprender algo de los europeos que sin rasgarse las vestiduras le han dado la espalda a los partidos que se han olvidado de sus votantes y a los gobiernos que han antepuesto el interés de sus dirigentes y el de sus aliados, al de los gobernados. Aquí el Congreso de la Unión que sólo obedece a los intereses propios de senadores y diputados que siguen autoprotegidos como mexicanos especiales por un fuero indecente, preservó el feudo de tres partidos políticos en los que cada día menos gente cree y la pregunta es como siempre ¿Hasta cuándo?

publicado en blureport.com.mx el2 de junio de 2014
imagen: anarkismo.net

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