lunes, 17 de junio de 2019

Ovnis ese encanto, morbo, odio en un libro muy ameno.




En 2009 la periodista Laura Castellanos publicó un libro que marca la visión de cuatro décadas de los mexicanos sobre el fenómeno OVNI.

Armando Enríquez Vázquez

Buscando entre los libros de mi biblioteca, me encontré con otro que compré hace diez años Ovnis, historia y pasiones de los avistamientos en México de Laura Castellanos editado por Grijalbo Mondadori.
El libro no tiene que ver con charlatanerías, fanatismo o escepticismo recalcitrante acerca del fenómeno, al contrario, es un pequeño reportaje, 123 páginas, una crónica de lo que el fenómeno ha representado para los mexicanos desde los años sesenta ya hasta la primera década de este siglo.
El trabajo de Laura Castellanos vale la pena leerse por muchas razones; a la gente de la generación que fuimos niños y adolescentes a finales de los años sesenta y durante la década de los setenta nos traerá muchos recuerdos, cientos de ideas que pasaban por nuestras mentes al hablar en la escuela con nuestros amigos sobre el tema, todos o casi todos habíamos visto cosas extrañas en el cielo, o leído o visto en la televisión. Programas como Los Invasores que Castellanos no menciona en su libro, otro que se llamaba UFO que era a una serie inglesa de cual sólo recuerdo un automóvil que abría las puertas hacia arriba, y unas mujeres con pelucas moradas que eran las encargadas de la base terrestre en la luna.
Los titulares de los diarios en la década de los años sesenta cuando el avistamiento de objetos voladores no identificados cobró matices de ilusión colectiva; al grado de anunciarse un desfile de naves espaciales por Paseo de la Reforma, la cual obviamente nunca llegó a suceder, pero de acuerdo con la portada de la sección de la Ciudad de México de El Excélsior del día siguiente, incluida entre las fotografías del libro “Carteristas Hicieron su Agosto con los Famosos Platívolos.” El libro nos recuerda que esa fascinación tuvo manifestaciones más allá de los avistamientos y euforia ciudadana por el fenómeno OVNI, el cine mexicano enfrentó a algunas de sus grandes estrellas como Eulalio González “El Piporro”, contra seres de otros planetas, “Resortes” luchó contra los marcianos acompañado de bellezas intergalácticas y Lorena Velázquez comandaba a una raza de mujeres extraterrestres que venían a invadirnos. Hasta la familia Burrón fue visitada por un extraterrestre, al estilo de los Picapiedra y el extraterrestre Gazú, conforme lo muestra la escritora. En el teatro de carpas llegó una visión pueril en ese entonces del fenómeno OVNI y Palillo montó la obra Los platillos son plutones.
También habla de publicaciones que marcaron a muchos en aquellos años como la famosa revista Duda que hablaba de casos paranormales en forma de un comic o lo que hoy se llamaría una novela gráfica. La revista después evolucionó a otra publicación llamada Contactos Extraterrestres y tenía pequeños libros impresos en papel revolución con casos más extensos de diferentes temas. Incluso como apunta Castellanos el inigualable Rius publicó en esa editorial que se llamaba posada libros como La panza es primero.
El libro de Castellanos habla de los protagonistas del fenómeno en nuestro país, de Pedro Ferriz Santacruz y su legendario programa de radio y después de televisión que en los noventa regresó al radio; Un mundo nos vigila. Jaime Maussan y su Tercer milenio. Haciendo hincapié en una de las únicas ufólogas que existen en nuestro país Ana Luisa Cid. Pero también en aquellos que no creen en el fenómeno; científicos y otros profesionistas; controladores aéreos y pilotos aviadores.
Diferentes grupos y asociaciones hacen presencia en el libro; serias, internacionales y los entusiastas y adictos como Los Vigilantes que desde las azoteas de sus casas en la Ciudad de México y otras de la República surten a diario de videos a Maussan. La propia Laura Castellanos como parte de la investigación para el texto participó en una de estas esperas en la azotea de la casa de una de sus entrevistadas.
Pero el libro no se limita a hacer un recuento de anécdotas o personajes, nos cuenta como la sociedad mexicana fue capaz de hacer que un programa de televisión en vivo durara once horas ininterrumpidas cuando se tocó el tema y acudieron personalidades de ambos puntos de vista. Nos habla de cómo los mexicanos tenemos la misma pasión para creer que para dudar. Es una mirada a otra faceta de la sociedad en tiempos en que nos definimos en la inseguridad y el crimen. El pequeño gran libro de Castellanos no pretende hacernos decidir quién esta en lo cierto y quien en el error. Al final de cuentas, como todo buen ensayo, una invitación a continuar investigando sobre el tema por cuenta propia.

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