martes, 31 de marzo de 2020

Gruma el mundo en una tortilla.




Detrás de una de las principales trasnacionales mexicanas, se encuentra la historia de éxito de su fundador Roberto González Barrera, una historia digna de contarse y seguirse.

Armando Enríquez Vázquez

Cerralvo es una ciudad en el noreste de Nuevo León, situada a unos 100 kilómetros de Monterrey y que durante una época fue capital del estado. En esa ciudad fundada durante la colonia nació el 1º de septiembre de 1930 Roberto González Barrera. Nativo de un pequeño poblado en los estertores de la revolución, criado en el seno de una familia humilde, este hombre construyó a lo largo de su vida una de las empresas trasnacionales más grandes de nuestro país y partir de un producto muy mexicano; el maíz.
Desde su infancia y mientras su padre, de nombre Roberto González Gutiérrez, estaba de bracero, Roberto González Barrera, comenzó primero haciendo mandados, poco después entendió que era mejor vender diferentes productos, también se hizo de un cajón para bolear y con el tiempo se lo rentaba a sus amigos. Cuando su padre regresó a Cerralvo, con dinero ahorrado para poner una tienda de abarrotes, no le pareció la idea de que su hijo no fuera a la escuela, por lo que limitó la actividad comercial de su hijo, algo que dese luego no fue obedecido del todo por Roberto González Barrera.
En un principio Roberto González trabajaba para su padre en la tienda, pero poco a poco comenzaron las diferencias de opinión, por lo que Roberto González Barrera decidió separarse de la tienda y probar suerte en PEMEX donde llevaba cabo encargos que nadie más se atrevía a hacer y con el tiempo inició también una sociedad con un empresario veracruzano, después de un tiempo regresó a Cerralvo con cierto dinero con lo que compró la mitad de la tienda a su padre y juntos comenzaron a trabajar la ciudad y la zona. Crecieron el negocio y se hicieron de una planta de luz, otra de hielo, un cine y comenzaron a producir diferentes productos lácteos.
La idea de crear Gruma surgió de manera azarosa cuando en 1948, en un viaje a Reynosa, Roberto González Barrera conoció una máquina que producía una harina de maíz a partir del maíz nixtamalizado y seco. La máquina y su producto llamaron la atención del joven quien regresó a Cerralvo a contar a su padre acerca de la máquina, el padre se entusiasmó de la misma manera que el hijo y decidieron comprar la máquina y llevarla a Cerralvo para empezar a producir harina de maíz para hacer tortillas.
En 1949 padre e hijo fundaron la empresa. En un principio la empresa se llamó Molinos Azteca S.A. de C.V.  La apuesta en la harina de maíz deshidratada fue total y de acuerdo con el sitio de Gruma, los González vendieron todos sus negocios, incluso recurrieron a la ayuda económica de un amigo de su padre, político y ex gobernador constitucional de Nuevo León; el General Bonifacio Salinas Leal. Roberto padre se dedicó en cuerpo y alma a buscar la mezcla perfecta para obtener un producto de calidad y que satisficiera a los consumidores. La marca MASECA nació en 1950 y su nombre está formado por las palabras Masa Seca, pues finalmente eso es lo que es la harina de maíz nixtamalizado que se elabora desde entonces en Gruma. En 1957 se estableció la segunda planta de Gruma, en Acaponeta, Nayarit que era un lugar cercano a los campos de cultivo de maíz más importantes en México en aquellos años. Así, a lo largo de la década de los sesentas la expansión de la empresa de González Barrera y su padre se estableció en diferentes regiones de México y abren diez nuevos molinos en territorio nacional. Fue en esos años cuando Roberto González Gutiérrez decidió retirarse de la empresa por motivos de salud y junto con su amigo y socio el General Salinas Leal, vendieron sus acciones a Roberto González Barrera.



Poco antes de la llegada al poder de Luis Echeverría Álvarez, Roberto González Barrera fue tentado por el presidente Díaz Ordaz a vender MASECA al gobierno, pero el secretario de Hacienda y Crédito Público Antonio Ortiz Mena y el gobernador del Estado de México Carlos Hank González lo convencieron de rechazar la oferta de 400 millones de pesos.
En 1973 MASECA abrió sus primeras instalaciones fuera de México, en Costa Rica, esta sucursal se convirtió en emblemática a lo largo de los años y fue la base para conquistar los mercados centroamericano y sudamericano. Aún hoy la sede de Costa Rica es emblemática e importante para Gruma. Poco después el grupo adquiere la marca Mission en Estados Unidos y comienza a atacar el mercado de aquel país, también inicia operaciones produciendo tortillas de maíz con una empresa filial llamada TECNOMAIZ S.A. de C.V. En el año 2000, la empresa abrió su primera fábrica en Inglaterra y por consiguiente inició la introducción de la marca en el continente europeo.
En 2006 Gruma se convirtió en una de las primeras empresas mexicanas en entrar al mercado chino y también se estableció la marca en Oceanía.
El 25 de agosto de 2012 con una empresa de más de 60 años, Roberto González Barrera murió en Houston, Texas. Su hijo Juan González Moreno fue electo presidente de Gruma. Actualmente Gruma cuenta con presencia en 112 países y sólo le falta tener presencia en el continente africano, Gruma tiene 75 plantas productoras en el mundo, 28 de las cuales están en Estados Unidos y 25 en México. Es el líder indiscutible en tortillas y harina de maíz con las marcas Mission y MASECA respectivamente.
El logo de Gruma es bastante sencillo un triángulo compuesto de rombos simulando granos de maíz que impulsan una letra G hacía arriba.



Publicado en thepoint.com.mx el 24 de marzo de 2020
imagenes: Grupo gruma

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