viernes, 27 de septiembre de 2013

La noche que Baltimore se quedó sin potros.





Como por arte de magia el 29 de marzo de 1984 la ciudad de Baltimore se levantó para descubrir que su equipo de futbol americano había desaparecido.
Armando Enríquez Vázquez.
Los Potros de Baltimore nacieron el 28 de diciembre de 1946, cuando la franquicia de los Halcones Marinos de Miami de la recién formada AAFC fue comprada por un grupo de empresarios de Maryland que se llevaron la franquicia a la ciudad de Baltimore y le cambiaron el nombre por el de Potros.
La All American Football Conference o AAFC se fundó en 1944, con  la intención de acabar con la supremacía de la NFL, como única liga de futbol americano profesional. Fundada por Arch Ward, un periodista deportivo de la ciudad de Chicago y algunos empresarios de norteamericanos, la liga sólo funcionó hasta 1949. Tres equipos sobrevivieron a la Conferencia y pasaron a ser parte de la NFL, los 49ers de San Francisco, Los Brown de Cleveland y los Potros de Baltimore.
Durante las siguientes décadas los Potros se convirtieron en un equipo emblemático del futbol americano profesional con su Quarterback Johnny Unitas, que llevó al equipo a los campeonatos de la NFL en 1958 y 1959. Más tarde al fusionarse con  la AFL los potros participaron en el Superbowl III que perdieron frente a los Jets de Nueva York. Dos años después el 17 de enero de 1971, en el Superbowl V los Potros vencieron a los Vaqueros de Dallas 16 a 13 y se convirtieron en los campeones del futbol americano profesional y fue la última vez que la franquicia teniendo Baltimore como sede apareció en un juego de campeonato.
En 1972 en un extraño movimiento cambio la historia de los Potros, el empresario de Chicago Robert Irsay compró a los Rams de Los Ángeles, para después intercambiar franquicias con el dueño de los Potros de Baltimore Carroll Rosenblum. Cuatro años después Irsay declaró que la ciudad de Phoenix le había ofrecido una jugosa oferta para cambiar la sede de la franquicia. Unos meses después a principios de 1977 Irsay cambió el nombre del ofertante por el de la cuidad de Indianapolis. En 1979 Irsay amenazó con mudar la franquicia a Los Ángeles, Memphis y Jacksonville. El trasfondo de todo esto era que desde un principio el estadio de Baltimore; propiedad del gobierno y el cual era compartido con los Orioles franquicia de las Ligas Mayores de Beisbol. Las instalaciones eran insuficientes para ambas empresas. Los equipos tenían que compartir vestidores, las oficinas eran insuficientes para el personal de ambos equipos. El problema era real, como  lo era la ambición de Irsay que lo hizo olvidarse de lo importante, que era el equipo en sí, de tal manera habían caído los Potros que en 1983 eligieron como primera selección a un joven quarterback de la Universidad de Stanford de nombre John Elway. Ante la posibilidad de jugar para el equipo de Baltimore, Elway amenazó con dejar el futbol americano y dedicarse a jugar beisbol con los Yanquis de Nueva York. Los Potros se vieron obligados a intercambiar a Elway con los Broncos de Denver. Irsay fue un desastre como dueño de los Potros. Jugadores, staff y los habitantes de Baltimore nunca le tuvieron estima alguna, como al parecer el no la tuvo por la franquicia.
En 1984 Irsay volvió a la carga con su petición por mejoras al estadio de los Potros. Pero en esta ocasión las negociaciones fueron de mal en peor. Al grado que el legislador local del estado de Maryland, Thomas L. Bromwell propuso a la legislatura local la expropiación del equipo para luego venderlo a empresarios de Baltimore.
Otras ciudades tenían en esta ocasión ofertas claras y ciertas para el cambio de sede de los Potros. Pete Rozelle, el comisionado de la liga, declaró que la NFL no intervendría en el cambio de sede del equipo. Mientras que las autoridades del Estado de Maryland y de Baltimore intentaban buscar soluciones con el empresario, para evitar que el equipo desapereciera.
El 28 de marzo de 1984 la legislatura de Maryland aprobó una ley que permitía a la Ciudad de Baltimore la expropiación de la franquicia. Esa noche camiones de mudanza llegaron al campo de entrenamiento de los Potros y se llevaron todo. Por los siguientes doce años en Baltimore no hubo equipo de la NFL y los potros cabalgan desde entonces en Indianápolis.
Al mediodía del 29 se firmó la ley de expropiación pero los Potros ya no estaban en la ciudad. Más tarde una corte federal declaró que la acción judicial en contra de Irsay y los Potros no tenía valor alguno pues el equipo ya estaba fuera de la jurisdicción de la ciudad de Baltimore al momento que esta se firmó. El mismo 29 de marzo el alcalde de Indianápolis anunció la llegada de la franquicia a la ciudad y la jugosa negociación, para el empresario, que pactó con Irsay.
Bajo el mando de Irsay, para muchos habitantes y posibles patrocinadores de Baltimore fue imposible crear un sentido de lealtad hacia un equipo que cada dos por tres amenazaba con cambiar su sede como única solución a sus problemas.
El cambio de ciudad no hizo de los Potros un mejor equipo y la franquicia siguió sufriendo por los siguientes años, a pesar de tener dinero suficiente para pagar los caprichos de Irsay. En enero de 1997 Robert Irsay murió y fue sustituido como dueño por su hijo Jim, quien en ese momento se convirtió en el dueño de un equipo de futbol americano más joven en la NFL. Diez años le costó al heredero lograr que su equipo llegara de nuevo a un Superbowl y lo ganara. Los Potros comandado por Payton Manning derrotaron a los Osos de Chicago en el Superbowl XLI, el 4 de febrero de 2007, en el estadio de los Delfines de Miami.
La ciudad de Baltimore obtuvo de nuevo un equipo de futbol profesional en la NFL, cuando en 1996 los Brown de Cleveland se mudaron a la ciudad. El nombre de la nueva franquicia celebra a uno de los más celebres ciudadanos y una de sus magistrales obras al llamarse Cuervos, en honor a Edgar Allan Poe y su poema El cuervo. Desde su fundación los cuervos han ganado en dos ocasiones el Superbowl. En 2001 el Superbowl XXXV y esta año al ganarle a los 49ers de San Francisco la edición XLVII del Superbowl.
Robert Irsay permanece, hasta la fecha, en la lista de los dueños de equipos más despreciados de la historia de acuerdo con varios historiadores del deporte.

Publicado en thepoint.com.mx el 24 de Septiembre de 2013
Imagen: sportslogos.net

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