Entre las monarcas europeas
una de las más olvidadas y poco valoradas fue la polémica reina sueca Cristina,
quién abdicó al trono en nombre de su religión y de su amor por la libertad.
Armando Enríquez
Vázquez.
El 16 de noviembre de 1632, en Lützen, Sajonia se
enfrentaron las fuerzas protestantes comandadas por el rey sueco Gustavo II
Adolfo, campeón de los luteranos y las fuerzas del Sacro Imperio Romano y la
Liga Católica Alemana en una batalla que resultaría una dolorosa victoria para
Suecia en la famosa Guerra de los 30 años. Gustavo II Adolfo de Suecia resultó
herido de muerte en la batalla y con ello la corona de Suecia pasó su única
heredera la princesa Cristina quien en ese momento contaba con tal sólo cinco
años de edad.
Cristina de Suecia es una de las personalidades más
olvidadas de la historia y al mismo tiempo una de las más polémicas, reconocida
como una de las mujeres más cultas de su época, mecenas de artistas y músicos,
se le ha querido también relacionar con la muerte del filósofo francés René
Descartes, nacida protestante murió católica y es una de las muy pocas mujeres
que se encuentran enterradas en las grutas vaticanas.
Desde el momento mismo de su nacimiento la historia de
Cristina de Suecia está en un halo de dualidad. Al momento de su nacimiento
Gustavo II Adolfo y su mujer María Leonor de Brandeburgo y habían perdido a
otras dos hijas, el astrologo de la corte auguró a Gustavo II Adolfo el
nacimiento de un hijo varón que heredaría el trono. Al momento del nacimiento
de Cristina, la gran cantidad de vello oscuro con el que nació pareció
confirmar la predicción y de esta manera se le anunció al rey el nacimiento de
su heredero, momento después la hermana del monarca desmintió esta noticia y el
informo al rey que había tenido una hija mujer, a lo que Gustavo II Adolfo
contestó: Va a ser muy inteligente, nos ha engañado a todos. Cristina nació
el 18 de diciembre de 1826 en el castillo Tre
Kronor (de las tres coronas, el símbolo nacional sueco) en Estocolmo.
Gustavo II Adolfo fue un padre amoroso con cristina y
dispuso que fuera educada de la mejor manera y como si fuera un hombre, al fin
de cuentas se trataba de la princesa que heredaría el trono: La relación con su
madre fue siempre muy diferente y desde su nacimiento la reina María Leonor
rechazó a su hija, incluso corren historias y leyendas de como desde los
primeros días de vida de Cristina, la reina intento matarla ordenando a las
nodrizas que la dejaran caer. Resultado del accidente real Cristina tuvo a lo
largo de su vida un hombro más alto que el otro.
Antes de partir al frente de batalla, Gustavo II Adolfo se
aseguró de que la nobleza sueca aceptara a su hija como la heredera legitima y
única al trono de Suecia. En un principio la regencia fue ejercida por el
canciller Axel Oxenstierna, pero durante aquellos días de su infancia y
adolescencia la reina cristina comenzó a desarrollar un enorme interés por las
ciencias y las artes y en especial por la filosofía. Pero también en la
política, diplomacia para ayudarla a gobernar, en la equitación y en la
esgrima. Los intereses de Cristina estaban muy alejados de aquellos que se
suponían eran los adecuados para una mujer. Oxentierna ayudó a Cristina a
entender todas las artes de un buen gobierno. A los dieciséis años Cristina
comenzó a atender a las reuniones del Consejo del Reino donde demostró su inteligencia,
pero además el carácter fuerte que en el futuro le ganaría enemigos.
Además de Oxentierna, gran parte de la educación de la reina
estuvo dirigida por el Obispo Johannes Matthiae Gothus y su tutela recayó no en
su madre si no en la hermana de su padre; Catalina.
