viernes, 19 de julio de 2013

Carretas, autos eléctricos y de gasolina: Studebaker.





Una de las primeras empresas ensambladoras de transportes en los Estados Unidos surgió como un negocio familiar y sobrevivió a los cambios de la industria por más de cien años.

Armando Enríquez Vázquez


¿Alguna vez, has escuchado sobre los Studebaker? Studebaker fue una armadora de Carretas y más tarde de automóviles que operó por más de 100 años en los Estados Unidos y Canadá. El último Studebaker salió de planta de Hamilton, en Ontario, Canadá en 1966.

La empresa a diferencia de otras empresas automotrices que hoy sobreviven como las tres grandes; Ford, General Motors y Chrysler, nunca operó desde Detroit y tampoco desde el estado de  Michigan. Aunque durante un corto periodo a principios del siglo XX tuvo un socio en la ciudad de la industria automotriz. Studebaker tenía su planta principal y oficinas generales en la pequeña ciudad de South Bend en el estado de Indiana.

La historia comenzó en el siglo XVIII, cuando una familia holandesa de apellido Stutenbecker o Staudenbecker llegó a Filadelfia en 1736, después el patriarca se trasladó a Ohio y de ahí parte de la familia se estableció en Indiana. Clement Studebaker, nieto de los primeros en llegar a Norteamerica, y su hermano Henry, iniciaron un negocio en 1857 armando carretas y carrozas. Los vehículos de los hermanos Studebaker comenzaron a ser famosos entre los colonos que querían ir a California en plena fiebre del oro. Mientras que otro de los hermanos John Mohler, establecido en California hacia carretillas. John, pronto se unió a sus hermanos en el pueblo de South Bend y comenzaron a armar carretas para el ejército durante la guerra civil de los Estados Unidos. Otros dos hermanos varones se unieron a la empresa y se formó la Studebaker Brothers Manufacturing Company en 1868. En 1870 se crearon las primeras agencias de Studebaker fuera de Indiana. Ya para 1877 la empresa tenía ventas superiores al millón de dólares y Clement viajó a Europa en busca de nuevos mercados para la empresa. Mientras el mayor de los hermanos Studebaker, Henry, se retiraba de la empresa declarándose pacifista y estar en desacuerdo con los negocios que la empresa tenía con el ejército.

Para ese entonces las carretas producidas por los hermanos Studebaker eran reconocidas no sólo como medios para transportar tropas o pioneros, algunos de los presidentes de los Estados Unidos de la época utilizaron como transporte carretas de lujo construidas por Studebaker. Lincoln y Ulises S. Grant entre otros fueron clientes de Studebaker. Studebaker continuó el crecimiento de su producción y de su fama, recibiendo diferentes premios. En 1891 un abogado de nombre Frederik Samuel Fish se casó con Grace Studebaker hija de John. A finales de esa década al estallar la guerra con España, los Studebaker fueron puestos a prueba una vez más por el ejército norteamericano y en 24 horas se fabricaron 500 carretas para la guerra.

Los hermanos comenzaron a morir. El primero fue Jacob, el menor de los hermanos en 1887 a la edad de 43 años. En 1895 Henry que ya no formaba parte de la compañía, en 1897 Peter que fue el genio detrás de toda la red de vendedores y distribuidores de Studebaker, en la unión americana.  Clement y John Mohler, los dos hermanos sobrevivientes, se encaminaron hacía el nuevo siglo enfrentando la nueva idea de armar automóviles y dejar a un lado las carretas.

Quién se encargó de impulsar a los dueños al cambio en la producción fue Frederik S. Fish que habló con su suegro de la idea de cambiar el giro de la producción y adaptar la empresa a los nuevos tiempos fabricando automóviles eléctricos, así las pruebas iniciaron en 1896 para crear un automóvil que llevara la marca Studebaker. En 1901 Clement murió.

