miércoles, 20 de diciembre de 2017

¡Arrancaaaan!



Inicia la carrera por la presidencia del país con tres candidatos proclives a la opacidad y otros a los que les será imposible competir en la realidad. 

Armando Enríquez Vázquez

Ya están listos los principales actores del circo a tres pistas que veremos a lo largo de la primera mitad del año entrante. El Mesías por Morena, el Ungido por el PRI y el Autoproclamado por el PAN. Debemos estar pendientes porque los problemas del país serán minimizados, olvidados y las soluciones serán tan sencilla como esos quince minutos en los Vicente Fox aseguró que iba a arreglar el conflicto armado de Chiapas, un asunto que creció de tal manera que hoy el EZLN pudiera tener a su primera candidata a la presidencia. La lucha por la presidencia será como lo ha sido en los últimos años un asunto de chismes y periodicazos que poco abonan a la discusión de la agenda, los problemas y los retos nacionales.
Lo único que nos debe quedar claro a los ciudadanos mexicanos es que entre las propuestas militarizantes del PRI, los golpes de pecho y los gritos de ¡Mea culpa! de Anaya  y la República del Amor, donde criminales de cuello blanco de la burocracia de este país, así como narcotraficantes y criminales organizados habrán de encontrar el Perdón del Mesías Tabasqueño y por lo tanto seguir disfrutando del Cielo en la Tierra que les permitirá López Obrador, nada absolutamente nada se hace por México o por sus ciudadanos.
En ocho meses México tendrá un nuevo presidente y son nuestra obligación y responsabilidad elegir al menos malo de los que aparezcan en la boleta, porque me queda claro que ninguno será el mejor. Es obvio que José Antonio Meade Kuribreña es el candidato de la mafia del poder llamada por López Obrador PRIAN. Mientras en su pista circense se encuentran la mafia del poder de MorenaPRD. En ambas pistas se encuentran grupos aliados del crimen organizado y Anaya esta formando una nueva alianza de poder mafioso entre PAN PRD y MC.
Los grandes perdedores del circo, los patéticos payasos del mismo son aquellos panistas ubicuos que encabeza Felipe Calderón y que se hacen llamar los rebeldes del PAN, los aliados del PRI o los Locos del Ritmo, malos perdedores que intentan a como de lugar recuperar espacios de poder apoyando la patética candidatura “independiente” de Margarita Zavala, una mujer que sólo ha demostrado a lo largo de los años de su precampaña su ignorancia e intolerancia, algo que no necesita México pero que también es el lenguaje más usado por el otro extremo de la contienda. Andrés Manuel López Obrador desde sus días como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México ha utilizado el lenguaje del odio separando siempre a los ciudadanos entre “pirrurris”, “riquillos” con gran desprecio, pero aliándose para satisfacer su ambición a los “archirriquillos” del país como Alfonso Romo, o uniendo a su campaña a personajes tan oscuros en el manejo de dinero como Lino Korrodi.
El fuego amigo dentro del PAN que habrá de enfrentar Ricardo Anaya, viene de Calderón y sus esbirros, los senadores Javier Lozano, Ernesto Cordero y Roberto Gil Zuarth verdaderos traidores, como Fox y Calderón, a los mexicanos y al PAN y aliados bufonescos de la caricatura que tienen por candidata “independiente”.
Del discurso de Meade, lo único que me llama la atención es la promesa de convertir a México en potencia mundial, y llama la atención porque en el momento en que más sufrimos de ataques del esquizofrénico gobierno de Donald Trump, la respuesta en sentido contrario y directo al discurso del intolerante presidente norteameriocano, es buena y totalmente distinta, al menos en el discurso, al servil Enrique Peña Nieto y su secretario Videgaray. México necesita mostrar que nos vale no ser aliados de Estados Unidos porque en el mundo ancho y ajeno de la globalización es más importante ser aliado de China, de la Unión Europea o de Latinoamérica que de Estados Unidos.
En el circo de las elecciones también habrá pequeñas pistas que tal vez ofrezcan una visión diferente sobre el país, sobre nuestros compatriotas y sobre las injusticias y desigualdades que a lo largo de este siglo han promovido los actos de gobierno del PAN, del PRI y del PRD.
Tal es el caso de María de Jesús Patricio Martínez, la mujer de origen nahua que el EZLN ha propuesto para la presidencia del país y que representa la voz de aquellos que en muchas situaciones hemos decidido ignorar y que los diferentes gobiernos federales han decidido hacer invisibles y sólo utilizarlos para el discurso de tolerancia e integración de todos los grupos de mexicanos que existen a lo largo de nuestro territorio nacional.  Conocida como Marichuy, la médica tradicional, originaria de Jalisco, se encuentra recolectando firmas para obtener una candidatura independiente a la presidencia. Al menos intenta que volteemos a ver al otro México que no responde a las tradiciones judeocristianas y que está ahí.
Hay muchos otros que buscan una candidatura independiente, pero a la fecha el primero que parece que la conseguirá es el actual gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” y en segundo lugar aparece la candidata de Felipe Calderón.
Los candidatos de los partidos con registro han tomado ya su lugar en la pista circense que les corresponde en espera de que se prendan las luces de manera oficial para iniciar a golpear a sus contrincantes políticos. Para los ciudadanos la elección no será fácil, la pobreza de propuestas de los candidatos mostrada hasta el momento, hace de López Obrador, el más propositivo, claro que lleva 18 años en campaña lo que le da clara ventaja frente a los otros, pero también lo vuelve más vulnerable, porque ha lo largo de casi dos décadas ha demostrado la facilidad con la que cambia de aliados y de enemigos, ha demostrado también su intolerancia e intransigencia a quienes considera opositores y su falta de transparencia.
Algo similar sucede con Meade cuyos amarres políticos lo han mantenido en los puestos importantes a lo largo de dos sexenios de partidos distintos. Pero eso también lo muestra como un político hábil, que sabe salir en la foto, que no se mueve mucho. Lo que no nos dice nada absolutamente nada de él como posible director de los destinos de los mexicanos. Tiene el perfil de muchos priístas que fueron candidatos presidenciales y una vez llegados a la silla mostraron sus peores apetitos. De Anaya, lo único que sabemos es que a pesar de la oligarquía al interior del PAN dirigida por Felipe Calderón supo crear las condiciones para aliarse con partidos de Izquierda y crear un frente que lo hace competitivo y mejor posicionado que Margarita Zavala o Rafael Moreno Valle, quienes al igual que Anaya iniciaron su precampaña hace muchos años, pero demostraron ser menos inteligentes y mucho menos creativos en la formación de sus bases y aliados políticos. Me queda claro que a ninguno de los tres le alcanza solamente con el PAN o la caricatura de ese partido que hicieron Vicente Fox y Felipe Calderón.
Pero al final y si México es la democracia que presume ser, todo se reduce a por quien votaremos los millones de ciudadanos y de que manera estamos dispuestos a defender esa mal llamada democracia en la que vivimos para impedir otro sexenio de robos, secuestros, impunidades y opacidad, como los que hemos vivido en los años de este siglo. Cuestionemos a los candidatos, seamos parte del debate y seamos lo necesariamente tercos y tenaces para obligarlos a hablar de lo que nos interesa a nosotros, no de lo que ellos quieren hacernos creer que es importante.

publicado en blureport.com.mx el 12 de diciembre de 2017 

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