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miércoles, 28 de septiembre de 2022

Farmacias Guadalajara; la agresiva política de crecer.

 


Una de las tres primeras empresas de Super Farmacias en México nació hace 80 años en un movimiento de migración interna.

Armando Enríquez Vázquez.

1942 representó para nuestro país el hundimiento de dos buques petroleros; El Potrero del llano y El Faja de oro por parte de submarinos alemanes, lo que obligó al presidente Manuel Ávila Camacho a declararle la guerra a los países del eje, para desconcierto de los partidarios de la Alemania Nazi que estaban incrustados en el gobierno mexicano como el secretario de Gobernación Miguel Alemán Valdés quien compartía información con su amante la espía Nazi Hilda Krüeger.

Además de la incertidumbre internacional que planteaba la entrada a la guerra, México enfrentaba los retos de la Revolución implantando sistemas de repartición de tierras mucho más justos y equitativos que el anterior régimen de latifundios y terratenientes. Ávila Camacho estaba por publicar un nuevo código agrario que beneficiaba a los ejidos.

En Tepalcatepec, Michoacán, Francisco Arroyo Verduzco poseía un rancho y una tierra de abarrotes, seguramente ante la inminente entrada en vigor de la nueva legislación, decidió trasladar a su familia a Guadalajara y con la ayuda de un compadre creó una farmacia. Farmacias Guadalajara contaba en su inicio con 6 empleados. Antes de un año Francisco era ya dueño de la farmacia e integró en el negocio la venta de perfumería y otros artículos de higiene personal. Implementó después una sección de artículos de fotografía, que llevó a Arroyo Verduzco con los años a crear también un laboratorio de revelado fotográfico para satisfacer a sus clientes.

En1962 Arroyo Verduzco decidió abrir la primera sucursal de la farmacia al interior de la misma ciudad de Guadalajara. El mismo fundador de la farmacia comenzó a idear un negocio aun mayor al convertirse en proveedor de otras farmacias en Jalisco y estados circunvecinos, esta red de distribución aunada al creciente número de farmacias y una red de empresas logísticas para la distribución, llevó al fundador a crear el Grupo Fragua en 1983. Al mando del grupo quedó el primogénito Francisco Arroyo Chávez.

También fue durante esos años cuando Francisco Arroyo Veduzco decidió que sus establecimientos atendieran a la clientela 24 horas. Curiosamente a pesar de anunciarse como una farmacia, la empresa no vendió condones, ni otros anticonceptivos hasta 2006, lo que muestra el carácter de extrema moral católica de los dueños.

En 1987 Francisco Arroyo Verduzco murió y al frente de la empresa quedaron sus hijos Francisco, Javier y Guillermina.

En 1989 se creó el término Superfarmacia, pues Farmacias Guadalajara tenía un catalogo de productos de los cuales las medicinas eran sólo una parte. Hoy ofrecen artículos que se pueden encontrar en una tienda de conveniencia, una panadería, perfumería. Un concepto al que en la página de la empresa se llama innovador, pero que seguramente fue importado Estados Unidos donde Walgreen’s marcó un estilo de negocio similar desde inicios del siglo XX.


En 2003, Francisco Arroyo Chávez murió y al frente del grupo quedó el hermano Javier, quien es hasta la fecha el director de la empresa y junto con su hermana Guillermina, quien además es la vicepresidenta del grupo, así como la viuda de su hermano poseen el 80% de acciones del Grupo Fragua. Fue Javier quien implanto el plan de crecimiento con apertura de sucursales semanalmente. A lo largo de los años este número ha variado pero la política de constante apertura de nuevas
Farmacias Guadalajara no se ha detenido.

En 2012 Farmacias Guadalajara por fin abrió una sucursal en la capital del país e inauguró también su sucursal número 1000. Actualmente cuenta con más de 2,400 sucursales en todo el país y más de 50,000 colaboradores.

