martes, 14 de agosto de 2018

Eva Ekeblad la mujer que salvó a Suecia de la hambruna.



La historia de la curiosidad y pasión de esta aristócrata sueca esta asociada a un tubérculo de origen latinoamericano y a su popularidad en Europa.

Armando Enríquez Vázquez

En la actualidad el hombre se prepara para la colonización del planeta Marte, la NASA apuesta a un noble tubérculo antes que a un cereal para ser el alimento básico que se pueda sembrar y producir en la superficie del Planeta Rojo. Este mismo tubérculo aportación del Perú al mundo salvó a Europa del hambre, sobre todo a las clases más necesitadas y su escasez en Irlanda provocó una hambruna en ese país que desembocó entre otras cosas en una de las migraciones masivas a Estados Unidos más importantes del siglo XIX, entre 1845 y 1855 más de un millón y medio de irlandeses emigró a la nación del norte de América y en la misma década más de 30,000 irlandeses migraron a la lejana Australia. Eso sin contar al más de un millón de personas que murieron de hambre en Irlanda.
Un siglo antes en Suecia una aristócrata interesada por la ciencia y por la agronomía, así como el bienestar de los suecos más pobres trabajó con la Solanum tuberosum y desarrolló una harina, así como una bebida alcohólica. Esta planta que los españoles llevaron a Europa es hoy uno de los alimentos imprescindibles en el mundo y la conocemos por el sencillo nombre de papa.
El 10 de julio de 1724 nació en Estocolmo Eva De la Gardie, hija de un destacado militar y político sueco de la época, Magnus Julius De la Gardie y Hedvig Catharina De la Gardie, quien también se dedicaba a la política y era reconocida por las tertulias y fiestas que realizaba en su casa.
En 1740, cuando tenía 16 años Eva se casó con el conde Clas Claes Ekeblad, otro político sueco, mientras el conde se encontraba en Estocolmo dedicado a su profesión, la condesa, madre de siete vástagos encontraba tiempo para administrar las vastas propiedades que tenía gracias al conde y a la dote que le había dado su padre y realizar sus investigaciones. La condesa entre otras características tenía un alma caritativa que se preocupaba por el bienestar de los menos favorecidos, el hambre era uno de los azotes entre las clases bajas de Suecia y la condesa interesada en atacar el problema de alguna manera se convirtió de manera autodidacta en agrónoma. Comenzó a investigar la papa como fuente para aminorar el hambre en Suecia.
Las papas llegaron a Suecia en 1658, pero se mantenían como un placer de la aristocracia y se cultivaba únicamente en los invernaderos de las personas adineradas. Pero los estudios de Eva Ekebald llevaron a la papa a ser como en muchas otras partes de Europa y del mundo, un alimento básico para la población. Pero más importante, los experimentos de Ekeblad al cocer la papa, secarla y molerla le permitieron crear una harina de papa que se puede combinar con la de trigo o utilizar sola para fabricar pan, la harina de papa aporta una mayor cantidad de potasio que la de trigo.
Gracias al procedimiento que la condesa inventó para el obtener alcohol de la papa, esta se utilizó más para la fabricación de Vodka y Schnapps permitiendo que el trigo y otros cereales se utilizaran para alimentar a las personas.
Los descubrimientos de Eva Ekeblad podrían haber pasado inadvertidos, pero la joven sueca envío en 1746, los apuntes de sus descubrimientos a la Real Academia Sueca de Ciencias, lo que le valió ser admitida en la misma y con esto convertirse en la primera mujer en ser aceptada por la Academia en el año de 1748.
Aunque su título no era honorario, Eva Ekeblad jamás participó en una sesión de la Real Academia Sueca de Ciencias, pues esta no permitía mujeres entre sus miembros, por lo que en 1751 su titulo cambió a miembro honorario de la Real Academia Sueca de Ciencias.  
Pero la investigación de Ekeblad no se limitó a la papa, aunque también trabajó con la harina de papa para lograr cosméticos para las mujeres que contuvieran menos materiales tóxicos. Ekeblad desarrolló además un blanqueador natural en forma de jabón para algodón y lana que también evitaba el uso de los productos tóxicos.
En 1771, El conde Ekeblad murió y Eva regresó a Estocolmo a hacerse cargo de tereas encargadas por la reina Sofía Magdalena. Eva Ekeblad murió a la edad de 61 años el 15 de mayo de 1786.
Después de Eva Ekeblad tuvieron que pasar 200 años antes de que otra mujer fuera aceptada en la Real Academia Sueca de Ciencias, en 1951 la física nuclear Lise Meitner fue admitida como ciudadana sueca, en 1945 la Real Academia la había admitido como ciudadana extranjera, pues Meitner nacida en Austria, se nacionalizó sueca.

publicado en mamaejecutiva.net el 6 de agosto de 2018
imagen: wikipedia.org

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