viernes, 7 de octubre de 2016

Destapado.



Osorio Chong conoce mejor que el mismo Peña Nieto que al interior del PRI cuenta con el apoyo para golpear duro a los mexiquenses.

Armando Enríquez Vázquez

Los dos sexenios panistas se encargaron de acabar con las reglas no escritas del presidencialismo mexicano, ya sea porque ninguno de los dos presidentes tenía la mayoría absoluta de las cámaras y con ello la oposición encabezada por el PRI, se encargó de alborotar el gallinero electoral desde muy temprano en los sexenios panistas, o porque miembros del panismo, en especial Felipe Calderón se encargaron de evitar que Fox impusiera un candidato, o porque personajes como Andrés Manuel López Obrador no dejara de clamar su ambición patológica por ser presidente de México, el caso es que hoy esas reglas no escritas se han roto incluso al interior del PRI, que tiene al Presidente de la Nación menos querido en la historia moderna del país, por no decir al menos brillante y al más débil de carácter.
La serie videos de propaganda firmados con el nombre del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, demuestran tres cosas entre muchas otras. La primera es la fortaleza del Secretario al interior del PRI, y las simpatías de las que goza al interior de la parte no secuestrada del partido por Peña Nieto y los mexiquenses, por extensión la poca importancia que la figura Peña Nieto tiene incluso al interior de un sector importante de su partido y finalmente las intenciones de Osorio Chong por buscar la candidatura del PRI a la Presidencia en 2018.
Hace ya muchos años el legendario líder de la CTM, Fidel Velázquez, declaró en plena etapa pre electoral: El que se mueve no sale en la foto, refiriéndose a todos aquellos miembros del gabinete y del PRI que pretendían acelerar los tiempos del llamado entonces destape.
Queda claro que Peña Nieto será incapaz como en casi todo, de nombrar al candidato del PRI a la presidencia y de hacerlo lo único que podría lograr es la fractura de su partido que hoy no encuentra la brújula al tener un presidente nacional corrupto y mentiroso, designado por Peña Nieto, que paradójicamente acusa de lo mismo a miembros de su partido con una desfachatez que indigna a cualquiera, mientras algunos diputados y senadores locales y federales como el mismo Emilio Gamboa Patrón se declaran en contra del Presidente Nacional del PRI y de Peña Nieto.
Si Osorio Chong es o no el candidato perfecto idóneo el PRI, a pesar de que así lo muestran las encuestas, lo cierto es que pasó en unos días de ser el secretario incomodo de Peña Nieto, por no ser tan cercano al mexiquense como otros colaboradores que han probado sus niveles de corrupción y estupidez, lo cierto es que hoy no sólo es incómodo, si no que no tiene problema en plantarle cara a un presidente que vive viajando y no gobernando el país que teoricamente dirige.
Hace dos años Osorio Chong le demostró a Peña Nieto como dialogar con los estudiantes, cuando se arremangó la camisa y platicó con estudiantes del Instituto Político Nacional inconformes con las absurdas ideas de Peña Nieto de acabar con el modelo educativo del IPN en favor de las universidades privadas. Ese día Osorio Chong le dictó catedra a Peña Nieto, quién demostró pocos días después, su nula capacidad de aprendizaje, antes de que supiéramos de su plagio en la tesis, utilizando al estado para desaparecer a 43 estudiantes en Guerrero y después tratar de tapar sus muertes.
Osorio Chong, no es una blanca paloma, y malo si alguien lo cree, gobernó el estado de Hidalgo de 2005 a 2011, de una manera no del todo transparente, pero es ante un político formado a la usanza de los viejos dinosaurios, con todos los vicios que esto implica y por lo tanto no da paso sin huarache. A diferencia de Peña Nieto, a Osorio Chong no lo inventó ninguna televisora, ni basa su estabilidad en sus amistades con empresarios o sus complicidades y sumisiones con los mismos. Osorio Chong conoce mejor que el mismo Peña Nieto que al interior del PRI cuenta con el apoyo para golpear duro a los mexiquenses.
Mientras Peña Nieto viaja y se desentiende de México, de los mexicanos, de los reportajes que día a día muestran la corrupción en su sexenio, con nuevos casos. Mientras Peña Nieto se fuga de la realidad, sólo para toparse con que en la comunidad internacional ni siquiera es relevante. Aquí en México el secretario de gobernación demuestra su poder y sus aspiraciones políticas.
El sexenio ya se acabó, para todos es claro e independientemente de los reclamos sociales esos que Peña Nieto, no quiere ver, ni oír, su mismo partido debería obligarlo a renunciar porque los siguientes dos años van a ser no sólo el acabose del país con sus corruptelas, si no para los que aún hoy se creen la primera fuerza política del país.

publicado en blureport.com.mx el 30 de septiembre de 2016
imagen: wikipedia.org 

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