martes, 29 de abril de 2014

Raymond Loewy, cigarros, refrescos, locomotoras y algo más.





Uno de los diseñadores industriales más versátiles del siglo XX, su entusiasmo por los retos de su profesión es el responsable de muchos de los diseños más representativos del Siglo XX.

Armando Enríquez Vázquez.

¿Qué tienen en común una botella de Coca Cola, el Airforce One, la cajetilla de Lucky Strikes, el Studebaker Avanti, los logos de Shell y Exxon y el interior del Skylab?
El hombre que los diseñó: Raymond Loewy.
Para muchos Raymond Loewy es el padre del diseño industrial, otros lo han llamado el hombre que le dio forma a los Estados Unidos. Sin embargo, Loewy no era norteamericano, nació en Francia en Paris, el 5 de noviembre de 1893. Su padre de origen austríaco, fue un periodista exitoso, especializado en los temas financieros. Su madre, francesa, un ama de casa.
 Loewy estudió ingeniería en Paris y en 1914 se reclutó en el ejército francés para servir a su patria  durante la I Guerra Mundial. En 1919 migró a los Estados Unidos. En Nueva York comenzó a trabajar montando los aparadores de algunos de los grandes almacenes, entre ellos Macy’s y Saks Fifth Avenue. Loewy cambió los ventanales de las calles neoyorkinas por las páginas de Vogue, Harper´s Bazaar, así como otras revistas y catálogos de almacenes dibujando. En 1929 Loewy recibió el primer trabajo que lo impulsaría como diseñador industrial.
Cambiar el diseño de las copiadoras Gestetner, estos aparatos, precursores de las fotocopiadoras y los mimeógrafos, fueron inventados por un ingeniero húngaro de nombre David Gestetner. El diseño de Loewy fue un éxito y le permitió en 1930 abrir su propia compañía dedicada al diseño. Ese mismo año fue contratado por la armadora de automóviles Hupp, para la  que diseñó su primer automóvil. En 1934, Sears Roebuck le encargo rediseñar su refrigerador y en 1936 fue el responsable de la locomotora conocida como GG1 para la Compañía Ferrocarrilera de Pensilvania. Loewy tenía una fascinación y  amor por los trenes desde su infancia, en la adolescencia el trayecto diario que llevaba a Loewy de su casa a la escuela lo hacía en tren y de acuerdo a lo que escribió años más tarde en su autobiografía, lo disfrutaba como nada en el mundo. Ese mismo amor por los trenes, lo llevó a publicar en 1937 su primer libro: The Locomotive. Its Aesthetics.  En 1938 un nuevo diseño de locomotora, el S-1 Steam, en el que Loewy encerró la cabina y el motor en un chasis que hacía al tren verse como una maquina moderna y veloz.
En 1939, uno de sus más recordados diseños se llevó a cabo: la cajetilla de Lucky Strike. Hasta ese momento la cajetilla de los cigarrillos era verde similar al color de la hoja de tabaco. George Washington Hill, el presidente de American Tobacco Co. dueña de la marca, contrató a Loewy para que creara una nueva presentación y de esta manera aumentar las ventas de la misma. Loewy sustituyó el verde por blanco, disminuyendo los costos de impresión de la cajetilla y cambio los colores y la tipografía de la cajetilla. Las ventas aumentaron y la cajetilla no tuvo ningún cambio por más de 40 años.


Loewy también, trabajó con Coca Cola y rediseñó entre muchas cosas para la empresa, la botella del refresco en su presentación más popular y creó las botellas King y Family size. Diseñó para la refresquera una dispensadora de la bebida que se usaba en las fuentes de soda, el refrigerador de los refrescos y hasta los camiones repartidores, los cuales fueron estandarizados en los Estados Unidos con el diseño de Loewy. En 1953 regresó al diseño de autos y creó el Cupé Starliner para la marca Studebaker, el cual fue reconocido en 1972 por las tres empresas automotrices más importantes de Estados Unidos, (Ford, GM y Chrysler) como uno de los mejores diseños de la historia de la industria automotriz.  En 1961 creó el modelo Avanti para la misma empresa con un slogan sencillo: El enemigo es el peso.  Entre estos dos diseños el franco americano diseñó un autobús para la línea de pasajeros Greyhound al cual llamó Scenicruiser.
En 1951, a los 58 años de edad, Raymond Loewy, publicó su autiobiografia titulada: Never Leave Well Enough Alone.
Y sin embargo, aun le faltaban muchos años de diseños.
Durante la presidencia de John F. Kennedy, Loewy fue invitado por el gobernante y su esposa para rediseñar los espacios interiores del avión oficial de la presidencia de aquél país, el famoso Airforce One. En 1967, la NASA lo invitó para hacer lo propio con el laboratorio espacial Skylab. Diseñó un timbre postal conmemorando al presidente Kennedy.
Entre las decenas de logotipos que Raymond Loewy creó, además del de Lucky Strike, se encuentran el de las empresas petroleras, Shell, Exxon y el primero que uso la inglesa British Petroleum. El del Servicio Postal de los Estados Unidos y el de Nabisco entre otros.
Raymond Loewy decía: Todo debe iniciar con una espontánea e inspirada idea.
Él tuvo miles de ellas a lo largo de su vida y la muchas las llevó a la realidad, algunas de ellas todavía circulan en el mundo y otras son guardadas celosamente en museos de diseño y arte como muestra del genio de este hombre que también decía: el objetivo principal es no complicar la  ya de por sí difícil vida del consumidor.
Raymond Loewy mantuvo a lo largo de su vida residencias en Nueva York y Paris. Murió el 14 de Julio de 1986 a los 92 años de edad dejando tras de sí un legado y una forma de ver el mundo que impregnó a toda una nación y la historia de su profesión.

Publicado en the point.com.mx el 22 de abril de 2014
Imagenes: jinapark.net
                studyblu.com

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