El logo es un círculo en azul claro, donde se perfila con líneas blancas las torres de la catedral de Guadalajara, en medio de las torres la palabra farmacias en vertical y la base como sosteniendo la composición la palabra Guadalajara en horizontal. Fuera del circulo y en una tipografía bold en rojo y con un bordee en blanco y un sombreado en el mismo tono de azul que círculo para dar un efecto 3D, leemos: Superfarmacia

´Farmacias Guadalajara no sólo ha crecido por su política de inaugurar constantemente sucursales, sino que al parecer este modelo de Superfarmacia y la entrega a domicilio, funcionó muy bien en tiempos de pandemia y de acuerdo con el portal del diario reforma la empresa creció el primer año un 9.1%.

publicado originalmente en thepoint.com.mx el 22 de septiembre de 2022

imagenes: farmaciasguadalajara.com

martes, 5 de octubre de 2021

Raicilla, otra bebida jalisciense y sus marcas.

 


Al empezar septiembre es común recurrir al vulgar lugar común; tequila, mariachis, y patrioterismo barato, pero en México hay otras bebidas tradicionales que poco a poco se van conociendo.

Armando Enríquez Vázquez.

Una de las bebidas destiladas de agave menos conocidas a nivel nacional y que sin embargo tiene Denominación de Origen es la Raicilla. Su lugar de origen comprende 16 municipios del estado de Jalisco y uno de Nayarit.

Existen dos tipos de raicilla cuyas características son determinadas por la zona en que se elaboran lo que determina también el tipo de agave que se utiliza en su destilación; Agave maximiliana Baker, Agave inaequidens Koch y Agave valenciana que se utilizan en la sierra. Mientras que el Agave angustifolia Haw y el Agave rodacantha se utilizan para la fabricación en la costa.

La historia de la bebida se remonta al siglo XVII en el que la bebida era consumida por los mineros de esa zona de la Sierra Madre Occidental, en específico en el pueblo de San Sebastián del Oeste en Jalisco. A la bebida un cantinero del pueblo comenzó a llamarla raicilla para confundir a las autoridades coloniales que habían prohibido la producción de bebidas por parte de la población civil, a partir de ese momento la raicilla se convirtió en una bebida clandestina. Durante siglos su producción se llevo a cabo al margen la producción del tequila. En torno a la raicilla existen mitos como que es alucinógena, o que es una bebida milenaria que son falsos.

Actualmente el contenido alcohólico de la raicilla se ubica entre el 35 y 45%, la producción de esta bebida artesanal se lleva a cabo por un puñado de maestros raicilleros y de empresas que comienzan a destacar. Desde 1997 existe un Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla con sede en el municipio de Mascota en Jalisco, donde están representadas alrededor de 16 marcas de la bebida, entre ellas:

La primera marca de raicilla que registró en México; El Real. Fundada por el ingeniero Jorge Antonio Dueñas Peña en 1997, que también es uno de los miembros fundadores y el primer presidente del consejo arriba mencionado. 

Otra marca es Hacienda El Divisadero, aunque la marca se registró en 1999 ya desde 1885 la bebida se fabrica en dicha hacienda fundada por el patriarca de la familia hace cuatro generaciones. Este año ganó la medalla de oro en los Top World Spirit Awards.

La Reina de Atenguillo es una marca de raicilla cuyo slogan es: El tequila es el rey, la raicilla es la reina. Esta marca que ha creado su propio canal de Youtube y experiencias de ecoturismo donde lleva a los visitantes a su taberna, que es como los raicilleros llaman a sus destilerías, y los invita a conocer el mundo de la jima de las piñas del agave y la destilación. El maestro raicillero de La Reina de Atenguillo es un artesano de la bebida llamado Julio Topete Becerra.

No todas las marcas y productores de la bebida forman parte del CMPR.

La familia Salcedo de Mascota fabrica raicilla desde hace al menos tres generaciones y hoy tiene la marca Sierra Mascota.

