viernes, 25 de abril de 2014

Una batalla por librarse en dos semanas.






 Después de más de un mes y medio de una tontería tras otra el congreso se apresta a menospreciara la ciudadanía con la aprobación exprés de las leyes secundarias de las reformas.

Armando Enríquez Vázquez.

En México el timing siempre es sui generis. Por ejemplo, el último movimiento guerrillero duró 12 días y hasta la fecha, más de 20 años después se supone que se está negociando algo. ¿Qué? Ya nadie se acuerda.
Esta semana, Tras mes y medio de no hacer gran cosa por las reformas más importantes para el país, los legisladores de nuestro congreso intentaran convencernos de que sus estratosféricos salarios y sus magníficos horarios de trabajo se justifican ante la labor que hacen al calentar una silla y votar como se les ordena, y no nosotros, sus electores, si no sus jefes; las cabezas del gobierno o de los partidos políticos.
Las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones, reforma política y energía están dentro de la agenda de los legisladores para hacer el trabajo sucio de la administración federal en menos de diez sesiones y a finales de año, como siempre el congreso intentará limpiar su conciencia al recetarnos sus maniqueos y perogrullescos spots propagandísticos sobre la importancia de las cámaras de diputados y de senadores.
Lo que está en juego en estas semanas no es de ninguna manera menor y presupone el regreso del autoritarismo estatal disfrazado de democracia a nuestro país. Simplemente en materia de Internet lo que el gobierno federal y sus legisladores lacayos pretenden hacer es  convertir a México en una especie de Turquía latinoamericana, al legalizar la censura y control de contenidos en la red. Lo mismo que regresar a la nefasta época en que de las oficinas de Bucareli, salían las órdenes de lo que se podía pasar en radio, cine y televisión, como en los más oscuros regímenes totalitarios de izquierda o de derecha. México No va a retroceder los doce años del panismo, sino medio siglo a los tiempos de Díaz Ordaz o peor a los de López Mateos, cuando la censura del estado no permitió difundir las noticias de la represión y asesinatos que el gobierno ordenaba en contra de los líderes de la Izquierda y el sindicalismo. El pastel de las telecomunicaciones pretende ser entregado sin escrúpulos a una sola empresa de nuevo a Televisa, los supuestos soldados del PRI.
La OCDE misma ha reconocido que la iniciativa presidencial de leyes secundarias en materia de telecomunicaciones atenta de manera directa contra los derechos humanos de los mexicanos, ¿y que esperábamos de un partido que lo único que ha hecho en el caso de un hombre tan repugnante como Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre es castigarlo y estudiar la posibilidad de expulsarlo del partido? Todo para que cómo en el caso del PRD y Bejarano pueda seguir operando a favor del PRI en el DF, en lugar de buscar que se dicte una orden de aprehensión en su contra hasta que se esclarezca su responsabilidad. 
Es indignante ver como legisladores que han funcionado como voceros de las televisoras y a otros que son parte de  directa del duopolio, como la senadora Ninfa Salinas, van tener la oportunidad de votar en una reforma que afecta directamente a sus intereses, mientras el ciudadano común es depreciado en su opinión y reclamos acerca de la pluralidad en medios y la libertad de expresión. Ni que decir cuando el peor secretario del trabajo que ha tenido México; Javier Lozano, se atreve a hablar de un tema que como el del empleo en México le es totalmente desconocido. Esa es la democracia mexicana.
Es importante que recordemos que así, como el subsuelo es un bien de la Nación y por extensión de todos los mexicanos, lo mismo sucede con el espacio aéreo mexicano y por ello que los canales de televisión sean meras concesiones y no propiedad de los empresarios. Es nuestro deber exigir que esas concesiones sean dignas de los mexicanos y no un poder fáctico que ejerce presión sobre los poderes reales de la República, pero también exigir el respeto a la libertad de expresión. La censura, de existir, debe ser al revés y prohibir contenidos que Televisa tiene sobre todo en sus señales de paga que son ofensivas para cualquier espectador.
Los democráticos legisladores mexicanos, con máscaras de Victoriano Huerta, jamás se pondrían una de Guy Fawkes, no lo conocen ni en la película, mucho menos conocen de historia, cumplen con su labor, sin jamás pensar en el electorado, de reconstruir el obsoleto y autoritativo sistema político que habíamos empezado a destruir con muchas trabas e incompetencia en los últimos dos sexenios. Pereciera que se trata de perpetuar la injusticia y la prepotencia del estado absolutista que tan bien ejerce el PRI.
 A un lado están quedando las candidaturas independientes y la soberanía del Distrito Federal como un estado libre y soberano de la federación. La eliminación de los plurinominales. Y en materia de energía todo indica que  la lucha entre los nostálgicos y los retrógrados será la atracción principal, porque hasta el momento no se han difundido las propuestas para el desarrollo y la investigación en el uso de energías verdes y renovables.
Debemos recordarle al gobierno que así como no queremos que sigan solapando a Carlos Romero Deschamps, tampoco queremos que Televisa nos haga creer que han hecho por el país y por los mexicanos lo mismo que si han hecho otras empresas de telecomunicaciones.
Lo que está en juego es México continúe a tropezones su marcha en el siglo XXI o que retrocedamos 60 años en la historia a un estado controlador disfrazado de democracia pluripartidista.
Todo se mueve en México para regresar a la peor época de la nación. Está en nosotros el impedirlo desde nuestras particulares trincheras. La batalla desde el campo de las ideas no se puede dar en las cámaras, que están copadas por traidores a los mexicanos, si no desde las redes sociales donde todos tenemos que hacerles ver que disentir es la parte fundamental del diálogo, la oportunidad de la pluralidad y del crecimiento del país en el siglo XXI, que su obsoleta democracia no sirve para nada, porque existen mejores voces a las que debemos escuchar que la que ellos pretenden darnos.

Publicado por blureport.com.mx el 21 de abril de 2014.
Imagen: camaradediputados.gob.mx

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