viernes, 27 de diciembre de 2013

2013, Democracia cero.





El primer año del nuevo gobierno dejó en claro de que va para los próximos cinco por lo menos. Nada de democracia, mucho de demagogia.

Armando Enríquez Vázquez.

No existe término más prostituido en la política mexicana que democracia. Y por si esto no fuera claro, baste con ver la imposición que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha hecho con la aprobación de la reforma en materia de energéticos. Sin debates. Doblando la ley hasta antes de que se rompa, sin importar lo que lo mexicanos hubiéramos opinado a favor o en contra, salvaguardando no a la nación si no los intereses de los menos incluido el sindicato de PEMEX y sus corruptos lideres.
Una democracia que no puede funcionar mientras el congreso servil tenga que sesionar tapiado, impidiendo a cualquier ciudadano, opositor o a favor de los cambios pueda penetrar en el recinto legislativo, ese espacio que se supondría ser el espacio democrático per se,  se ha vuelto oficialmente en otro más de los espacios donde la oligarquía, sin pudor alguno se protege y actúa en su propio beneficio.
Ante la mirada del gobierno priístas somos los mismos imberbes a los que Don Porfirio no podía dejar una boleta electoral, pues somos incapaces de saber qué es lo que más nos conviene. Estamos impedidos para forjarnos criterios e incapacitados para ser responsables de nuestras decisiones, por lo que el estado mexicano una vez más actúa como tutor del Pueblo. Un tutor que parece un cínico y ambicioso personaje al mejor estilo del melodrama que domina las pantallas chicas y grandes de nuestro país.
Ya lo dijo Vargas Llosa en 1990 y pareciera que la historia se pretende repetir: con el PRI México ha vivido la Dictadura Perfecta. Hoy, como en el pasado, pareciera que el PRI gobierna con una serie de partidos satélites, que se disfrazan de oposición, lo más patético es que hoy esos partidos satélites, parecen incluir al PAN y al PRD. Todos aliados para nulificar a la ciudadanía y sólo gobernar en pos de sus propios beneficios. Hoy en México la ciudadanía no está ya representada por ningún partido político. Hoy tristemente nuestra democracia se limita a los casos 16 millones de comerciales que en los medios de comunicación se transmitieron en el año de acuerdo con el moribundo IFE, por parte de los partidos políticos y el mismo instituto. A esos debemos sumar los que haya producido y enviado el gobierno federal a través de sus diferentes dependencias. Si la revolución fue institucionalizada, ¿por qué no habría de serlo la democracia y el derecho a votar con figuras tan corruptas como el IFE y ahora el INE?
La demagogia y la compra de prebendas para muchos conductores de los medios principales, así como a los dueños de las empresas de comunicación han regresado a ser la moneda de diálogo entre autoridades y la mayoría de los encargados de informar y hablar a los ciudadanos. Hoy la censura ha regresado. Y a decir, por ejemplo del GDF, no existe la narcotráfico en la capital del país, pero lo ejecutados se fueron amontonando a lo largo de 2013, lo mismo sucedió con los feminicidios en el Estado de México.
La demagogia, como es clásico del PRI, que a hace muchos años perdió por su prepotencia, la capacidad de dialogar con los ciudadanos, a pesar de haber sido oposición doce años jamás reencontró la forma de hacerlo, su argumento principal es a través de dadivas y hacerse de la vista gorda ante transas menores que les permiten dejar satisfechos a algunos de los gobernados, mientras que los gobernantes suelen hacerse de millonarias fortunas que acaban por saquear la economía nacional. ¿Cuántas devaluaciones en los últimos cincuentas años por la avaricia de los presidentes priístas y sus séquitos, que han dejado a los mexicanos como uno de los peores países de Latinoamérica?
Es triste como nos perciben en el extranjero, como nos percibimos nosotros mismos y como tratamos de evadir nuestra realidad a través de ahogar las penas de un país con tantas diferencias por medio del tequila, lo que nos ha puesto en 2013 como el país con el más alto consumo de alcohol en la región. Como nuestros niveles educativos son inferiores a los de países como Vietnam y como somos unos de los países más corruptos a nivel mundial. Pero los spots del Gobierno Federal recalcan el nacionalismo, los del Gobierno del Distrito Federal a la tranquilidad en la que vivimos y los del IFE y del IEDF presumiendo una transparencia y participación que en realidad son ficticias o maquilladas. En México, la democracia, como muchas otras cosas, existen sólo en la televisión.
Algo está podrido en México. Algo de lo que somos totalmente responsables. No somos víctimas de nada, somos tan pecadores como aquellos que están matando a la vaca.

publicado en blureport.com.mx el 24 de Diciembre de 2013
imagen. vertigopolitico.com

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