En 1644, El filósofo francés René Descartes escuchó por
primera vez acerca de la monarca sueca de voz del embajador francés Pierre
Chanut, quien elogió a Cristina por su cultura y amor por las artes y el
conocimiento. Años después la Misma Cristina solicitó al filósofo ser su
maestro. Descartes llegó a Estocolmo en 1649. La experiencia no sólo mostró ser
una de las peores decisiones tomadas por Descartes, sino que probó ser la
última. La reina y el filósofo no congeniaron en por razones de intereses, pero
también por cuestiones de tiempo la reina insistió en tener la clase con el
filósofo a las cinco de la mañana, lo que obligaba a Descartes a levantarse
alrededor de las tres de la mañana para poder atender a misa antes de iniciar
sus labores diarias. El 11 de febrero de 1650 René Descartes murió víctima de
una neumonía, pero con el paso de los años se ha formulado la teoría de que fue
asesinado. El principal sospechoso es un capellán de la iglesia a la que todas
las madrugadas atendía el francés quien habría envenenado al filosofo con una
hostia bañada en un tóxico. La razón para cometer el crimen sería que a ojos
del ultraconservador capellán la influencia del pensador francés podría ser
nociva en la joven reina sueca. Una teoría más exagerada por no decir absurda,
dice que fue la propia Cristina la autora intelectual del asesinato y que este
se debió a las diferencias en el pensamiento y visión de la filosofía entre la
reina y Descartes.
Finalmente, el 20 de octubre de 1650, Cristina fue coronada.
La reina anunció su intención de no casarse nunca, por lo que los rumores,
historias y leyendas acerca de su sexualidad se extienden hasta nuestros días
como sucede con la reina Isabel I de Inglaterra. En alguna ocasión la reina
declaro: Prefiero a los hombres que, a
las mujeres, porque no me gusta lo que hacen las mujeres. Pero habrían de
existir otras dos decisiones que marcarían a la reina, la primera fue decisión
de abdicar al trono el 6 de junio de 1654 en favor de su primo Carlos X
Gustavo, hijo de Catalina y con quien Cristina compartió parte de su infancia.
Durante la ceremonia y contrario al protocolo cuando el encargado de remover la
corona de la reina se mantuvo inmóvil, Cristina misma fue la que se quitó la
corona. Ese era el sentir de una gran mayoría de los suecos que veía en
Cristina a una buena reina. La segunda y más desconcertante para los suecos fue
la conversión en secreto de la reina, y causa real de la renuncia al trono
sueco, al catolicismo. La hija del campeón del protestantismo y uno de los
enemigos más importantes de Roma se convirtió en secreto a la religión que
estaba prohibida en Suecia. La tarde en la que abdicó al trono su primo fue
coronado, Cristina abandonó al día siguiente Suecia y acompañada de un séquito
se dirigió a Roma donde estableció su residencia y fue huésped del Papa Alejandro
VII. Cristina tenía 28 años cuando abdicó al trono.
Durante la segunda parte de su vida Cristina se convirtió en
importante mecenas para diferentes artistas especialmente para músicos y
dramaturgos. No libre de controversias y acciones que llamaron la atención
sobre su persona Cristina vivió más de treinta años fuera de Suecia. En 1657 protagonizó un incidente en durante su
estancia en Francia como huésped del rey Luis XIV, donde al descubrir una
traición de uno de los miembros de su corte, Cristina ordenó su ejecución. El
ciudadano italiano fue ejecutado en el ala del castillo de Fontainebleau, sin
avisar al rey francés de esta decisión. Cristina argumentó que trataba de un
miembro de su séquito y que había jurado fidelidad y lealtad a la sueca y que
por lo tanto el asunto solo le competía a ella. Cristina fue perdonada pero regreso
a Roma. Fue huésped de diferentes Papas romanos y en cuatro ocasiones residió
en Roma. Aunque católica, Cristina se mantuvo a lo largo de su vida una mujer
tolerante de la forma de pensamiento de los demás. En 1660 visitó Suecia tras
la muerte de su primo Carlos X Gustavo, sabiendo que su religión le impedía
reclamar el trono que alguna vez le había pertenecido. Tras ese viaje regresó a
Roma.
El 19 de abril de 1689 Cristina murió en Roma y fue
enterrada en las grutas del Vaticano, siendo una de las pocas mujeres cuyos
restos descansan junto a los Papas y otros grandes personajes del catolicismo.
publicado en mamaejecutiva.net el 26 de enero de 2016
imagen. wikipedia.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario