viernes, 26 de junio de 2015

Noticieros en los que nadie cree.



El mundo de los noticieros se encuentra tan manipulado en los medios mexicanos que nadie cree en ellos.

Armando Enríquez Vázquez

De acuerdo con una reciente encuesta del diario Reforma, existe la percepción, entre los mexicanos que en este siglo la libertad de expresión en nuestro país ha ido a menos.
Cuando Vicente Fox estaba a punto de dejar de ser presidente le dijo a los reporteros: Me van a extrañar. Y de acuerdo con la encuesta así es. Baste recordar que en tiempos del primer presidente panista la prensa se regodeaba sin ningún problema criticando al primer mandatario y a sus secretarios. Después de setenta años de censura en diferentes grados, pero siempre cuidando al presidente, la mayoría de los periodistas se sentían ratones con el gato de paseo.
A pesar de este dato revelador acerca de cómo los mexicanos percibimos la libertad de expresión los informativos siguen atiborrando una gran cantidad de tiempo en los medios, lo que parece contradecir la opinión de los mexicanos de acuerdo a la encuesta de Reforma.
En radio los principales espacios informativos son muy lucrativos para los dueños de las radiodifusoras de ahí que se permitan pagar salarios como el que MVS reveló de Carmen Aristegui.
El regreso del PRI a Los Pinos ha traído consigo la vieja censura. Se niega la realidad del país, la única verdad es la del Presidente y sus colaboradores. Quien no esté de acuerdo será o ha sido ya vetado de los medios.
¿Si no creo en algo por qué debo de escucharlo, verlo o leerlo? El hecho es que la mayor parte de los espacios informativos de la televisión carecen de comercialización, lo que indica lo poco atractivo que resultan para los anunciantes, esto como consecuencia de los bajos raitings. Canales de paga como Milenio TV o Excélsior TV cuestan a sus dueños mucho más de lo que representan en ganancias, entonces ¿por qué existen?
En México el negocio de la noticia está muy lejos de la veracidad de la información, de la credibilidad del que lee las noticias, el negocio de las noticias se encuentra en la promoción, la propaganda y la venta de imagen de políticos y a veces de empresarios. Se venden notas y se maquillan declaraciones políticas. Muchas campañas en contra de adversarios políticos se presentan como noticia. Lo que se convierte en inversión publicitaria del gobierno, así como en prebendas y favoritismos a los medios colaboracionistas. No por nada a Televisa se le han condonado tantos impuestos y a Cadena3 se le dio un club de futbol al que rodea una oscura historia que a nadie parece preocupar.
Dos de los periodistas más rentables de la radio y a la vez críticos del actual gobierno se encuentran hoy fuera de los medios y no cabe la menor duda que las empresas en las que laboraban resienten la caída en sus ventas publicitarias. Tal vez esperan una recompensa mayor por parte del Estado.
Ante el recorte al presupuesto federal de 2016, el exceso de noticieros en los medios puede cambiar. Frente a la posibilidad de una crisis económica como no ha habido en décadas en nuestro país ¿por qué la gente querría seguir escuchando noticias falaces y tendenciosas? Y ante todo ¿qué tanto de la inversión publicitaria del gobierno habrá de ser recortada? ¿Quiénes serán los beneficiarios de la austeridad presupuestaria del gobierno?
Tal vez, nos encontramos en uno de esos momentos en que las audiencias habrán de dictar los derroteros de las barras de programación de los medios.
Sin audiencia y sin publicidad, ¿Cuánto tiempo pueden sostenerse los espacios informativos en los diferentes medios?
Lo que debe ser hoy un foco rojo para muchas empresas de medios de comunicación es cuales son las políticas y líneas de producción que tienen que implementar para no perder audiencia, ni publicidad. Para que al final del día su empresa siga siendo un negocio.

publicado en roastbrief.com.mx el 6 de abril de 2015.

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