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sábado, 23 de junio de 2018

El otro equipo de Paul Brown




Cuando finalmente Paul Brown fue despedido del equipo que fundó en Cleveland y que lleva su nombre, nunca pensó en quedarse fuera del futbol americano y fundó un nuevo equipo.

Armando Enríquez Vázquez

Al finalizar la temporada de 1962 los Brown de Cleveland se convirtieron en un equipo muy pequeño para dos grandes egos, el del dueño del equipo Art Modell y el de su fundador y otrora socio Paul Brown. De hecho, el nombre de la franquicia está basado en el apellido del hombre que hizo una leyenda del equipo durante las décadas 40 y 50, cuando los Brown ganaron 4 campeonatos en la AAFC (All American Football Conference) la liga que los vio nacer y tres entre 1950 y 1955 en la NFL que los adoptó al desaparecer la AAFC. Cuenta la historia de los Bengalíes, que cuando Modell despidió a Brown le dijo: “Este jamás será mi equipo mientras tú estés en él.”
La salida de Brown de Cleveland no le impidió pensar en regresar al futbol americano profesional, en 1965 su hijo Mike desarrolló un estudio acerca de las posibilidades para crear un equipo de expansión en la creciente AFL y concluyó que se podía formar un equipo competitivo en la ciudad de Cincinnati, la cual se encuentra en el extremo opuesto a Cleveland en el estado de Ohio. Mientras Cleveland está en la punta del noreste del estado, Cincinnati se encuentra en el extremo sudoeste de Ohio.
Entusiasmado Paul Brown en compañía de su hijo iniciaron las pláticas tanto con la gente de la AFL como con las autoridades del estado y de la ciudad. Finalmente, en 1967 se le otorgó a la ciudad de Cincinnati y a Paul y Mike Brown la franquicia de expansión.
El nombre del equipo, Bengalíes, fue seleccionado por Paul Brown retomando el nombre de una franquicia que se formó en 1937 en Cincinnati para jugar en la segunda AFL y que desapareció en 1942. Se dice que Paul Brown buscaba así que la afición que lo relacionara con esa tradición. El diseño del primer casco de los Bengalíes fue muy modesto, el casco era anaranjado y la palabra “Bengals” en la parte superior del casco en negro con un marco blanco. El uniforme; jersey negro con números blancos y una franja anaranjada del hombro al cuello, fundas blancas con líneas negras y anaranjadas. En 1981 el casco cambió por el rayado a manera de tigre que conocemos hoy en día.
El 6 de septiembre de 1968 los Bengalíes saltaron por primera vez al emparrillado. Paul Brown llegó a ese encuentro con un récord de 115-46-9. Ese día los Bengalíes enfrentaron a los Cargadores de San Diego como visitantes y perdieron por marcador de 29 -13. La primera temporada no fue una temporada ganadora y los Bengalíes ganaron sólo 3 encuentros y perdieron 11, sin embargo su corredor Paul Robinson fue el líder de la temporada en yardas ganadas con 1,023.
La segunda temporada en 1969 resultó también perdedora para la franquicia de Cincinnati y Paul Brown con un récord de 4 – 9 – 1.
Cuando en 1970 la AFL y la NFL se unieron la decisión fue poner a los Bengalíes en la misma división que los Brown, la rivalidad estaba dada y prometía dos encuentros al año entre los equipos de Modell y de Brown. Esa temporada fue la primera temporada con récord ganador para el equipo de Paul Brown.
Los Bengalíes llegaron por primera vez a un Superbowl en la temporada de 1981, en la edición XVI del juego de campeonato de la NFL los Bengalíes enfrentaron a los 49ers de San Francisco y perdieron por un marcador de 26 – 21, Ken Anderson, quarterback de los Bengalíes tuvo una mejor tarde que el legendario de Joe Montana, con 300 yardas por aire, 2 anotaciones pero tuvo 2 intercepciones. El coach de los Bengalíes era Forrest Gregg, uno de los tacles leyenda de los Empacadores de Green Bay y quien curiosamente de 1975 a 1977 fue entrenador en jefe de los Brown de Cleveland. Siete años después los Bengalíes regresaron al Superbowl y una vez más enfrentaron a los 49ers de San Francisco y perdieron por marcador de 20 – 16. El Superbowl XXIII fue estelarizado por unos Bengalíes que tenían diferente quarterback, Norman “Boomer” Esaison y como entrenador en jefe a Sam Wyche quien de 1968 a 1970 estuvo como quarterback en los Bengalíes donde jugó en 9 partidos en tres temporadas. Desde esa tarde los Bengalíes no han vuelto al juego de campeonato.
A pesar de tener 3 jugadores y en especial uno, Anthony Muñoz que jugó toda su carrera con Cincinanti, sólo ha retirado el número 54 de Bob Johnson quien jugó como centro del equipo de 1968 a 1979.
Cuando Paul Brown se retiró en 1975 como Entrenador en Jefe dejó una marca de 213-104-9, lo que lo convierte en uno de los entrenadores en jefe más ganadores en la historia del futbol americano profesional. Paul Brown murió en 1991. Hoy el equipo sigue perteneciendo a Mike Brown el hijo del legendario Paul.
2018 significa el 50 aniversario existencia de la franquicia.


