viernes, 13 de mayo de 2016

Aguacates de México




El Superbowl y la gente de mercadotecnia de la NFL han sabido hacer del Superbowl, un espectáculo esperado por todos  sin importar si les gusta o entienden el deporte.

Armando Enríquez Vázquez

A lo largo de cincuenta años el Superbowl se ha convertido, sin duda, en uno de los espectáculos deportivos más importantes del mundo a pesar de la poca popularidad del deporte a nivel global con respecto a otras actividades deportivas.
Las NFL es una de las ligas deportivas más redituables del mundo, y los Vaqueros de Dallas son la segunda franquicia más valiosa a nivel mundial de acuerdo con la revista Forbes, sólo atrás del Real Madrid y por delante de los Yankees de Nueva York del baseball, el Barcelona y el Manchester United. Diez equipos de la NFL figuran entre los 25 equipos de dicha lista.
El Superbowl y la gente de mercadotecnia de la NFL han sabido hacer del partido con el que se define el campeonato anual de la liga, un espectáculo esperado por todos los miembros de la sociedad sin importar si les gusta o entienden el deporte.
Para un cierto sector de la audiencia la atención se centra en el espectáculo de medio tiempo, donde a lo largo de los últimos años se han presentado pilares de la música pop contemporánea, como Los Rolling Stones, U2, Black Eye Peas, Madonna, Bruce Springsteen, entre otros. Un espectáculo que inició únicamente con bandas de música locales o de las universidades haciendo piruetas en la mitad del campo, es hoy una de las media horas más esperadas del mes de febrero en la televisión mundial.
La televisión fue fundamental en la difusión del Superbowl y de hacer de la final del futbol americano un espectáculo que llenó primero las salas a lo largo y ancho de Estados Unidos y poco a poco comenzó a llamar la atención en otros países. La NFL a pesar de tener uno de los peores planes de marketing como liga fuera de Estados Unidos es capaz de reunir en un domingo de Superbowl a aficionados de más de cien países para ver el juego de campeonato entre los equipoa campeones de la NFC y la AFC.
Poco a poco, como el espectáculo de medio tiempo, y gracias a la cantidad de personas que ven el juego, las marcas comenzaron a gastar más cada año más en anunciarse en el Superbowl. Este año los treinta segundos tuvieron un costo de cinco millones de dólares. Los espacios comerciales del Superbowl se han ido convirtiendo en una gran ventana para lanzamientos o simplemente para posicionar marcas y productos. Baste como muestra el famoso comercial de Mac dirigido por Ridley Scott y basado en el Big Brother de la novela de Orwell.
Pero además gracias a esas audiencias, poco a poco y de manera casi involuntaria el Superbowl se ha convertido en uno de los más democráticos y populares concursos de creatividad entre los publicistas norteamericanos. Aquí no hay premios dorados, ni pódiums solemnes donde decir mil y un palabras huecas y sin sentido. Los creativos y agencias en competencia dependen únicamente de hacer algo bien: Publicidad que llame la atención del consumidor.
Gracias a las redes sociales el reconocimiento se ha vuelto inmediato y las listas que se publican casi de manera inmediata una vez terminado el encuentro, funcionan mejor que cualquier focus group, jurado o comité organizador y son capaces de mostrar cuales agencias de publicidad tienen el músculo para llamar la atención de los consumidores de manera positiva, negativa y cuales han creado mensajes totalmente intrascendentes para la audiencia.
Desde el año pasado un producto mexicano le ha apostado a ese aparador que surge una vez al año. Se trata de los aguacates de México. Y esto se debe a que uno de los alimentos que más se consume anualmente durante el Superbowl es el Guacamole. Con cientos de recetas diferentes, picosos o dulces, el guacamole es un acompañamiento perfecto para las tortillas chips, los nachos, las pitas y es el dip más natural, en tiempos que preocupan los alimentos procesados, al que se puede tener acceso.
El año pasado el comercial de los aguacates mexicanos representaba el primer draft en la historia del mundo. En él, Australia escogió al canguro, Brasil al perezoso, Estados Unidos al trigo, pero la selección que los comentaristas; Jerry Rice el brillante receptor abierto de los 49 de San Francisco y Doug Floutie, ex quarterback de los Bills de Buffalo, más celebraron fue la de nuestro país al escoger al aguacate.
Este año el comercial se fue al extremo opuesto en la línea del tiempo y un futuro lejano cuando al parecer la humanidad ya desapareció un grupo de extraterrestres son llevados por un guía para ver algunos ejemplos de la cultura humana, entre ellos al actor segundón Scott Baio, un cubo Rubicks y un aparato de tortura del siglo XXI (la sección de pasajeros de un avión comercial con un bebe entre los pasajeros) el guía muestra al final del recorrido el único producto que aún se puede, en ese futuro utilizar, en este caso comer y tiene disponibilidad a lo largo del año: El aguacate mexicano.
El comercial producido por la agencia GSD&M, fundada en 1971 en la ciudad de Austin, Texas en colaboración con Havas Media de nuestro país, fue seleccionado entre los diez más graciosos de la tarde del Superbowl.
Los aguacates de México tuvieron millones de vistas, no sólo a la hora del encuentro deportivo, sino que, gracias a las nuevas plataformas, lo que hasta hace quince años para la mayoría de los publicistas era el rumor de cómo habían sido percibidos los comerciales del Superbowl, hoy se vuelve un espectáculo global con millones de personas esperando ver la creatividad desplegada el día más importante para el futbol americano.


publicado en roastbrief.com.mx el 15 de febrero de 2016

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