La Venenosa es otra de las marcas jaliscienses, creada en 2011 por Esteban Morales, la marca tiene siete diferentes versiones del licor, 5 basadas diferentes regiones de la zona raicillera y el tipo de agave utilizado. Las dos restantes; una cambia anualmente la destilería donde se elabora, mientras que la última es una de mayor contenido alcohólico, arriba del 60%.

A partir de 2018, la raicilla tiene dominación de origen que está limitada a los 16 municipios jaliscienses de Atengo, Chiquilistlán, Juchitlán, Tecolotlán, Tenamaxtlán, Puerto Vallarta, Cabo Corrientes, Tomatlán, Atenguillo, Ayutla, Cuautla, Guachinango, Mascota, Mixtlán, San Sebastián del Oeste y Talpa de Allende, y el nayarita de Bahía de Banderas. Anualmente se producen unos 140,000 litros de raicilla al año, una parte de mínima son para exportación. A partir de 2009 los diferentes tipos de agaves para la producción de raicilla comenzaron ser cultivados en parcelas.

La bebida comienza a llamar la atención de los aficionados a los destilados de agave, por lo que los miembros del Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla están decididos a crecer la producción del licor y darlo a conocer en México y el mundo y seguramente lo mismo sucederá con los productores no afiliados.

publicado originalmente en thepoint.com.mx el 6 de septiembre de 2021

imagen: wikipedia.org

miércoles, 24 de marzo de 2021

La Zagala una empresa dulcera del occidente.

 


Existen empresas regionales que se abren paso a nivel internacional, aunque en la capital nos resulten desconocidas.

Armando Enríquez Vázquez

El dulce de leche como es obvio llegó con los españoles, sus animales domésticos y sus costumbres gastronómicas, en el México prehispánico no se conocían ni las vacas, ni las cabras. No así la palabra cajeta con la que llamamos en México a este delicioso postre que nació en nuestro país en la zona del Bajío y que se origina en el pequeño empaque de madera en el que originalmente contenía el dulce y al grito de los vendedores en las calles y que de cajete se transformó a cajeta.

La cajeta es sin duda uno de los dulces con mayor demanda en México y la producción del dulce distingue a la ciudad guanajuatense de Celaya, lo que ha dado lugar al famoso dicho de ir a vender cajetas a Celaya cómo sinónimo de un mal negocio.

Pero en esta ocasión la cajeta y dulces típicos de los que voy a hablar se originan en el pueblo jalisciense de San Juan de los Lagos y a partir del dicho antes citado decidieron hacer su negocio en su estado y en el extranjero. Con los paisanos migrantes. Jalisco es históricamente uno de los estados con más migrantes a Estados Unidos y el municipio de San Juan de los Lagos a pesar de no estar entre los primeros si ha contribuido al movimiento de la población.

La Zagala de Los Altos es una empresa dedicada a la elaboración de cajeta, ate, cocada y dulce de guayaba. Fue fundada en 1972 por el matrimonio formado por Juan José González Pérez y Esperanza Jiménez de González en un inicio el matrimonio producía de manera artesanal cajeta, quesos, jamoncillos y mermeladas. Gracias a un crecimiento constante La Zagala se vio obligada a cambiar su fábrica y su modelo de producción a uno industrial y se centró en la producción de dulces.

En 1985 La empresa comenzó una expansión de su mercado hacía el norte del país, enfocado sobre todo en las ciudades fronterizas como Ciudad Juárez, Tijuana y Laredo, lo que permite a La Zagala iniciar a explorar los mercados del sur de Estados Unidos y en 1990 gracias a distribuidores locales La Zagala entra en el mercado de tres de los estados con una mayor presencia de mexicanos; California, Texas e Illinois.

Fue en la primera década del siglo XXI cuando la marca se posicionó de llenos en el mercado estadounidense y se convirtió en distribuidor directo. Su presencia se extiende a estados como Washington, Oregón, Nevada, Arizona, Nuevo México y Colorado.