En 1902 Studebaker lanzó a la venta su primer automóvil eléctrico, se dice que el segundo carro de la producción fue comprado por Thomas Alva Edison. 24 autos fueron vendidos por Studebaker ese primer año y las carretas siguieron siendo el principal producto de la fábrica que ese mismo año vendieron cuatro millones de dólares. En 1904 Studebaker asociada con una empresa de Ohio llamada Garford comenzó a producir automóviles de combustión interna. Garford proveía los motores y Studebaker el chasis. Para 1907 las ganancias por las ventas de automóviles comenzaron a superar las de las carretas. En 1908 Studebaker adquirió la tercera parte de una armadora de Detroit que se encontraba en problemas financieros llamada Everitt Metzger Flanders Company, conocida como EMF. Para 1914 las ganancias por las ventas de automóviles superaba ya los cuarenta y tres millones de dólares. En 1911 se unió a la compañía el empresario Albert Russel Erskine. 1914 John Mohler Studebaker, el único de los hermanos fundadores sobreviviente se retiro de la compañía y en 1915 Erskine se convirtió en el presidente de la empresa. John Mohler Studebaker murió en 1917 a la edad de 83 años, dejando una empresa boyante.  Durante la I Guerra Mundial la planta de Studebaker se dedicó a armar ambulancias, camiones y diferentes transportes militares.

Para 1918 y con el diseño de su Ingeniero en Jefe Fred M. Zeder, Studebaker, renovó de manera radical la línea de sus automóviles. Aunque nunca superó el tercer lugar de una industria cada vez más competitiva en los Estados Unidos, las ventas de Studebaker crecieron de manera estable por los siguientes diez años. La visión Erksine incluyó tratar de crear modelos económicos y pequeños para la mayoría de los consumidores norteamericanos. En 1925, Studebaker, produjo más de 136, 000 vehículos entre automóviles y camiones. Erksine tuvo un trágico final. Durante la crisis económica de 1929, Studebaker se hundió en una profunda crisis, la empresa tenía una importante deuda, a pesar de que los autos deportivos de Studebaker comenzaban a tener un gran prestigio al ganar carreras de resistencia, las acciones de Erskine perdieron todo su valor. Studebaker debía unos seis millones de dólares a los bancos y se declaró en bancarrota. El 30 de Junio de 1933 Erksine se suicidó. Las riendas de la endeudada empresa pasaron a manos de Harold S. Vance y Paul G. Hoffman quienes lograron en poco más de un año pagar la deuda de Studebaker a los bancos y regresar a la empresa a producir y trabajar con números negros.

Durante la II Guerra Mundial, Studebaker diseño y produjo camiones de transporte de personal y un vehículo llamado M29 Waesel, un vehículo anfibio para transporte de tropas. Al finalizar la guerra, en 1946 la empresa lanzó a la venta una línea de automóviles con motores más pequeños de los que se acostumbraban en los Estados Unidos, de seis cilindros cuyos modelos se llamaron, Champion, Commander y Land Cruiser. Para 1949 las ventas alcanzaron casi 200,000 vehículos. En 1947 se fundó la planta en Ontario Canadá y en 1952 la empresa celebró cien años de existencia, sin embargo, la siguiente década fue la de la decadencia, el mercado estaba dominado por autos de grandes motores y las tres grandes no escatimaban en promoción y publicidad de sus vehículo de con grandes motores de ocho cilindros. Studebaker, no podía competir, y nunca pudo recuperar sus ventas, poco a poco los Studebaker fueron vendiéndose menos cada año, hasta que en 1963 se cerró definitivamente la planta de South Bend. El último Automóvil que se fabricó en los Estados Unidos salió de la línea de ensamble el 20 de Diciembre de 1963.

La fundición de motores permaneció abierta para surtir el mercado canadiense un año más. Los derechos del modelo Avanti, un modelo de lujo y de los últimos en ser lanzado al mercado fueron vendidos a un par de concesionarios de Studebaker; Leo  Newman y Nate Altman, quienes en 1965 relanzaron el modelo con muy poco éxito y se mantuvieron en el mercado haciendo replicas del Avanti y variaciones del modelo en muy pequeña escala, hasta 2006.

En 1966 la Planta de Hamilton en Canadá cerró sus puertas de  manera definitiva, terminando con la historia de uno de las empresas pioneras de la industria automotriz en los Estados Unidos.



Publicado en thepoint.com.mx el 16 de Julio de 2013
Imagenes: wikipedia.org

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