domingo, 17 de noviembre de 2013

Bacterias en el espacio.






La reciente publicación de un estudio con bacterias en un medio ambiente de gravedad cero, ha demostrado que los microorganismos podrían sobrevivir viajes espaciales.

Armando Enríquez Vázquez

Desde hace unos años la presencia de bacterias en las misiones espaciales y sobretodo en las estaciones espaciales han llamado la atención de los investigadores y responsables de las misiones fuera de nuestro planeta.
Las condiciones ambientales tanto de las vuelos como de las estaciones espaciales se conocen como microgravedad y con anterioridad se han  llevado a cabo estudios con bacterias como la Escherichia coli, Salmonella enterica y Bacillus subtilis. Los resultados de estos estudios han sido contradictorios.
Sin embargo, la semana pasada un equipo de investigadores del Instituto Politécnico Rensselear, en Nueva York, dio a conocer los resultados de un estudio que ha llevado a cabo en conjunto con el centro de investigaciones de la empresa aeronáutica Lockheed Martin acerca del comportamiento inesperado de la bacteria llamada Pseudomonas aeruginosa, una bacteria responsable de diferentes infecciones en los seres humanos entre ellas infecciones en el tracto urinario.
Los investigadores escogieron a esta bacteria como fuente de sus estudios para investigar el comportamiento de una bacteria perjudicial para los humanos, sobre todo ahora que la NASA empieza a contemplar misiones tripuladas de mayor duración, dada la facilidad que tiene para contaminar las zona de desperdicios humanos y la lo difícil que es erradicarlas de muchos lugares.
Los descubrimientos con esta especie de bacteria fueron sorprendentes para los investigadores, ya que P. aeruginosa, no sólo sobrevivió a la falta de gravedad y se reprodujo, sino que incluso cuando los nutrientes le fueron disminuidos la bacteria mantuvo el ritmo de crecimiento a diferencia de su comportamiento en condiciones normales, en las que la bacteria al ser privada de los nutrientes el crecimiento de las cepas de la bacteria se reduce.
Esto pone en alerta a los responsables de las próximas misiones espaciales que llevarán seres humanos a Marte y la Luna y que planean tener una mayor duración, pues indica que el comportamiento de ciertas bacterias infecciosas en el espacio debe estudiarse para poder controlar y erradicar problemas que posiblemente se puedan presentar en los tripulantes. Las investigaciones en cuanto a la vida de las bacterias en los viajes espaciales o en las estaciones internacionales apenas han comenzado y parten de opiniones y observaciones contradictorias acerca de la virulencia, resistencia a los antibióticos, y velocidad de reproducción.
Hoy en día y en vísperas de una carrera espacial en la que hasta la India se embarcado al lanzar el pasado 5 de noviembre una sonda espacial con destino a Marte y que tiene como objetivo hacer un mapa de la superficie marciana y buscar rastros de metano en la atmósfera marciana. El metano es un gas que puede indicar rastros de vida, la investigación que conduzca a proteger y mantener a los astronautas, cosmonautas y taikonautas sanos es indispensable.
Como punto final habría que poner a los investigadores neoyorkinos y de otras latitudes en alerta acerca de cómo en el uso de la medicina herbolaria tradicional de nuestro país, la segunda del mundo después de la china, se ha utilizado el aceite esencial obtenidos de las hojas y tallos de la planta de cempasúchil, nuestra tradicional flor de muertos, ha resultado muy eficaz para atacar a la Pseudomonas aeruginosa, de acuerdo con información en la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM.

Publicado en blureport.com.mx el 11 de noviembre de 2013
Imagen: realitypod.com

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