Armando Enríquez Vázquez
De acuerdo con una reciente encuesta del diario Reforma, existe
la percepción, entre los mexicanos que en este siglo la libertad de expresión
en nuestro país ha ido a menos.
Cuando Vicente Fox estaba a punto de dejar de ser presidente
le dijo a los reporteros: Me van a
extrañar. Y de acuerdo con la encuesta así es. Baste recordar que en
tiempos del primer presidente panista la prensa se regodeaba sin ningún
problema criticando al primer mandatario y a sus secretarios. Después de
setenta años de censura en diferentes grados, pero siempre cuidando al
presidente, la mayoría de los periodistas se sentían ratones con el gato de
paseo.
A pesar de este dato revelador acerca de cómo los mexicanos
percibimos la libertad de expresión los informativos siguen atiborrando una
gran cantidad de tiempo en los medios, lo que parece contradecir la opinión de
los mexicanos de acuerdo a la encuesta de Reforma.
En radio los principales espacios informativos son muy lucrativos
para los dueños de las radiodifusoras de ahí que se permitan pagar salarios
como el que MVS reveló de Carmen Aristegui.
El regreso del PRI a Los Pinos ha traído consigo la vieja
censura. Se niega la realidad del país, la única verdad es la del Presidente y
sus colaboradores. Quien no esté de acuerdo será o ha sido ya vetado de los
medios.
¿Si no creo en algo por qué debo de escucharlo, verlo o
leerlo? El hecho es que la mayor parte de los espacios informativos de la
televisión carecen de comercialización, lo que indica lo poco atractivo que
resultan para los anunciantes, esto como consecuencia de los bajos raitings. Canales
de paga como Milenio TV o Excélsior TV cuestan a sus dueños mucho más de lo que
representan en ganancias, entonces ¿por qué existen?
En México el negocio de la noticia está muy lejos de la
veracidad de la información, de la credibilidad del que lee las noticias, el
negocio de las noticias se encuentra en la promoción, la propaganda y la venta
de imagen de políticos y a veces de empresarios. Se venden notas y se maquillan
declaraciones políticas. Muchas campañas en contra de adversarios políticos se
presentan como noticia. Lo que se convierte en inversión publicitaria del
gobierno, así como en prebendas y favoritismos a los medios colaboracionistas.
No por nada a Televisa se le han condonado tantos impuestos y a Cadena3 se le
dio un club de futbol al que rodea una oscura historia que a nadie parece
preocupar.
Dos de los periodistas más rentables de la radio y a la vez
críticos del actual gobierno se encuentran hoy fuera de los medios y no cabe la
menor duda que las empresas en las que laboraban resienten la caída en sus
ventas publicitarias. Tal vez esperan una recompensa mayor por parte del
Estado.
Ante el recorte al presupuesto federal de 2016, el exceso de
noticieros en los medios puede cambiar. Frente a la posibilidad de una crisis
económica como no ha habido en décadas en nuestro país ¿por qué la gente
querría seguir escuchando noticias falaces y tendenciosas? Y ante todo ¿qué
tanto de la inversión publicitaria del gobierno habrá de ser recortada?
¿Quiénes serán los beneficiarios de la austeridad presupuestaria del gobierno?
Tal vez, nos encontramos en uno de esos momentos en que las
audiencias habrán de dictar los derroteros de las barras de programación de los
medios.
Sin audiencia y sin publicidad, ¿Cuánto tiempo pueden
sostenerse los espacios informativos en los diferentes medios?
Lo
que debe ser hoy un foco rojo para muchas empresas de medios de comunicación es
cuales son las políticas y líneas de producción que tienen que implementar para
no perder audiencia, ni publicidad. Para que al final del día su empresa siga
siendo un negocio.
publicado en roastbrief.com.mx el 6 de abril de 2015.
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