miércoles, 23 de septiembre de 2015

Mujeres que nos dieron patria.



Además de las grandes mujeres que participaron en la guerra de Independencia de nuestro país y que son reconocidas, existen muchas más de las que se sabe poco y conocemos menos.

Armando Enríquez Vázquez.

Más allá de Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario desconocemos a la gran cantidad de valientes mujeres que participaron de una manera definitoria en la Independencia de México y que los machistas historiadores oficiales y los gobiernos de nuestro país se han encargado de mantener en el anonimato. Por alguna extraña razón y a pesar de que su nombre se encuentra entre aquellos escritos en oro en el recinto del Congreso de la Unión, tanto los libros de historia oficial, como los textos de primarias y secundarias han olvidado a Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín y Lazo de la Vega, quien junto con su marido conspiraba y apoyaba a los Insurgentes de Hidalgo desde la Ciudad de México. Lo mismo sucede con Antonia Nava, la Generala, cuyo nombre también está en el muro de honor del Congreso y quien luchó en Guerrero por la causa Independentista. Además de estas cuatro mujeres reconocidas por la nación con sus nombres en oro, hay otras muchas de las que se tienen algunos datos sobre sus nobles acciones, he aquí algunas de ellas. 
Manuela Medina, a la que apodaron como  La Capitana fue una mujer que caminó de su natal Taxco a las cercanías de la bahía de Acapulco, con la única intención de conocer a José María Morelos y Pavón, a quien admiraba. Finalmente al conocerlo Manuela se puso a las órdenes del caudillo, al que la paranoia y soberbia de Hidalgo encomendó, pensando que era una tarea casi imposible y mantendría a Morelos alejado de la lucha, sin imaginar que lo salvaba y con este hecho la guerra de Independencia continuaría, tomar el fuerte de San Diego donde las fuerzas realistas cuidaban la llegada de diferentes embarcaciones en especial de la famosa Nao de la China. Manuela no sólo logra conocer a Morelos, sino que toma parte en la toma del fuerte de San Diego y se destaca por su valor y arrojo en combate. Cuenta la historia que cuando esta mujer se presentó frente a Morelos, en abril de 1813, sus palabras fueron:
- Ahora moriré contenta aunque me despedace una granada.
Poco se sabe de Manuela, oriunda de Taxco nació en 1780, era indígena pura y alcanzó el grado de capitana en 1813, en los años siguientes continuó luchando en contra de los realistas, Manuela, como Vicente Guerrero, Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria, rechazó el indulto promovido por el Virrey Juan Ruiz de Apodaca en 1816 y que firmaron tantos otros insurgentes a lo largo y ancho del país. Manuela Medina murió en 1822 en Texcoco como consecuencias de heridas que un año y medio antes le fueron provocadas en una batalla y que la mantuvieron todo ese tiempo postrada en cama.
De María Catalina Gómez de Larrondo se sabe aún menos, esposa de un hacendado de la zona de Acámbaro en el estado de Guanajuato, se sabe que era amiga de Hidalgo y vio con simpatía el levantamiento. En una ausencia de su marido que apoyaba a la causa realista, María Catalina se enteró del paso de un grupo de militares realistas que tenían órdenes de detener el avance de Hidalgo y los Insurgentes. María Catalina acompañada por un torero de la región y el contador de la hacienda logró juntar a cerca de 500 personas que tras una escaramuza lograron capturar a los encargados de liderar la expedición en contra de Hidalgo. A pesar de que el pueblo quería linchar a los realistas, María Catalina logró enviarlos a las fuerzas Insurgentes junto con una carta para Miguel Hidalgo en la que narraba al cura las acciones emprendidas por ella y la gente de Acámbaro para detener a los enemigos y hablaba del orgullo de contribuir con la causa:
Yo quedó gloriosamente satisfecha de haber manifestado mi patriotismo y deseosa de acreditar a vuestra excelencia los sentimientos de amor y respeto que tengo a su persona. Dios guarde a vuestra excelencia muchos años. Acámbaro octubre 7 de 1810. 
Sin embargo los presos consiguen escapar y se ordenó entonces la aprensión de María Catalina que fue conducida a la Ciudad de México donde fue encarcelada, más allá de eso nada se sabe. 
Manuela Herrera, en algunas crónicas llamada La Benemérita. Esta mujer era descendiente de una familia pudiente, en un principio ayudó a la causa insurgente con todo lo que pudo y al morir su madre decidió quemar una de sus haciendas para que no cayera en las manos de los realistas. Con la llegada de Francisco Xavier Mina a tierras mexicanas, Manuela va a su encuentro y lo acompaña en sus andanzas, finalmente le da alojó en otra hacienda de su propiedad llamada el Venadito, donde junto con Mina y Pedro Moreno, Manuela es hecha prisionera por las tropas realistas, se habla de que fue amarrada y obligada a caminar desnuda cargando un tronco mientras los soldados la humillaban, después fue liberada al parecer y nada se vuelve a saber de ella.
Finalmente hablemos de una historia que involucra directamente a Miguel Hidalgo y Costilla, en su entrada a la ciudad de Guadalajara, el cura es acompañado por una muy bella muchacha de unos 18 años, vestida de capitán de dragones, esto es de un oficial de la caballería, y custodiada por lanceros. 
Esta misteriosa mujer que disfrazada viajaba también en la carroza del cura, dio paso a uno de los mejores rumores de la guerra de Independencia, aquellos que lograban entre ver a la mujer vestida de hombre creyeron que se trataba del mismísimo Fernando VII, rey de España, que habiendo logrado huir de los Bonaparte había llegado a la Nueva España y se había puesto a resguardo de Hidalgo, que inmediatamente intentó de desmentir estos rumores.
La leyenda urbana le dio entonces el mote a la joven de Fernandito o Fernandita. La Fernandita fue una mujer de Nombre Mariana Luisa Gamba, nacida en Valladolid y la cual después de que su padre fue muerto por los Insurgentes fue confiada a Hidalgo por su madre para salvarle la vida y la honra, por lo que Hidalgo, aceptó a llevarla a Guadalajara y abandonarla en el beaterio de Santa Clara en esa ciudad. Sin embargo esta decisión tan individualizada y con tantas deferencias por parte de Hidalgo para con la muchacha ha llevado a las teorías de sí La Fernandita no era en realidad una hija ilegítima del cura de Dolores o en el caso más extremo una de sus amantes. Tras la salida del cura de Guadalajara, Calleja decidió encarcelar a la muchacha. La historia puede inclinarse porque la joven fuera hija de Hidalgo porque en 1792  fecha de nacimiento de Mariana en Colima, Hidalgo era el párroco de la ciudad. La muchacha y su historia desaparecen al ser liberada del convento en 1821. Las dudas sobre cuál era su relación con el padre de la patria; hija, ahijada o amante siguen siendo discutidas.

Hay muchas otras mujeres que formaron parte de la historia de la guerra de independencia heroínas en diversos grados y con estrategias de lucha diversas. Ya habrá tiempo para hablar de ellas en otra ocasión en esta misma columna. 

publicado en mamaejecutiva.net el 14 de septiembre de 2015
imagen: la1260.com.mx

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