jueves, 10 de enero de 2019

El sexto jinete del apocalipsis.




Junto con los otros cuatro o cinco caballos que asedian a la humanidad hay otro que nadie quiere ver; el de la ineptitud que puede acabar con naciones e individuos.

Armando Enríquez Vázquez

La ciudad de México ha sufrido en los últimos 50 años una masacre de estudiantes que tal vez o tal vez no se haya exagerado ad naseum y de la que todos los menores de 35 años son sobrevivientes y voceros cuando las verdaderas cabezas del movimiento estudiantil, aquellas con ideas que llenos de esperanza se plantaron en la plancha de la Plaza de las Tres Culturas para planear un futuro donde estaba prohibido prohibir y se les privó de la vida.
Ha sufrido dos devastadores terremotos en 1985 y 2017, que han servido de bandera no para mejorar la forma de construcción y encarcelar a los corruptos que desde oficinas particulares de constructoras y de permisos de los gobiernos de todos los colores desde el PRI hasta Morena, si no para vendernos la idea de que los mexicanos somos tremendamente solidarios y gracias a las brigadas de 1985 y de 2017 hoy somos más demócratas que nunca.
En 2009 la Ciudad de México se cerró y sus habitantes nos vimos en cuarentena, aislados en nuestros hogares con la economía de la Ciudad colapsándose, pero los médicos de los gobiernos local y federales y las autoridades de salubridad no hicieron nada, aunque en este caso el comportamiento ejemplar de los ciudadanos que se abstuvieron de cuestionar las acciones del gobierno de Marcelo Ebrard no forma parte del catálogo de cómo nació la democracia en México y todas esas burradas que nada tienen que ver con la realidad y que les encanta proclamar a ciertos grupos intelectuales del país.
La Ciudad de México ha sufrido contingencias de contaminación graves, muy graves y gravísimas. Y los ciudadanos no ejercemos presión alguna sobre el actuar cotidiano de las autoridades, nos contentamos siempre con quejarnos entre nosotros y ver como mueren otros a nuestro alrededor con males pulmonares relacionados con la contaminación.
Hoy enfrentamos una crisis en el abastecimiento de gasolina, por una estrategia mal planteada en contra del huachicol, y la manera en la que enfrentamos esta ineptitud de un gobierno de caprichos es respondiendo con pánico sin escuchar lo que dice el presidente y con memes, muy buenos algunos, pero que no dejan de ser eso memes.
El problema no es que no haya suficiente gasolina, sino que el desabasto puede provocar que la situación de escasez se extienda a otros productos que dependen de su transportación en vehículos que utilizan gasolina, y con ello un alza de precios. Esperemos que la estrategia, sí es que existe, por parte de autoridades locales como Claudia Scheinbaum, tengan planeado mantener el abasto para el transporte público, en lugar de sólo tener guiños de amistad y servilismo con el presidente, para que trabajadores y estudiantes puedan llegar a sus ocupaciones.
La ineptitud que han demostrado todos los servidores públicos involucrados en el problema que deberían de cubrir la espalda del presidente, de dar la cara ante los medios y de intentar ser claros para que el rockstar López Obrador con sus abrigos fifís se deleite diciendo todas vaguedades, sus frases y metáforas mañaneras, sin enojos, ni excusas disfrazadas de promesas.
La ineptitud también mata, y sin importar cuales sean los acuerdos a los que López Obrador haya llegado con la mafia del poder, sus secretarios y funcionarios deberían ser más eficientes en sus declaraciones, para que él no haga el ridículo al tener que crear una agenda informativa diaria a fuerza de evadir y torear preguntas directas todas las mañanas.
Indudablemente que el presidente está dispuesto a levantarse todos los días y hablar con la prensa y con los mexicanos. No siempre lo hace de la manera más brillante, ni mucho menos de forma transparente. Las preguntas incómodas o aquellas de los que no tiene todos los datos son rápidamente respuestas con la cantaleta de campaña acerca de la corrupción o más sencillo echando la culpa a los gobiernos pasados, cuando la 4 T tiene ya un mes en el poder y ha creado algunas responsabilidades propias sobre lo que sucede en el país. En este caso la manera en que se decidió atacar al huachicoleo. El presidente debe hacer clara cual es posición frente al sindicato petrolero y su corrupto líder sindical, algo que López Obrador como siempre ha evadido responder o encarar o ¿por qué se nombró a un general identificado con Peña Nieto sin que se procediera de manera alguna contra él?
Es claro que López Obrador no va a acabar con la corrupción en cuarenta días como quiere hacernos creer, se agradece el esfuerzo, no las mentiras y el tratar de darnos atole con el dedo. López Obrador es el presidente y tiene un equipo elegido por él de gente en teoría capaz y conocedora de los temas, que tiene que operar para que él sólo se luzca cada mañana desde Palacio Nacional, no para que tartamudee y nos haga dudar de que su gente está atacando los problemas. Un ejemplo claro de este tipo de colaborador es Marcelo Ebrard un eficiente político que siempre, desde tiempos de Manuel Camacho Solís regente de la Ciudad supo trabajar para que su superior destacara. Desgraciadamente no todos sus colaboradores son así, Jiménez Espriu por hablar de la peor elección del presidente, y mucho menos sus operadores en el senado o la cámara de diputados donde los politiquillos de cuarta de la 4T ya han mostrado que tienen sus agendas propias.
La crisis de la gasolina sólo nos muestra la incapacidad de la secretaria de energía, el director de PEMEX y el Procurador de la República y el poco poder de convencimiento que estos personajes tienen sobre el presidente.
Pero la democracia que creemos ser, está formada por la misma gente que se apanica y agota la gasolina pensando que esta frente al apocalipsis y tiene que tener el tanque del auto lleno de gasolina, no dejar que el hidrocarburo se surta a los transportistas del país y de aquellos que desde las benditas redes sociales ataca con el discurso del odio a los que se apanican, porque carecen la capacidad de autocritica y se ciegan ante su líder espiritual y su falta la falta de estrategia de sus colaboradores.
La ineptitud no puede ser recurrente en el gobierno que prometió a los mexicanos la mejoría y sin embargo es mucho de lo que hemos visto de los miembros de la 4T.

Imagen DeathToStock.com



No hay comentarios:

Publicar un comentario