viernes, 8 de julio de 2016

Sansón y una canica con una regla de oro.



Una de las principales empresas en materia de equipaje, fue creada en el oeste norteamericano por un judío con voz de soprano.
Armando Enríquez Vázquez.
Junto con su catálogo de maletas cada vendedor recibía una pequeña canica envuelta en papel estraza. La canica llevaba un cintillo de bronce en el que se había grabado la llamada regla de oro; Trata a los demás como te gusta ser tratado por otros. La misma canica era entregada a los trabajadores, supervisores, gerentes y directivos de la empresa:
Hemos descubierto, tanto por razones éticas como prácticas que la regla de oro es el mejor programa que podemos adoptar. La regla de oro es más poderosa que la bomba atómica, gracias a ella los hombres podemos hacer milagros.
Dijo el dueño de la empresa en algún momento.
Se dice que cuando el dueño de la empresa paseaba por las oficinas o la planta de manufactura en ocasiones y de manera aleatoria pedía a los empleados que le mostraran la canica, aquel que presentaba la canica a Jesse Shwayder recibía una compensación económica.
Shwayder fundó, en 1910, el que habría de convertirse en uno de los negocios más importantes en cuanto a equipaje en el mundo y uno de los más innovadores. Shwayder nació el 26 de marzo de 1882 en Blackhawk, Colorado. A los nueve años su madre, que daba clases de música en Denver descubrió que Jesse poseía una voz de soprano, por lo que formó parte del coro de la catedral católica de Denver, a pesar de ser judío practicante, donde ganaba 15 centavos de dólar cada domingo. Su padre, Isaac, tenía una pequeña tienda, además de actuar como el rabino de la comunidad en Denver.
Pero Jesse no iba a seguir con una carrera musical, ni los pasos religiosos de su padre, aunque jamás a lo largo de su vida se alejó de su religión. A principios del siglo XX se mudó a la ciudad de Nueva York, donde comenzó a trabajar en una tienda en la que se vendían maletas. Jesse Shwayder era un gran vendedor y pronto se convirtió en el principal vendedor de la tienda, ganando una buena cantidad de dinero. En 1909, decidió dejar de trabajar para alguien y regresar a Denver para crear su propia tienda.
Vender equipaje en Denver a principios del siglo XX era algo muy difícil, Denver ni siquiera era una población importante, aunque sí era paso de muchos viajeros que iban a California. En alguna ocasión, muchos años después Jesse Shwayder en una entrevista dijo: Era algo que no se podía hacer. Sólo que yo no sabía, así que lo hice.
En marzo de 1910 Jesse fundó The Shwayder Trunk Manufacturing, com los 3,500 dólares que había ahorrado. Jesse no pensó en distribuir equipaje, pensó en fabricarlo. Consciente de que la oferta era mucha y él no podía ser competitivo en materia de precios, decidió dedicarse a crear un equipaje de lujo y caro. Curiosamente a pesar de todos los hándicaps que se podían haber previsto, la ignorancia de Shwayder forjó un negocio exitoso.
Los hermanos de Jesse se unieron a la empresa y cada uno aportó a la causa. En la entrada de la tienda se colocó una fotografía de los cuatro hermanos y el padre parados sobre un tablón de madera que a su vez descansaba sobre uno de los armazones de sus maletas. Con la frase:  Lo suficientemente resistente para pararse sobre él.
Esta imagen se volvió un referente de la empresa y muchos años más tarde la familia Shwayder sería sustituida por un elefante. La empresa creció y en 1918 ya se encontraban las maletas de Shwayder en los aparadores de la famosa tienda departamental neoyorquina Macy’s, la maleta de Shwayder soportaba un saco conteniendo 500 kg de azúcar, ante los ojos de los consumidores que pasaba frente al ventanal. The Shwayder Trunk Manufacturing sorteó la crisis económica de 1929, al crear una nueva división de la empresa y comenzaron a fabricar y vender muebles plegadizos. En 1930, la planta de manufactura de maletas de Shwayder en Denver era la más moderna del mundo para la fabricación de equipaje. Con el tiempo Shwayder incorporó a los armazones y cuerpos de las maletas elementos de aluminio y otros metales.
Su mayor éxito llegó en 1939, cuando salió al mercado la maleta que habría de rebautizar a la empresa. El nuevo modelo de maleta creado por la empresa llevaba en parte el nombre de una de los grandes personajes del antiguo testamento: Sansón. La maleta se llamó Samsonite.
La maleta presentaba un modelo fuerte donde además la tela había sido vulcanizada y recubierta en cuero, con mejores y asas más resistentes. Samsonite revolucionó el diseño de las maletas en todo el mundo y con el tiempo obligó a la empresa a cambiar de nombre, cosa que sucedió en 1965.
Durante la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea, la empresa dedicó parte de sus instalaciones para fabricar diferentes artículos de guerra y apoyar al gobierno de Estados Unidos. Una vez terminada esa contribución militar, Samsonite se dedicó a crear nuevos productos y buscar nuevos mercados, diseño estuches especiales para instrumentos musicales y para equipos electrónicos.
Fabricó maletas a partir de marcos de magnesio y cuerpos de plástico a los que llamó Ultralite y de ahí surgieron aquellos portafolios que tan de moda estuvieron entre los estudiantes mexicanos de los años setenta y que sustituyeron a las tradicionales mochilas de cuero.
En 1960 Jesse Shwayder cedió el control de la empresa a su hijo King. A lo largo de la década la marca consolidó su presencia mundial, incluso comenzó a tener plantas en países diferentes a Estados Unidos, convirtiéndose en el líder mundial en materia de equipaje y artículos para transportar objetos. Jesse Shwayder murió el 24 de julio de 1970 en Denver, Colorado. King Shwayder vendió la empresa en 1973 al corporativo Beatrice Foods Co. y comenzó una época en la que Samsonite ha cambiado de dueño en varias ocasiones.
Hoy la empresa sigue en el mercado, innovando y siendo líder en su sector.  

publicado en the point.com.mx el 15 de junio de 2016
imagen: Samsonite.com

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