Actualmente la oferta de la empresa incluye diferentes tipos de cajeta para fines distintos, además de cajeta sin azúcar, glorias y conos rellenos, obleas de cajeta, miel, cocadas y alfajores de coco, palanquetas de cacahuate, amaranto y ajonjolí, mazapanes rellenos, rollos de guayaba, ates de membrillo, diferentes tipos de jamoncillos entre otros dulces típicos.

El logo de la empresa es una vaca caricaturizada que porta una peineta muy sevillana enmarcada y con un listón debajo de ella donde se lee La Zagala.

Publicado en thepoint.com.mx el 16 de marzo de 2021

imagen La Zagala de los Altos

martes, 2 de marzo de 2021

2050 el final que no fue, imaginación y propuesta.



Es el año 2050, los conductores desde la totalmente transformada capital de Jalisco nos hablan de cómo en parte el encierro y las crisis social y económicas producto de la pandemia cambiaron el mundo.

Armando Enríquez Vázquez.

Hablando de los podcasts mexicanos que no deben pasar inadvertidos entre el abuso de aquellos dedicados a la apología de asesinos seriales, albures y chistes baratos, está la propuesta creada en Guadalajara y que es un verdadero oasis de inteligencia y proactividad; 2050, el final que no fue. Producido por la empresa Esto no es radio y con apoyos de la Fundación Open Society que es administrado por el Centro para los Derechos Humanos Aplicados de la inglesa universidad de York y que se llama Arte + Activismo contra la represión en los tiempos de crisis del COVID 19.

Los creadores y conductores de este podcast; Violeta Meléndez y Pablo Montaño, se plantearon hablar en 10 episodios acerca de los problemas actuales de México desde el futuro. Con una visión optimista que tanto se necesita en estos días. Es el año 2050, los conductores que desde la totalmente transformada capital de Jalisco nos hablan de cómo en gran parte el encierro y las crisis social y económicas producto de la pandemia cambiaron el mundo, la forma en que nos relacionamos con él y de cómo de aquí a treinta años el mundo será otro. Además, como buena ciencia ficción, hablan de otras tragedias que en un futuro supuestamente atacarían a la humanidad como una temporada destructora de súper huracanes, la pandemia del COVID en 2027 y otras que contribuyeron a redefinir el curso de la mentalidad de actual. A eso hay que sumar la desaparición de las fronteras y el colapso de Estados Unidos.

Cada episodio presenta una entrevista con un activista contemporáneo y como desde el treinta años en el futuro narra su lucha actual, la situación presente de su causa para proyectarla 30 años en el futuro, escuchamos voces como las activistas Mina Morgan, dedicada a la defensa de los corales del caribe, Verónica Villa del grupo ETC, dedicado a la conservación y promoción de la diversidad cultural y ecológica, así como a los derechos humanos, el Dr. Luca Ferrari geólogo e investigador de la UNAM,  Luis Zambrano otro investigador de la UNAM, entre otros pues cada uno de los 10 episodios tienen a un activista o especialista que ayuda a desarrollar el tema. No deja por momentos de presentar cierta ingenuidad y más deseo que una solución real, pero los temas están puestos sobre la mesa.

Cada uno de los episodios inicia con una ficción sonora que nos acerca al tema que han de tratar en la emisión. Pero el centro temático se encuentra en la entrevista y en el deseo de la misma por demostrar que las cosas cambiaron, que la sociedad abandonó los combustibles fósiles y los automóviles, la producción y consumo de alimentos locales y aceptar la eterna necesidad del ser humano por cambiar de hábitat al terminar con los recursos de un lugar y que llamamos migración. Lo absurdo de las enormes áreas metropolitanas.

La mirada crítica y política que sataniza el momento que vivimos ahora en México y lo llama La era de la gran estúpidez y pone bajo la misma lupa a los tres gobiernos más irresponsables del continente frente a la pandemia; el de Trump, el de Bolsonaro y por supuesto el encabezado por Andrés Manuel con sus arcaicas propuestas, que terminarán por ser olvidadas como la refinería de Dos Bocas o el destructivo e invasivo Tren Maya son juzgados como verdaderos fracasos desde ese futuro utópico que propone 2050 el final que no fue.

