lunes, 4 de septiembre de 2017

Las hermanas Nelken la inteligencia, el comunismo, el exilio.



Entre los millares de españoles que llegaron a México tras la Guerra Civil Española se encontraban estas dos hermanas importantes intelectuales, cuyo talento e ideas también son mexicanos.
Armando Enríquez Vázquez.

A finales de los años treinta del siglo pasado, México se vio invadido una vez más por españoles. Esta vez bajaron de los barcos derrotados, sin patria a la que tornar y sin otras armas que su inteligencia y su trabajo, estaban obligados a empezar de nuevo en una nueva tierra, sin opción de dar marcha atrás, sus naves estaban quemadas y no por voluntad propia.
El imprescindible José Moreno Villa, que con ojos de extranjero que llega a avecindarse en nuevas tierras, escribió todo aquello que su capacidad de asombro le mostraba en esta tierra donde se habla el mismo idioma, pero donde las sutilezas de las palabras también cambian su significado, escribió en un poema los siguientes versos:
“No vinimos acá, nos trajeron las ondas.
Confusa marejada, con un sentido arcano,
Impuso el derrotero a nuestros pies sumisos.
Entre esas almas y cuerpos cansados, llegaron muchos pensadores, científicos, y artistas que con el paso de los años primero y más tarde de los lustros y las décadas, sembraron y dejaron un enorme legado en nuestro país, forjaron científicos, artistas e intelectuales mexicanos. Entre esos hombres y mujeres de gran valía llegaron dos hermanas, cada cual por su cuenta y en fecha diferente; Margarita Nelken y Carmen Eva Nelken, mejor conocida por su seudónimo Magda Donato, mujeres de una sola pieza que habían sido cada una desde su trinchera fieras defensoras de la República Española.
Margarita la mayor nació el 5 de julio de 1894 en Madrid, mientras que Carmen Eva nació años después, aunque al parecer las diferentes fuentes no parecen ponerse de acuerdo en cuantos años menor era de su hermana Margarita. Nacidas en el seno de una familia de joyeros y relojeros judíos avecindados en Madrid, las hermanas Nelken disfrutaron de una educación que no era común para las mujeres de principios del siglo XX. Margarita amante de la pintura escribió su primer artículo a la edad de 15 años. Lo publicó en una revista inglesa y el tema fueron los frescos de Francisco Goya en San Antonio de la Florida
Margarita supuestamente no pudo llevar a cabo una carrera artística debido a una enfermedad, pero lo que comenzó a llamar su atención fue el activismo político. Comunista y feminista. Escribió artículos en contra de la guerra en un periódico de derechas, Renovación Española, durante sus primeros textos políticos. Margarita fue una de las primeras mujeres diputadas en el congreso de España. Diputada por Badajoz renovó su curul dos períodos más durante la República Española. A pesar de su militancia en el Partido Socialista Obrero Español y más tarde en el Partido Comunista, la diputad no gozaba de buena reputación frente al presidente Azaña, que la tachaba de una de las personas más chismosas que él conocía. Esta imagen negativa queda totalmente borrada con la valiente y activa postura de Nelken en la defensa de Madrid y se mostró como una mujer de ideología radical al estilo de Dolores Ibárruri, la legendaria Pasionaria, De quien fue antagonista. Uno de los pasajes más oscuros de su vida la hace la responsable de la muerte de muchos de los prisioneros en la cárcel de Madrid, tras haber recibido del Director General de Seguridad carta blanca para hacer lo que quisiera con los detenidos.
Por su parte Carmen también inició a temprana edad en su oficio y en 1917 publicó su primer artículo para el periódico El Imparcial. Carmen decidió entonces escribir con un seudónimo que además la separara de la fama que ya tenía Margarita, por lo que a partir de ese momento firmó y se le conoce como Magda Donato, incluso ella decía que el cambio de nombre era parte de una autoafirmación frente a la fuerte personalidad de Margarita, quien según Magda aun al interior de la familia la opacaba. Una de las grandes aportaciones de Magda Donato al periodismo español y en general al periodismo mundial fue una serie de reportajes a los que ella llamaba “Reportajes vividos”, en los que la periodista se sumergía en diferentes experiencias y las vivía antes de escribirlas, algo que unas décadas antes ya había hecho la periodista norteamericana Nelly Bly, quien había logrado dar la vuelta al mundo en menos de ochenta días para sorpresa del mismo Julio Verne, o quien se había hecho recluir en el manicomio de la ciudad de Nueva York para escribir acerca de las condiciones de vida en la institución de salud mental.
De acuerdo con los textos póstumos de Magda, al menos ella sufrió de actitudes antisemitas durante su infancia, además del machismo español de la época.
Además de sus artículos publicados en diferentes diarios, Magda Donato comenzó a escribir cuentos y obras infantiles. Conoció entonces a Salvador Bartolozzi, otro escritor e ilustrador con el que habría de casarse. Trabajaron juntos ella escribiendo cuentos infantiles y Bartolozzi los ilustraba. En 1929 la pareja fundó el Teatro Pinocho. Donde montaban las obras escritas por ambos. También comienza a escribir sobre asuntos feministas, a pesar de no ser muy querida por las feministas más tradicionales de España, que incluso la tacharon de extranjera por su origen judío. Sin embargo, fue seleccionada por su profesionalismo y compromiso con la causa para asistir al Congreso Feminista que se celebró en Ginebra en junio de 1920.



Una de las principales ideas feministas de Magda era la importancia de crear partidos políticos femeninos, pues no encontraba la lógica en luchar por la igualdad para después insertarse en partidos fundados y conducidos por hombres. Durante la Guerra, Magda recorrió el frente escuchando y narrando lo que sucedía, así como escribiendo sus reportajes sobre lo que ella vivió y experimento en las trincheras de la guerra. Fiel al estilo de sus “reportajes vividos”.
La Guerra Civil Española acabó por décadas con la libertad en ese país. Una generación de jóvenes pensadores, ideólogos, artistas, científicos, hombres y mujeres en busca de una mejor vida exterminados por uno de tantos dictadores y asesinos despreciables, en el mejor de los casos toda una parte de España esparcida por diferentes regiones del mundo. México, la Unión Soviética, Argentina fueron las nuevas patrias de estos trasterrados, de sus hijos y muchas veces del resto de su descendencia.
A México llegaron tanto Margarita Nelken, como Magda Donato a entregar y trabajar con todo su talento y experiencia. Margarita se dedicó a la crítica de arte, mientras que Magda se dedicó a la actuación y a escribir argumentos de cine para la industria mexicana.
Nelken llegó a México a finales de 1939, procedente de Francia. Margarita publicó diversos libros sobre arte, sus dos hijos murieron antes que ella, pero la muerte de su hijo de nombre Santiago, que ocurrió en el frente soviético en 1944, fue un pretexto para seguir acusando a Dolores Ibárruri, de no reconocerla como comunista al no avisarle a tiempo acerca de la muerte del joven.
Magda Donato se convirtió en una de las principales actrices de teatro y ganó el premio a la mejor actriz de teatro en México en 1960 por su actuación en Las Sillas de Eugene Ionesco, obra que ella tradujo del francés. A partir de su muerte y durante más de una década se instituyó el Premio Magda Donato por parte del gobierno mexicano a la mejor dramaturgia del año.
Margarita Nelken murió el 8 de marzo de 1968. Magda Donato el 3 de noviembre de 1966 ambas en la Ciudad de México.

publicado en mamaejecutiva.net el 21 de agosto de 2017
imagenes: mediateca INAH
                 biografias y vidas.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario