martes, 19 de julio de 2016

Escatología y vulgaridad.



Entre la ocurrencia y la creatividad existe una muy gruesa línea, que sin embargo muchos publicistas y clientes son incapaces de vislumbrar.
Armando Enriquez Vázquez.
Dice el viejo dicho; ¡Qué tanto es tantito más! En el caso de la publicidad, sin duda, ese extra puede dar como resultado una obra digna de un premio o una ejecución totalmente carente de sentido (publicitario) y de la lógica de toda publicidad.
La publicidad tiene como único objetivo vender un producto o marca. Posicionarlo de tal manera en la mente del consumidor que al momento de llegar al punto de venta la decisión de compra este más que hecha. La publicidad es una de las pocas actividades humanas donde los extremos se tocan, el éxito de una excelente publicidad es exactamente el mismo que el de una pésima campaña de publicidad y así lo demuestran los números.
Todo lo demás es pura y llanamente masturbación mental. Los creativos, directores de arte, copys, productores y demás personajes que participan en una campaña de publicidad tienen como única razón de existir el crear los mejores y más atractivos empaques (comerciales, spots, impresos y BTL) para vender.
De la misma manera que la pornografía, la publicidad está muy lejos de ser un arte. Como la pornografía a la publicidad lo único que importa es despertar una reacción muy primaria en el espectador. Y en ese sentido nunca deja de llamarme la atención cómo funciona la mente de muchos publicistas que actualmente pretenden llamar la atención del consumidor y posicionar un producto de manera errónea, como también me sorprende la actitud y falta de compromiso del cliente con su producto al aprobar dichas ocurrencias.
Si bien es cierto que el hacer uso del lenguaje coloquial puede acercar al producto con el cliente, sobre todo con las audiencias jóvenes, no por eso debemos de perder de vista las características del producto. Por ejemplo, la semana pasada en la estación del metrobús Doctor Galvez me topé con un cartel que decía en enormes letras negras sobre fondo blanco: ¡No te la MEMES!
Obviamente que el cartel llama la atención del que camina por el andén y provoca sonrisas. Lo malo es que lo que promueve es un portal/agencia informativa que carece del humor o ironía del que hace gala su cartel promocional. Es uno más de los cientos de portales informativos y por lo que se puede ver en su página inicial, ni siquiera es un portal que esté totalmente actualizado en materia de información algo que es determinante en todo medio de internet que quiera destacar. La ocurrencia del publicista y de su cliente, se queda en eso; una ocurrencia, capaz de provocar una visita al portal, con la consiguiente decepción del visitante al encontrarse con un medio mediocre y sin la mejor información.



Por otro lado, un espectacular sobre avenida Lázaro Cárdenas muestra a un perro sentado, se puede decir que es un perro que está contento y a su lado se lee: No hago del 2. Hago de 10. El cartel anuncia a un alimento para perros de Purina. El espectacular por escatológico que parezca define perfectamente las cualidades de un alimento que provoca que las heces del animal sean más firmes, lo que permite al dueño retirarlas de la banqueta de manera mucho más limpia y sencilla. En este caso la escatología no sólo es utilizada como únicamente como gag, sino como una manera de resaltar los beneficios finales del alimento para perros.
En este caso, tanto el publicista como el cliente conocen a la perfección el producto, sus características y los beneficios para el usuario. Claro, Purina es un producto con décadas de existencia y a lo largo de las mismas con un desarrollo correcto de sus estrategias de publicidad y mercadotecnia.
La publicidad como todo oficio requiere el conocimiento y el entendimiento de sus ejecutantes no sólo del mercado, Purina entiende que los dueños de perros quieren cumplir con la ley y cuidar del medio ambiente al levantar las heces de sus animales, busca la manera de que esto sea sencillo y de manera limpia y no solo una ocurrencia que por su coloquialidad lo vuelva una ocurrencia de un minuto.

publicado en thepoint.com.mx el 11 de julio de 2016

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