miércoles, 31 de julio de 2013

Alterar los recuerdos

 
Los resultados de una nueva investigación ponen sobre la mesa del debate la veracidad de nuestros recuerdos.
 
 Armando Enríquez Vázquez
 
De acuerdo con un artículo publicado por Inside Science, científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han logrado implantar falsos recuerdos en ratones de laboratorio.
El equipo de investigadores que encabeza el Doctor Susumu Tonegawa, ganador en 1987 del Premio Nobel de Medicina, puso primero a un grupo de ratones en un ambiente al que llamaron Cuarto Rojo, permitieron a los animales andar por la cámara, explorarla para que pudieran crear una memoria sobre el lugar, después de un tiempo, suministraron a los roedores descargas eléctricas al tiempo que una luz azul era emitida por medio de fibra óptica directo en el cerebro de los animales.
Al día siguiente los mismos ratones fueron puestos en otra cámara diferente a la que los investigadores llamaron en esta ocasión Cuarto Negro, lo mismo que el día anterior permitieron que los animales recorrieran y exploraran el lugar. Los ratones recorrieron el lugar sin ningún problema hasta que se les bombardeo con la luz azul. En ese momento los animales se paralizaron de miedo esperando la descarga.
De acuerdo con Tonegawa, gran parte de la memoria se encuentra almacenada en el hipocampo del cerebro, y al detectar la zona donde la mayor parte de los recuerdos relacionados con la experiencia, el equipo del científico japonés se dedicó a atacar está zona a partir de un método llamado optogenética, cuyo principio es atacar a un grupo determinado de células en este caso neuronas, con luz.
Después los ratones fueron regresados al Cuarto Rojo, en el que deambularon sin problema alguno. Los regresaron al Cuarto Negro y al volver a estimular su cerebro con la luz azul los ratones se paralizaron de miedo esperando la descarga. Al otro día los ratones fueron regresados al Cuarto Rojo donde los ratones se dirigieron a una esquina y ahí se hicieron bolita en espera de las descargas eléctricas. Pero nada pasó. Sin embargo un recuerdo falso acababa de ser implantado en el cerebro de los ratones.
Como tercera parte del experimento los ratones fueron puestos en una tercera cámara a la que se denominó con Cuarto Verde, en el que se les permitió vagar y explorar sin ningún tipo de estímulo negativo. Los ratones realizaron sus actividades con normalidad. De acuerdo con los resultados del Estudio Tonegawa concluye que cuando los seres humanos dicen haber vivido algo aunque esto sea un recuerdo falso, no están mintiendo porque en el cerebro del individuo esto pasó. El equipo de investigadores cree que si esto sucede con ratones algo similar podría suceder con nosotros los seres humanos.
Lo cual para los abogados norteamericanos es importante hoy, que está en discusión la veracidad de  las declaraciones de muchos testigos, desde hace algunos años los abogados insisten en que muchos testigos dan falsos testimonios basados en recuerdos que no son ciertos.
Pero, lo que es más importante, puede ponernos a cuestionarnos en un nivel más ontológico, sí todo aquello que recordamos es cierto. Hace poco leía también que al recordar nuestro cerebro desecha gran parte de la situación vivida para dejar únicamente aquel factor que llamó la memoria a nuestra mente. Y esto sucede por un simple proceso de administración de recuerdos. Por ejemplo, si al recordar a una persona lo hacemos por la forma en que iba vestida cierto día, probablemente con el tiempo no recordemos su peinado, ni si llevaba perfume en esa ocasión.
Por eso, conforme pasa el tiempo al momento y continuamos evocando a alguien o algo podemos comenzar a perder rasgos físicos e incluso detalles como el tono de voz de personas de las que nos alejamos.
El poder manipular a tal grado la mente puede ser terriblemente esperanzador o aterrador dependiendo del lado en que lo situemos. Poder implantar recuerdos que produzcan miedo o felicidad e impulsen el conformismo o la mediocridad, es algo que muchos pueden ver con muy buenos ojos.
La mente de los seres humanos, según Tonegawa, es insuperable; la imaginación y el hecho de que los humanos estemos constantemente pensado en situaciones y cientos de cosas, no es comparable con ningún otro ser vivo conocido. Además está la creatividad. Tal vez una memoria imperfecta sea el precio a pagar por toda esa capacidad, concluye el científico.
 
Publicado en blureport.com.mx el 30 de Julio de 2013
Imagen: scifireal.com

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