miércoles, 22 de noviembre de 2017

PRI y Venezuela.



El líder del PRI Nacional acusa a la oposición de querer llevar a México al autoritarismo popular e intransigente, cuando los miembros de su partido empezando por el presidente del país no demuestran que ya estamos ahí.

Armando Enríquez Vázquez

Cuando algún jefe de gobierno extranjero, organismo internacional o cualquier persona de una nacionalidad diferente a la nuestra habla en contra del país evidenciando la corrupción y la impunidad que prevalecen en México, el gobierno, en especial los priístas, aluden a la Doctrina Estrada y el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, sin embargo en los últimos tres sexenios; los dos panistas y el actual priísta, los presidentes mexicanos y sus secretarios de relaciones exteriores, incluso el actual presidente nacional de PRI no han dudado en meterse en lo que no les importa, de acuerdo con la citada doctrina, y atacar a diferentes gobiernos alrededor de América Latina, en especial a Venezuela.
Pero el cinismo y pocas luces de hombres como Enrique Ochoa Reza, Enrique Peña Nieto, César Camacho Quiroz y sobretodo Luis Videgaray sólo demuestran que lo inició Fox con su secretario Derbez y continuó Calderón, ha llegado a su cúspide con la dupla Peña Nieto - Luis Videgaray; la anulación de la diplomacia mexicana. Para convertirse en provocador en el caso de Fox y el achichincle de Estados Unidos con la patética actuación de Luis Videgaray frente al asunto de Trump hace más de un año, a lo que se suman declaraciones que ha hecho acerca de Venezuela.
Tanto Luis Videgaray, como Peña Nieto han sostenido una guerra de declaraciones en contra de Venezuela, y por supuesto la dictadura venezolana no tiene absolutamente nada de admirable y nuestra solidaridad con los venezolanos que sufren el autoritarismo de un loco y sus huestes de ambiciosos y serviles que lo acompañan haciendo de Venezuela uno de los países más pobres y lastimados de América Latina. Pero tanto el Secretario de Relaciones Exteriores y el presidente olvidan que México comienza acercarse peligrosamente a convertirse en un estado similar a Venezuela, en esa dictadura perfecta que tanto le gusta ejercer a los priístas.
Enrique Ochoa Reza, presidente nacional del PRI, en ese acusar sin darse cuenta de que el PRI es cualquier cosa a excepción de una blanca paloma, no sólo la ha emprendido contra los líderes de la oposición dando periodicazos desde medios serviles como El Universal, si no utilizando a Venezuela como especie de coco al hablar de que es el modelo a seguir por el eterno candidato de Morena; Andrés Manuel López Obrador. Lo que no dice el corrupto líder del PRI, es que quien tiene a México al borde de convertirse en Venezuela es el PRI y el presidente Priísta que han hecho de este sexenio no sólo la cúspide de la impunidad, la corrupción, la opacidad y la criminalidad en México en lo que va del siglo, sí no también de la inseguridad y la pobreza.
En México el autoritarismo de Peña Nieto y compañía no sólo se muestra en los ataques del supuesto presidente democrático a los ciudadanos comunes, en el silenciar a periodistas, en el intentar acallar a empresarios críticos del régimen. Hoy sus nulas acciones por hacer crecer al país de una manera sana quedan demostradas por el fracaso de las reformas estructurales que quisieron ser impulsada a partir de decretos y no de acciones claras y transparentes. En el desprecio por las instituciones que surgen desde Los Pinos.
Un México donde la oposición menospreciada y temida por el gobierno, es insultada de manera vulgar por la bancada priísta en la cámara de diputados incapaz de dialogar y acabar por medio de la razón con los argumentos de sus contrincantes políticos, para horas más tarde, negar de manera cínica lo que está grabado. Habría que decirle a Peña Nieto, Ochoa Reza, Camacho Quiroz y a la patética diputada Arlet Mólgora con sus imbéciles declaraciones y aclaraciones que lo único que han demostrado tras esa triste manifestación de vulgaridad e intolerancia, es que el PRI es homofóbico e incapaz de aceptar la diversidad, por lo que una de sus maneras para descalificar argumentos válidos de la oposición como era revisar la cuentas de Eruviel Ávila mientras fue gobernador del Estado de México es contestar tratando de denostar al otro acusándolo de homosexual.
Habrá que pedirle a la homofóbica Arlet Mólgora, legisladora por Quintana Roo, nos explique donde está su compromiso con las mexicanas y porque no pide la investigación de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre en lugar de manifestar su homofobia a grito pelado en el recinto Legislativo de la Nación al cual debería mostrar el debido respeto, más desde su cargo. En especial cuando el PRI siempre se ha quejado de la oposición cuando ha utilizado este tipo de manifestaciones. De la misma manera en que César Camacho Quiroz debe evitar buscar de exculpar a sus correligionarios, porque termina viéndose más intransigente de lo que es.
Pero más allá del grito, de la forma de demostrar la falta de argumentos de los priístas para debatir, es el fondo de estas actitudes que muestran que detrás de todo lo que importa es descalificar a la oposición a cómo de lugar. Como en Venezuela.
Peña Nieto inició su sexenio metiendo a la cárcel a líderes sociales como José Manuel Mireles, autodefensa de Michoacán, como en Venezuela. Hoy México carece gracias al PRI y a Peña Nieto de autoridades judiciales, no existe un Procurador General de la Nación, tampoco un Fiscal de la Nación, un Fiscal Electoral, ni un Fiscal Anticorrupción. Como en Venezuela.
Los elementos para corromper y manipular las próximas elecciones de 2018 están en marcha, desde el acopio de recursos monetarios y de consumo para comprar votos, hasta una aplicación de dudosa calidad y credibilidad creada por el parcial INE para dificultar el apoyo ciudadano a los candidatos independientes. Similar a lo que sucede en estados totalitarios como Venezuela.
La corrupción, el autoritarismo, la violencia y la impunidad están desatadas, no como en Venezuela si no peor, mucho peor.
Y habrá que aclararle al presidente nacional del PRI, tal vez el mesías tropical quiera convertir a México en Venezuela, para mantener la opacidad y corrupción que caracterizó su gobierno de la capital del país. Pero es el PRI, su presidente de la nación, sus legisladores y sus secretarios los que están hundiendo a México mucho más allá de lo que está Venezuela.

publicado en blureport.com.mx el 15 de noviembre de 2017

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