La obsesión de los políticos y en especial de aquellos que han ejercido el poder en nuestra nación radica en como los juzgará la historia, por lo menos desde que tengo memoria ninguno ha pasado la prueba y a los doce meses de que abandonan el poder la imagen de pedestal que han querido erigir de sí mismos se revuelca en el suelo. Para los productores, escritores, conductores y entrevistados nada salvará al actual gobierno de ese mismo camino y en un ejercicio de cómo 30 años después de la era de la gran estupidez, lo único que sobrevive son frases populares devastadoras que la recuerdan como: Bartttlearte a alguien para significar que le robaste a alguien y otra para hablas sobre la acumulación de tragedias que de acuerdo con los conductores del podcast sería: Se me junto la Nahle con el Barttlet. Así como frases contundentes que prueban lo absurdo del ser humano. Por ejemplo, el hecho de crear vehículos que pesan nueve toneladas para transportar a ligeros seres de apenas 85 kg de peso en promedio.   

Al final del episodio 10 se promete el regreso del podcast con nuevos episodios que esperemos que hablen de temas que parecen haber sido olvidados por los creadores como el cambio y la presión económica de las naciones, el papel de China en ese futuro, así como la postura de Europa, de Rusia y sí la carrera espacial continuó en esos 30 años.

Creo que hay mucho que escribir en este formato de ciencia ficción periodístico.


publicado en roastbrief.com.mx el 28 de octubre de 2020


jueves, 3 de octubre de 2019

Cuchillos Ojeda una artesanía jalisciense



En el occidente de México, en Jalisco existe un taller de cuchillería que tiene más de cincuenta años de existencia y sus cuchillos son de calidad exportación.