imagen wikipedia

viernes, 27 de enero de 2017

Los one season wonder, quarterbacks que prometían y no fueron.



Sucede que a veces las selección de un quarterback parece la correcta en la primera temporada y sin embargo el jugador no logra brillar en su carrera. 

Armando Enríquez Vázquez
A lo largo de la historia de la NFL han existido quarterbacks que en su primera temporada parecen estar destinados a la gloria, al Salón de la Fama, a ganar superbowls y destacar como los más grandes dentro de la historia del deporte de las tacleadas, pero la realidad en muchos casos los supera y al cabo de un par de temporadas estos jugadores se pierden en la noche de los tiempos.
Alguien recuerda hoy a Tim Tebow o esos momentos de gloria y arrogancia de Mark Sanchez comiéndose un hot dog a la hora del juego en la banca, en un partido en contra de los Raiders de Oakland.
¿Dónde quedó a Robert Griffin III, quién tras su gran debut en los Pieles Rojas de Washington era visto como una de las grandes revelaciones de la NFL? Hoy está en la lista de los lesionados y como quarterback suplente de los Browns de Cleveland, el peor equipo de la Liga.
En su momento también deslumbraron en su primera temporada quarterbacks como el Boomer Esiason con los Bengalíes de Cincinnati, quien terminó siendo un mejor comentarista de televisión que jugador a pesar de sus trece años en la liga. Al igual que Robert Griffin III, está la historia de un novato que se creía llevaría a los Bengalíes a la gloria en la década de los setenta. En 1969 los Bengalíes seleccionaron a Greg Cook egresado de la Universidad de Cincinnati, donde una tarde lanzó para más de quinientas yardas. En esa primera temporada Cook lanzó para más de 1,800 yardas y 15 touchdowns, los tres primeros partidos de la temporada los ganaron los de Cincinnati con su nueva estrella, quien entonces se lesiono del hombro y regresó a la temporada, pero demasiado tarde y demasiado lesionado aún. A pesar de la temporada perdedora de los Bengalíes Cook era una promesa, pero la lesión en el hombro provocó que no jugara las siguientes tres temporadas y con eso se aceleró su salida de la NFL.
De igual manera en 1993 los Halcones Marinos de Seattle eligieron a un quarterback ganador egresado de Notre Dame; Rick Mirer. Mirer ayudó a mejorar los números de la franquicia de Seattle en la primera temporada, Mirer es uno de los pocos quarterbacks novatos en participar en todos los juegos de su equipo en su primera temporada. En 1995 logró su única temporada ganadora con un record de 7 ganados y 6 perdidos. En 1997 fue transferido a los Osos de Chicago y después poco a poco Mirer, a quien se veía como una promesa se fue hundiendo en temporadas en diferentes franquicias como los Jets y los Raiders.
En la lista de grandes quarterbacks en activo con una primera temporada extraordinaria que aún no han logrado hacer de su equipo un ganador de Superbowl se encuentran Cam Newton, Andrew Luck, Andy Dalton y Matt Ryan.
Los quarterbacks maravillosos de una sola temporada desaparecen por causas que están implícitas en su poco imaginativa forma de jugar y evolucionar en el juego, por lesiones o porque deslumbrados por jugosos contratos cambian de equipos sin valorar la labor de su línea ofensiva o de los receptores. Despreciando el talento del equipo y la importancia de los demás en los triunfos.
Parece que siempre habrá nuevos y deslumbrantes estrellas el asunto es que hagan de su paso por la liga algo memorable.
Sin ir más lejos basta pensar con lo que en esta temporada está sucediendo con Dak Prescott de los Vaqueros de Dallas, que tiene al equipo con cinco ganados y un perdido o con Carson Wentz que a lo largo de cinco juegos ha logrado tres victorias para las Águilas de Filadelfia, rival de conferencia de los Vaqueros, Wentz le quitó lo invicto a los Vikingos de Minnesota el pasado domingo y se encamina a enfrentar a los Vaqueros el domingo por la noche.
Ambos novatos sobrepasan ya las mil yardas lanzadas, Prescott tiene 7 touchdowns y Wentz 8. A Prescott lo han interceptado en una ocasión y a Wentz en 3. Hoy son las grandes esperanzas de la Liga y de los aficionados a estos equipos. Lo mismo sucedió en temporadas pasadas cuando los Broncos de Denver debutaron a Tim Tebow en 2011, que hoy ya no está siquiera en la NFL.
Las carreras de los grandes se construyen un juego a la vez, y aunque hoy Dak Prescott ya haya roto el primer record impuesto por Tom Brady, al lanzar 135 pases sin ser interceptado, hay todavía un largo camino para que el Joven quarterback de los Vaqueros pueda siquiera pensar en opacar a las dos glorias del equipo de la estrella solitaria, Troy Aikman y Roger Staubach.  
Los chicos maravilla que llegan a la NFL y en su primera temporada marcan la diferencia para su equipo son muchos, los que hacen de su equipo una leyenda y crecen con él son los menos.

