lunes, 27 de septiembre de 2010

China, el Gigante que no queremos ver despertar.


Armando Enríquez Vázquez


Detrás del poderío del gigante económico se oculta una fuerza militar a la que nadie quiere ver
despertar.


“Sin el pueblo, No habría ejército popular…sin el ejército popular, la gente no tiene nada.”
Slogan del Ejército Popular de Liberación

Cuando en Occidente hablamos del peligro que representan para la paz mundial países como Irán o Rusia, olvidamos que el verdadero peligro, el que ningún ejército occidental podría contrarrestar se encuentra en el mismo gigante que económicamente está despertando: China.
Actualmente el Ejercito de Liberación Popular ha anunciado su interés por fortalecer su imagen y liderazgo en áreas como los ataques mediáticos, psicológicos y legales. El Presidente chino Hu Jintao, como su antecesor Jiang Zemin, ha apoyado la modernización del ejército, así como ha permitido que la voz de los militares en cuestiones de seguridad y política exterior tenga cada vez más peso.
Hace un año durante el desfile de la celebración del 60 aniversario de la República Popular China el ejército mostró la sofisticación y modernidad de su armamento. El 90% de las armas presentadas en dicho desfile se presentaban por primera vez al público chino. Todas diseñadas por ingenieros militares chinos. El Ejército Popular de Liberación es el más grande del mundo y cuenta con dos millones trescientos mil efectivos. En China el servicio militar es obligatorio, sin embargo, la gran población lo ha vuelto voluntario, aún así, la cantidad anual de voluntarios que hacen su servicio militar en china es enorme. El servicio dura un año. Lo que sí es obligatorio para todos aquellos que entran a las universidades es un entrenamiento militar que dura a lo más 4 semanas.
Los chinos poseen armas nucleares de destrucción masiva cada vez más sofisticadas. Sin embargo, respetuosos de los tratados internacionales, Hu Jintao declaró el año pasado ante el consejo de seguridad de la ONU que no usarían armas nucleares en contra de estados que no posean esta tecnología, como tampoco lo harían en un primer ataque y que sólo las usarían como respuesta a un ataque nuclear por parte de otra nación.
China contribuye con más de catorce mil efectivos a las fuerzas de paz de la ONU, sobretodo en zonas como África, contradictoriamente el gobierno chino a través acuerdos secretos con gobiernos africanos como el de Robert Mugabe en Zimbabwe es uno de los grandes vendedores de armas de la región. Gobiernos como el de Sudáfrica, Angola, Zambia también se abastecen regularmente de armas chinas. De esta manera prueba la eficacia de las nuevas armas que los ingenieros militares chinos diseñan y fabrican.
Los altos funcionarios chinos hablan de tener casi todos los armamentos que tiene occidente.
El ministro de la defensa Indio ha manifestado la preocupación del gobierno de Nueva Delhi por la creciente presencia del Ejército de Liberación Popular en Pakistán, la parte ocupada de Cachemira y la maniobras navales en la región del Océano Índico.
Los chinos han tomado control de una parte importante de la Cachemira contralada por Pakistán y trabajadores chinos construyen las vías para un tren rápido que dará acceso a los chinos a la zona del Golfo Persa. La preocupación de los gobiernos de la zona y de la Casablanca crece pues al terminar las vías el ejército chino podrá hacer llegar a esa zona tanques en menos de 48 horas, cuando hoy con los sistemas tradicionales les toma de 15 a 25 días.
China además ha apoyado al gobierno de Islamabad con 400 aviones de guerra, 1600 tanques y 40 buques militares. Asimismo, China ayuda al gobierno de Pakistán en el desarrollo e implementación de su programa de armas nucleares.
Todo esto sirve de marco a un pequeño, tal vez trivial, incidente en el mar de China cerca de la zona de controlada por los japoneses, donde un barco pesquero chino chocó con un par de patrullas japonesas. El capitán del pesquero fue detenido y llevado ante las autoridades niponas.
Esto sucedió el 7 de Septiembre, China como en otras ocasiones se ha mostrado con la suficiente decisión y fuerza para “negociar” a su manera, suspendiendo cualquier intercambio con los japonenses y amenazando con tomar medidas de reacción extremas. Los japoneses, por su parte, no quieren dar su brazo a torcer, pero la verdad es que poco tienen los japoneses que hacer frente a la fuerza que representa el ejército Chino. Por lo pronto los chinos se han negado a recibir a 1000 estudiantes japonés en exposición universal de Shanghái, por su parte, los jueces japoneses han decidido aplazar la audiencia del capitán chino hasta finales de mes. En algunos sectores asiáticos y de la inteligencia norteamericana se ha levantado la pregunta de sí el capitán del pesquero chino colisionó con las patrullas japonesas intencionadamente, para mostrar el poderío militar chino.
En el fondo está también un viejo conflicto por la jurisdicción de las islas del sur del Mar de China, hoy bajo control de Japón, y la explotación de los recursos que en él existen en él, tanto los derechos de pesca como la explotación del fondo marino. Esto ha puesto tensión en la zona entre las dos economías más poderosas de la zona. Se cree que existen enormes yacimientos petroleros submarinos en la zona. China es ya el segundo consumidor de petróleo del mundo después de los Estados Unidos.
Hoy en día, China es el principal mercado para las exportaciones japonesas y como resultado de éste conflicto y si no hay una pronta solución, el gobierno chino podría imponer un embargo a todos a los productos japoneses.
Baste recordar que en menos de ciento veinte años chinos y japoneses se han enfrascado en dos cruentas guerras, la primera de 1894 a 1895 por el control de Corea. Los chinos perdieron esta guerra y cedieron a Japón los derechos de Taiwán, las Islas Pescadores y la Península de Liadong.
Sin embargo Los interese de Rusia, con el apoyo de Francia e Inglaterra obligaron a los japoneses a devolver la península a los chinos.
La segunda más cruenta y larga tuvo lugar entre 1937 y 1945, mientras en Europa se llevaba la II Guerra Mundial. La entrada de japoneses y americanos al conflicto mundial con su eventual rendición permitió a los chinos que durante la guerra apoyaron los Estados Unidos permitiendo
poner bases en su territorio ganar la guerra. A la salida de los japoneses de China y tras la entrega de Taiwán, China se enfrascó en una guerra civil que terminó con el ascenso al poder de las fuerzas populares de Mao Zedong. Se dice que en esta guerra al menos 35 millones de chinos murieron y unos 450,000 soldados japoneses encontraron la muerte en territorio chino.
Sin embargo los chinos tuvieron otra serie de conflictos armados internacionales en la segunda mitad del siglo XX.
En 1950 China invadió el Tíbet. Intervino en la guerra de Corea de 1950 a 1954. Más de 300,000 soldados del Ejército de Liberación Popular participaron en la guerra de Vietnam entre 1965 y 1970, por casi una década se mantuvo la tensión y escaramuzas con las tropas soviéticas a lo largo de la frontera común de 1968 a 1979 y durante 1979 tuvieron una guerra en la frontera con Vietnam.
Los imperios se construyen a partir de la fuerza armada del Estado y una economía de abundancia que permita mantener las campañas y luchas de los ejércitos. En la antigüedad los chinos no fueron la excepción. Hoy en día los tiempos de “paz” podrían presagiar esa gran ofensiva china que todos en algún momento hemos previsto a veces con gusto la mayor parte del tiempo con temor.
publicado en blureport.com.mx 27 de Septiembre 2010

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