jueves, 6 de junio de 2013

¡Trabaja Pizza Impresa para la NASA!





La NASA acaba de otorgar una jugosa beca a un ingeniero para que a partir de las nuevas tecnologías alimente a los futuros colonizadores del espacio.

Armando Enríquez Vázquez



 Cuando hablamos de que todo se puede hacer con una impresora 3D, realmente nos referimos a todo. Desde prótesis, piezas mecánicas, armas de fuego, tejidos, automóviles y ahora hasta comida y es en este campo donde se comienza a ver una gran posibilidad de aplicaciones.
De acuerdo con el Ingeniero Anjan Contractor, residente de Austin, Texas. Poder imprimir comida puede ser una respuesta a los problemas de hambruna mundial. Contractor propone una impresora que trabaje a partir de polvos y aceites para construir la comida que el impresor quiera. Los polvos, que pueden ser azúcares, carbohidratos, vegetales, frutas y carnes pulverizadas, proteínas o cualquier elemento comestible que ayude a construir el alimento, se almacenarán en cartuchos como lo hacemos hoy con las tintas y predice Anjan que pueden durar en el cartucho hasta treinta años, por lo que Contractor asegura que se combatirá también el desperdicio de alimentos.
La idea que parece sacada de una serie de ciencia ficción, acaba de ser apoyada por la NASA. La Agencia Espacial de los Estados Unidos, a través de su programa de apoyo para la investigación para nuevas pequeñas empresas, le otorgó al ingeniero mecánico, especialista en impresoras 3D, una beca de ciento veinticinco mil dólares para que desarrolle alimentos impresos para misiones espaciales de larga duración. Y lo primero que Contractor está esperando imprimir es una pizza. Según Contractor un alimento ideal para imprimirse pues se construye a partir de capas.
La primera capa se elabora con un polvo de harina que se mezcla al inyectarse con agua sobre una plancha caliente que le da la cocción a la masa, después a través de otros polvos que contienen el jitomate y que se mezcla con especias en polvo, agua y aceite se crea la capa de la base de salsa de tomate, para finalmente ser cubierta por una capa de proteínas que pueden ser de origen animal o vegetal, con una nota muy importante al ser un polvo que al final adoptará la caprichosa forma que el diseñador (Cocinero) de la pizza le quiera dar, esta proteína puede provenir de insectos sin que nadie le haga cara de fuchi al comerse una o varias lombrices pulverizadas.
La impresora se encuentra aún en una etapa conceptual, pero Contractor se propone comenzar la construcción de los primeros prototipos en las próximas semanas. Uno de los detalles que tendrá que tomar en cuenta el ingeniero es que la impresora debe funcionar de manera correcta en condiciones de gravedad cero.
Si logra su objetivo los astronautas no deberán nunca más preocuparse por comer esas cosas que comen y que por lo menos las que nos daban a conocer como comida de astronauta hace unos años parecían ladrillos de poliuretano y sabían igual pero con acentos de vainilla y frutas del bosque. Aunque en misiones muy largas y si no se descubre rápido otra comida fácil de imprimir, tal vez los futuros habitantes humanos de otros planetas tengan a la Pizza como una especie de comida maldita.
Por otro lado, en el más terrestre y sibarita de los planos, que pensaran los defensores de las cocinas de autor y molecular, los amigos del fast food y los del slow food,  cuando crear platos en forma y capas se convierta en algo tan sencillo como apretar el botón de print.
Desde luego que hay que ir pensando en una franquicia así como la de Build a Bear que se llame Build your Food.

Publicado en blureport.com.mx el 5 de Jumio de 2013.
Imagen: frenchtribune.com

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