sábado, 19 de julio de 2014

Joe Don Looney un jugador del que nunca oíste hablar.





Nunca jugó más de dos temporadas para un equipo, ni siquiera durante etapa colegial. Sin embargo los equipos lo querían en su alineación.

Armando Enríquez Vázquez.

Entre las historias de grandes Jugadores con un temperamento muy especial resalta la de Joe Don Looney, quien jugó para los Gigantes de Nueva York, los Colts de Baltimore, los Leones de Detroit, los Pieles Rojas de Washington y los Santos de Nueva Orleans.
Todo mundo creía que Joe Don Looney era un jugador excepcional; tenía el cuerpo de un Linebacker y la velocidad de un corredor,  por eso cinco diferentes entrenadores pensaron que podría ser una de las grandes estrellas del futbol americano, lo malo es que lo hizo en un periodo de tiempo muy corto, de 1964 a 1969. Todo porque Joe tenía problemas para reconocer a la autoridad y el ejecutar ciertas órdenes que le parecían estaban fuera de sus deberes como jugador. Algunos de los que jugaron con él dicen que no tenía ningún compromiso con el deporte. Su apellido que en inglés significa loco, lo que le valió el que muchos hicieran juegos de palabras entre su actitud y su apellido.
Joe Don Looney nació el 10 de Octubre de 1942 en Fort Worth, Texas. La fama de problemático precedía a Looney mucho antes de llegar a la NFL, durante su época como jugador colegial Joe fue expulsado y cambió de universidad en cuatro ocasiones y sin embargo estableció un record en el futbol colegial para patadas de despeje en 1961 y es recordado en la Universidad de Oklahoma por su gran actuación durante la temporada de 1962. Al año siguiente jugó solo tres juegos antes de que el entrenador de los Sooners lo expulsara del equipo, por golpear a uno de los asistentes de entrenador.
Aun así varios equipos de la NFL y de la AFL fijaron sus ojos en el joven corredor. En 1964, los Gigantes de Nueva York lo seleccionaron en la primera ronda del fichaje. Allie Sherman el entrenador de los Gigantes creía que a pesar de los problemas de personalidad de Looney, sería el jugador perfecto para los Gigantes. Pero Joe Don Looney vistió solamente 25 días el jersey de los Gigantes durante el entrenamiento de verano, la mayor parte del tiempo la pasaba a solas, recluido en su cuarto haciendo ejercicio. Fue despedido el día que Sherman le pidió que se vendara los tobillos, a lo que Looney se negó y le respondió al entrenador:
-No lo voy a hacer porque yo conozco mis tobillos mejor que usted.


Una vez fuera de los Gigantes, Don Schula que era entrenador de los Colts de Baltimore se empeñó en tenerlo en su franquicia. Schula al igual que Sherman creía que el Looney podía ser una de las grandes estrellas de la NFL, sin embargo Looney solamente corrió la bola en 23 ocasiones en toda la temporada, para 127 yardas y un touchdown. El corredor que además era un buen pateador de despeje, ponía nervioso a Schula con su actitud y en alguna ocasión el entrenador declaró que no lo metía a despejar porque le daba miedo que Looney en lugar de patear el balón hiciera cualquier otra cosa. Pero lo que fue decisivo para que se le transfiriera a un nuevo equipo fue que el día Schula le llamó la atención por llegar 15 minutos tarde a una sesión de trabajo y lo multó con cien dólares. Looney molesto encaró al entrenador y le exigió cien dólares por haber llegado quince minutos antes a la reunión del día anterior.
En 1965 Looney jugó con los Leones de Detroit. En la que sin duda fue su mejor temporada con 114 acarreos de balón, 356 yardas ganadas y 5 touchdowns. En 1966 sólo jugó tres partidos con los Leones antes de que su carácter hiciera que lo transfirieran de nuevo.
En el último encuentro que jugó con la franquicia de Detroit, el entrenador Harry Gilmer se acercó a Looney y le dio instrucciones para el Quarterback del equipo. Looney se volteó y le contestó a Gilmer:
-¡Carajo, Harry, si quieres un mensajero contrata a Western Union!
Looney se dio la media vuelta y se sentó en la banca. Al día siguiente fue transferido a los Pieles Rojas de Washington donde terminó la temporada. Se dice que en un partido en contra de Cleveland, el corredor estelar de los Pieles Rojas se lastimó, por lo que el entrenador Otto Graham comenzó a llamarlo, pero Looney estaba absorto en sus ideas en la banca, hasta que uno de sus compañeros le hizo notar que el entrenador lo llamaba y que el equipo lo necesitaba. Looney en su estilo habitual se limitó a gritarle al entrenador:
-¡Otto dame unos minutos para calentar, mete alguien más a jugar mientras!
En 1967 una pelea con el linebacker titular y compañero de habitación de Looney; Sam Huff, llevó a su despido de los Pieles rojas con tan sólo cuatro partidos de la temporada jugados.
En 1968 Joe fue enrolado para combatir en Vietnam. En 1969 regresó y los Santos de Nueva Orleans lo invitaron a su campo de entrenamiento. Solamente jugó tres juegos con los Santos, acarreó el balón en tres ocasiones y perdió 5 yardas en total.
Joe Don Looney se retiró finalmente del futbol americano, hay quienes dicen que la guerra lo cambio radicalmente. Looney se divorció y se fue a vivir a Hong Kong donde compró un bote en el que vivió unos años. Se convirtió al hinduismo. Después vivió en Sudamérica.
Finalmente cuando regresó a Estados Unidos construyó una casa con paneles solares, sin teléfono donde vivió aislado.
El 24 de septiembre de 1988 Joe Don Looney murió en un accidente de motocicleta, tenía 45 años de edad.

imagenes: spokeo.com
        

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