Armando Enríquez Vázquez

No todas las empresas crecen y se convierten en corporativos de nivel mundial, no siempre una gran marca es una marca que acapara el mercado de su nicho. A veces en una marca sólo existe la satisfacción del desarrollo y manufactura de productos de gran calidad. Ese parece ser el caso de un taller de cuchillería que se encuentra en el poblado de Sayula en el estado de Jalisco.
Sayula se encuentra en el centro sur del estado de Jalisco, tiene alrededor de 35,000 habitantes y se encuentra a un poco más de 115 kilómetros de la Guadalajara, capital del estado.
Este afamado taller de cuchillería con sede en Sayula fue fundado por José Ojeda, un creativo y brillante artesano que presume ser descendiente de una familia de herreros con 12 generaciones, que trabaja en la zona desde tiempos de la Colonia.
José Ojeda Larios nació el 3 de octubre de 1932 en Sayula, fue criado por su tío Salvador que no tenía hijos y le pidió a su hermano el poder criar a uno de sus hijos. José fue el designado a vivir bajo la tutela de Salvador. Ahí aprendió el oficio de herrero, fue a la escuela a los doce años y sólo por tres años hasta que aprendió a leer y hacer cuentas, después a los 15 años, José, abandonó la escuela y se dedicó a trabajar.
Ya a los nueve años había creado sus primeros cuchillos, pero en esos tiempos y durante la mayor parte de su adolescencia no era un artesano cuchillero; era un herrero qué, hacia todo tipo de trabajos con metal. Su historia alargada o sintetizada es básicamente la misma. Una historia de esfuerzo, de trabajo de constancia y de amor por el desarrollo de nuevos productos al lado de la fragua, el yunque y el marro.
Ojeda Larios a fuerza de la experimentación, curiosidad y persistencia fue perfeccionado su arte y la calidad de sus hojas de cuchillo, las belleza de los mangos de los mismos en diferentes materiales se pueden apreciar en su sitio web y en diferentes videos en Youtube. Entre ellos resalta la entrevista que le realizó TG tourgurmet donde vemos al viejo artesano explicar su vida y su arte, así como la historia de Sayula y de su oficio con la elocuencia envidiable. (1)
Resalta la manera en que José Ojeda marca la importancia del oficio del herrero en el desarrollo de la humanidad, que es una visión original y no tan equivocada. José Ojeda ha trabajado no sólo en la cuchillería, se dedicó a la fabricación de armas y logró fabricar pistolas y rifles de repetición con el permiso requerido de la Secretaria de la Defensa Nacional. A finales de la década de los años cincuenta, José Ojeda, vendió su primer rifle semi automático en mil pesos. Cuando se expidió la ley de armas de en 1970, su trabajo como armero terminó y se dedicó de lleno a la cuchillería, su catálogo es extenso; hebillas, bastones de madera con estilete, cuchillos de cocina, hachas, dagas de combate, shuriken, katanas. José Ojeda Larios fue el primer artesano en Sayula en hacer cuchillos de acero inoxidable.
A lo largo de sus ochenta y siete años de vida José Ojeda ha recibido diferentes distinciones a nivel nacional, el más reciente fue el 11 de abril de 2019 el gobernador de Jalisco otorgó un reconocimiento a Don José Ojeda y a su gran labor como artesano, artista. En 2013 fue nombrado miembro de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco (2). El trabajo de su taller ha sido parte de exposiciones internacionales; en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y en Sevilla, por ejemplo.
 Además de su gran experiencia, José Ojeda trabaja de la mano de otros artesanos quienes en ocasiones son los encargados de desarrollar el diseño gráfico que va sobre la hoja del cuchillo.
Los Cuchillos Ojeda tienen su propio logo para distinguirlos de cualquier otro, un cactus muy estilizado que recuerda también el mapa de la República Mexicana con la palabra Ojeda en la parte inferior.
José Ojeda enseñó a dos sus hijos el oficio, creando así la catorceava generación de artesanos del hierro en Sayula.


publicado en thepoint.com.mx el 23 de septiembre de 2019
imagen: cuchillosojeda.com.mx

jueves, 24 de enero de 2019

Un venado tequilero.




Entre las marcas que destacan en el mercado del tequila se encuentra esta que no es tan antigua como otras, pero que sin duda tiene un lugar entre las favoritas del público.

Armando Enríquez Vázquez

En el sitio de la marca de tequila Cazadores se dice que una mañana de hace casi un siglo en 1922, en el poblado de Arandas en Jalisco, un hombre llamado José María Bañuelos, al asomarse a la ventana a contemplar las laderas de los montes cubiertos de agave azul, cuyo nombre científico es Tequilana weber, se sorprendió al ver entre las plantas a un venado, esta visión llevo a José María Bañuelos a concebir una receta para crear un tequila especial y al cual llamó Cazadores.
Pero ni José María, ni su hijo León llevaron la receta al nivel de una producción comercial. La receta era para consumo familiar y en el sitio web de la marca se dice que José María Bañuelos escondió la receta entre las paredes de su casa.
En 1931 nació el hijo de León; Félix. Los padres de Félix vivían en un poblado llamado Jamay ubicado en la ribera este del Lago de Chapala, siendo un niño la familia se mudó a Guadalajara donde Félix ayudaba a su padre a repartir leche y ordeñar vacas, enfrascado en sus estudios Félix avanzó hasta llegar a iniciar la carrera de contador público que suspendió por un tiempo para irse a trabajar a Estados Unidos de bracero, al momento de su partida el joven tenía 17 años de edad, a su regreso insistió a la directora de la escuela de contabilidad el que lo aceptara de nuevo para finalizar sus estudios pues él quería ser empresario.
Abrió una pequeña tienda de dulces y pudo concluir sus estudios. A finales de la década de los años cincuenta Félix se establece en la tierra de sus ancestros, en Arandas. Establece primero una fábrica de productos lácteos a la que llamó La Vaquita, en ella se industrializaban diferentes dulces de leche.
En 1973 Félix Bañuelos decidió comercializar el tequila creado por el abuelo y pone una destilería en Arandas para comenzar a producir Cazadores. Para la etiqueta de la botella Félix escogió la imagen del venado que había visto su abuelo y que sigue siendo la que se asocia de inmediato al mencionar el nombre de la bebida. En poco más de veinticinco años Félix logró que la producción diaria de Cazadores fuera de 40,000 litros diarios y pasar del mercado local y regional a ser una marca con presencia en México y Estados Unidos. En 2002 Bacardi compró la marca, que era ya la quinta en el mercado del tequila y es hasta la fecha la dueña de la marca.
Félix Bañuelos cinco años después de la venta de Cazadores, creó una nueva marca de tequila en compañía de sus hijos a la que llamaron Hacienda Vieja y se destila en las antiguas instalaciones de Cazadores. Uno de los tequilas de la marca, el de mayor calidad se llama Don Félix en honor al creador de ambas empresas.