publicado en DeLaPizarraALaCancha.com.mx en Noviembre de 2017
imagen: livestrong.com

domingo, 13 de julio de 2014

Una carrera en la NFL que duró medio partido.





Jugar en la NFL es un sueño de muchos chicos, pero a veces esos sueños se convierten en pesadillas.
Armando Enríquez Vázquez.
En 1968, la AFL incorporó a un nuevo equipo a la liga. La décima franquicia en la liga fueron los Bengalíes de Cincinnati, a la cabeza de los inversionistas que obtuvieron la franquicia de la AFL se encontraba el legendario Paul Brown, en cuyo honor el equipo de Cleveland lleva se apellido, Brown recordó a otro equipo profesional de futbol americano que había jugado en la ciudad, y bautizó a la nueva franquicia como Bengalíes de Cinncinati.
El predecesor había jugado en una liga alterna a la NFL de 1937 a 1941. Brown adquirió la franquicia únicamente cuando estuvo seguro que se convertiría en un equipo de la NFL, no era partidario de la AFL, pero ya se hablaba de la fusión de ambas ligas, lo que le interesaba a Brown, porque creía no podría obtener un equipo de manera directa de los directivos de la NFL.
Así surgieron los Bengalíes. Su primera temporada fue una temporada perdedora y los Bengalíes ganaron 3 juegos y perdieron 11 perdidos, quedaron en el último lugar de su división pero no fueron los peores de la liga. Ese ignominioso lugar correspondió a los Bills de Búfalo que sólo ganaron un encuentro.
Entre todas las anécdotas de aquella primera temporada la que me llama la atención es la siguiente. El primero de diciembre los Bengalíes se enfrentaron a los Patriotas de Boston. En el Fenway Park, en ese entonces casa de los Patriotas. Los Bengalíes habían tenido un problema con su principal pateador y Paul Brown decidió llamar a un joven que había entrenado durante el verano con los Bengalíes.
Rex Keeling, nació en Dallas, Texas el 9 de Septiembre de 1943, se graduó de la Universidad de Samford y a los 25 años de edad recibió la llamada de los Bengalíes. El futbol, quizás, ya no figuraba en su plan de vida y se dedicaba a vender carros en la concesionaria de su padre. Los Bengalíes perdieron ese día por un marcador de 33-14. Rex Keeling despejó en seis ocasiones durante la primera mitad del encuentro para un penoso promedio de 28.3 yardas por patada.
Incluso en un momento dado Brown, ya desconfiado por la actuación de Keeling, decidió hacer un engaño de patada en la mitad del campo, pero Rex falló al momento de recibir el centro y malabareó el ovoide, terminando por lanzar un pase que los oficiales determinaron como fumble, el cual fue recuperado por los Patriotas y que terminó con una ofensiva que anotó a favor de la escuadra de Boston.
Al medio tiempo el marcador era de 26-0 a favor de Boston y Paul Brown entró al vestidor enfurecido por la actuación de sus jugadores, comenzó a reprender a Keeling y le dijo, palabras más, palabras menos:
-¡Este juego te queda demasiado grande! ¡No tienes ni la menor idea de cómo se juega! ¡Estás despedido!
Paul Brown se volteó y le dijo a su hijo Mike que se encargaba de las finanzas del equipo:
- ¡Hazle al chico un cheque por lo que se le debe!
Y por si la humillación no hubiera sido poca, Paul dijo en voz alta.
-¡Eso me pasa por tratar de hacer un pateador de un vendedor de coches!
Keeling no volvió a jugar futbol americano profesional en el resto de su vida, murió el 10 de junio de 2010.
Existen carreras que duraron aun menos que la de Keeling dentro del futbol americano de la NFL y tal es el caso de Ryan Sutter, que egresó de la Universidad de Colorado y fue seleccionado por los Cuervos de Baltimore, pero fue cortado antes de iniciar la temporada en 1998, unos días después firmó con las Panteras de Carolina, su primer y único juego, de hecho su única jugada dentro de la NFL sucedió en noviembre de ese año al entrar con los equipos especiales durante una patada de despeje frente a los Jets de Nueva York. Al Intentar bloquear a uno de los tacles de los Jets, Sutter se lesionó el hombro y fue puesto en la lista de jugadores lastimados, sin embargo fue despedido al final de la temporada. El verano siguiente firmó con los Halcones Marinos de Saettle pero no sobrevivió a los recortes de los entrenamientos de verano. Eventualmente jugó una temporada en la liga internacional con los Dragones de Barcelona. En 2005 lo volvió a intentar, esta vez con los Santos de Nueva Orleans pero una vez más se lastimó y no pasó de los entrenamientos de verano.
Sutter se volvió reconocido cuando ganó un reality de la televisión norteamericana y se casó con la soltera que protagonizaba el programa. Actualmente siguen casados y viven en Colorado.

Imagen: weaponsman.com

miércoles, 16 de octubre de 2013

Adueñándose de las esquinas y los Browns de Cleveland.



Arthur B. McBride el fundador y primer dueño de los Browns de Cleveland, inicio con una cuadrilla de voceadores de periódicos, una flotilla de taxis y ciertas amistades sospechosas.
Armando Enríquez Vázquez.
El equipo de los Browns de Cleveland nació en 1944, cuando un hombre llamado Arthur B. McBride fundó la franquicia en la ciudad como parte de la nueva liga de futbol americano profesional llamada All America Football Conference, conocida como AAFC y que pretendió acabar con la hegemonía que tenía la NFL. La iniciativa para la nueva liga surgió de un periodista y promotor deportivo que trabajaba para el Chicago Tribune  de nombre Arch Ward. Este hombre también fue el creador e impulsor de la idea del juego de estrellas del beisbol profesional. Ward reunió a diferentes hombres de negocios dispuestos a formar franquicias de futbol americano profesional, en una época en la que el futbol americano colegial tenía mayor prestigio y espectadores que el profesional y en la que otros intentos por destronar a la NFL habían fracasado.
Entre los empresarios que Ward reunió, se encontraba un hombre que vivía en la ciudad de Cleveland y al que Ward había conocido en Chicago en el medio de los periódicos, pero que lejos de ser periodista se había encargado de ganar las batallas callejeras por la venta de los diarios.
Arthur B. McBride nació en Chicago en 1888 y desde temprana edad se dedicó a vender periódicos. De acuerdo con una anécdota que él narraba, alguna vez en su infancia compró 50 diarios en 50 centavos y vendió todo el atado de periódicos en un dólar, a partir de ese momento se dedicó al negocio de los periódicos y durante sus primeros años trabajó para la empresa del famoso William Randolph Hearst, el magnate en el que supuestamente se basó Orson Welles para el Ciudadano Kane. En 1913, McBride se mudó a Cleveland para encargarse de la venta del Cleveland News. Ser el gerente de ventas implicaba en aquellos días ganar batallas callejeras, esquina por esquina, en contra de otros periódicos, por lo que la fuerza de venta de un periódico, o sea lo voceadores, tenían que estar dispuestos a pelear con puños y palos por sus esquinas, y ese fue el trabajo de McBride. Algunos conectan a McBride con ciertas prácticas gangsteriles. Lo cierto es que en 1930 McBride abandonó su empleo en el periódico para hacerse de una flotilla de taxis y fundar su propia compañía con ellos en Cleveland, así como negocios relacionados con bienes raíces.
Cuando Ward lo invitó  a formar parte de la AAFC, McBride, aseguró la franquicia para Cleveland: En 1945 McBride contrató a una de las más notables estrellas del futbol americano en el estado de Ohio para ser el entrenador y gerente general del equipo. Paul Brown. Paul Brown nació el 7 de septiembre de 1908 en el pueblo de Norwalk en Ohio y tras fracasar en sus intentos por jugar para la Universidad Estatal de Ohio terminó siendo quarterback para la Universidad de Miami en Oxford, Ohio. Tras sus años de jugador colegial Brown se convirtió en entrenador y tras 14 años de entrenador para diversas universidades entre ellas la Universidad Estatal de Ohio, aceptó la oferta de McBride en el futbol americano profesional, para muchos Paul Brown es el hombre que revolucionó el futbol americano profesional.
El nombre del equipo viene del apellido de Brown y no del color, por lo que inclusive en español se debe decir los Browns de Cleveland y no los cafés. Se dice que en un principio McBride estableció un concurso entre los habitantes de Cleveland para ponerle nombre al equipo. El nombre ganador fue Panteras, pero pronto surgió un ciudadano que afirmó tener los derechos del nombre Panteras de Cleveland en un equipo semi profesional, por lo que el nombre fue descartado y en reconocimiento al entrenador se le dio el nombre de Browns.
En 1946 los Browns de Cleveland jugaron su primer partido de la AAFC en contra de los Halcones Marinos de Miami. Los Browns ganaron los cuatro campeonatos que se disputaron dentro de la AAFC y retaron a lo largo de esos años a los campeones de la NFL para crear lo que años después la AFL logró creando el Superbowl. Sin embargo la NFL, consciente de que aceptar el reto implicaría el reconocimiento de la AAFC, se negó siempre a estos encuentros. En 1949 la NFL aceptó tres de los equipos de AAFC dentro de la liga: Los Browns de Cleveland, los 49ers de San Francisco y los Colts de Baltimore y la AAFc desapareció.
Ya siendo parte de la NFL los Browns ganaron el campeonato de 1950, mostrando la calidad que los hizo los únicos campeones de la AAFC.
En 1949 el crimen organizado comenzaba a ser foco de atención de revistas y periódicos a los largo y ancho de los Estados Unidos, finalmente en 1950 el Senado de los Estados Unidos creó una comisión para investigar al  crimen organizado y que se conoció popularmente como el Comité Kefauver, porque el senador que lo encabezó se llamaba Estes Kefauver. En 1951 Arthur B. McBride testificó ante el comité. Aunque nunca se le arrestó, ni se levantó acusación alguna en su contra, McBride decidió deshacerse de su equipo de futbol americano y alejar así las sospechas acerca de apuestas arregladas. En 1953 Los Browns fueron vendidos a un grupo de empresarios de la ciudad por seiscientos mil dólares. En 1954 y 1955 Paul Brown volvió a llevar a su equipo al campeonato.
Arthur B. McBride continuó por el resto de su vida con su negocios de taxis y los negocios inmobiliarios. Murió de un ataque cardiaco el 10 de noviembre de 1972 a la edad de 84 años.
Paul Brown se mantuvo como entrenador de los Browns hasta 1963 cuando fue despedido por el nuevo dueño del equipo Art Modell, sin embargo Paul Brown fundó un equipo dentro de la AFL y fue su entrenador hasta 1975, el equipo que también tiene su sede en una ciudad del estado de Ohio son los Bengalíes de Cincinnati.
Al año siguiente de la salida de Brown, el equipo de Cleveland ganó su último campeonato de la NFL. Hasta la fecha es uno de los dos equipos de la NFL que nunca ha jugado un juego de Superbowl. El otro son los Leones de Detroit. 

publicado en thepoint.com.mx el 15 de Octubre de 2013
Imagen: en.wikipedia.org