lunes, 10 de junio de 2024

Una forma siniestra de parafrasear a Kieslowsky.

 


Una nueva película de Netflix oscura, siniestra y despiadada nos recuerda únicamente por su título a otro cineasta polaco.

Armando Enríquez Vázquez

Entre 1993 y 1994 se estrenó la trilogía del cineasta polaco Kristof Kieslowski. Haciendo referencia a la bandera francesa las cintas se titulan: Azul, Blanco y Rojo.

Los colores del mal: Rojo es un estreno de Netflix. La cinta polaca me recordó la obra de Kieslowski, aunque sólo la nacionalidad del director y el rojo del título son dos puntos en común de estas obras. Y el nombre que no sé si hace alusión a Kieslowski aunado al hecho de la nacionalidad polaca de la película fueron en esta ocasión lo que me llevo a verla. Sin trailer, ni poster que a veces resultan el gancho, mas de una vez tramposo y mañoso.

El director Adrian Panek ha logrado una cinta siniestra que sólo invita a buscar las novelas de Malgorzata Oliwia Sobczak, que aun no son traducidas al español y que sin duda tras el estreno de la película en Netflix provocará su difusión en diversos idiomas. Las novelas cuatro hasta la fecha; rojo,negro, blanco y amarillo que acaba de publicarse este año.

Las novelas y la serie están protagonizadas por el investigador Leopold Bilski y la jueza Helena Bogucka, quienes se unen al inicio de la saga porque la victima del crimen que investiga Bilski es la hija de Bogucka; Mónica.

Mónica pertenece a la clase alta de la sociedad polaca, su padre un afamado abogado y su madre jueza en el sistema judicial de aquel país, pero ella hija única se siente relegada y se dedica como a la vida de los excesos. Trabaja en la barra de un antro popular entre la juventud y propiedad de la mafia.

Su cuerpo desnudo y con los labios cercenados aparece a la orilla del Báltico. La acción sucede en el área metropolitana formada por las ciudades de Gdansk, Gdynia y Sopot, conocida popularmente como Triciudad,

A lo largo de esta muy bien lograda cinta, descubriremos no sólo las razones detrás de la muerte de Mónica, si el habitual mundo de corrupción legal e ilegal de este tipo de cintas.


Con actuaciones bastante aceptables destacando la de los protagonistas; Jakub Gierszal, Bilski. Maja Ostaszweska, Helena Bogucka y Zofia Jastrzebska, Mónica Bogucka. Junto a un elenco que los acompaña muy bien, resalta la actuación de Jan Wieteska quien interpreta a Mario Dubiela, el mejor amigo de Mónica, que con tan solo unas miradas dice más que con un monologo. El guión de Lukasz M. Maciejewski, Adrian Panek y la autora de la novela resulta muy bueno y la capacidad y visión para dejar la historia en una película de poco menos de 2 horas en lugar de haber escogido el formato de serie o miniserie, lo cual resultó correcto, así como la extraordinaria dirección de Panek hacen que Los colores del mal: Rojo, sea una película que vale la pena ver en más de una ocasión y dejarse abrumar con su perturbadora y siniestra anécdota y la propuesta visual alrededor de la misma.

Esta vez evité los spoilers porque Los colores del mal: rojo merece verse con los ojos vírgenes de un espectador que llega como lo hacíamos en antaño al cine atraído por el simple nombre de la cinta.

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