publicado en thepoint.com.mx el 15 de enero 2019
imagen: cazadores.com


viernes, 2 de noviembre de 2018

Licor de damiana.




Uno de los clásicos de Baja California Sur es un licor elaborado con una planta que también es originaria del estado y tiene sus orígenes en las etnias de la región.

Armando Enríquez Vázquez

Probablemente al pensar en Baja California Sur uno piensa únicamente en Los Cabos y en cactus. En mar y desierto, uno de los paisajes más atractivos sobre la faz de La Tierra. Solamente he estado una vez en su ciudad capital, La Paz, y de eso hace unos veinte años. Pero la belleza de la tierra tierra, de los paisajes y la calidez de los paceños.
Hasta ese momento Baja California era un mapa en la clase de geografía de la primaria cuando Baja California Sur era todavía un territorio federal, y cómo en 1974 su estatus cambió a Estado Libre y Soberano de nuestro país.
En ese viaje a La Paz conocí la damiana y el licor que se hace con ella, así como los mitos alrededor de los poderes de esta planta. La Damiana cuyo nombre científico es Turnera difusa es originaria de México y algunos la han llamado “el té mexicano”.
Entre sus muchas propiedades medicinales se dice que es relajante, buena para la digestión y se le atribuye el ser afrodisiaca, de ahí su gran popularidad en algunas regiones del país.
En el pasado el grupo étnico llamado Guaycuras, el primero en habitar en las cercanías de lo que es hoy Loreto, y de quienes se tiene registro por parte de los misioneros españoles que llegaron a la zona en el siglo XVI como los Guaycuras utilizaban la damiana en diferentes formas, incluido un lícor hecho con la planta, que utilizaban en sus diferentes ceremonias religiosas.
En el blog llamado “Aviada BCS” nos da la pista sobre el origen de la marca más conocida de este tipo de licor, llamado Guaycura Licor de Damiana y cuya botella es muy conocida y orgullo de los sudcalifornianos. Esta botella representa el cuerpo de una mujer que tiene líneas de diosa neolítica de la fertilidad, abundante y redonda en sus formas la botella brilla con el color dorado del licor.
Conforme al Blogger la bebida nació en Cabo San Lucas. Don Julio Gómez Ritchie patentó el nombre de Guaycura Licor de Damiana y años después vendió dicha patente a quienes diseñaron la actual botella. El Guaycura Licor de Damiana, del cual no existe ninguna información en redes de su productor, se produce actualmente en Jalisco conforme a la información de la etiqueta de la botella.
Sería interesante saber a quien se debe el diseño de esta botella, que es un bello recipiente para albergar una bebida que se supone afrodisiaca y que a los ojos de las nuevas generaciones seguramente resulta machista y sexista.
Aunque en la sur de la península aún se produce el licor de damiana en diferentes marcas y diferentes productores locales.


imagen: elpalaciodehierro.com