lunes, 11 de mayo de 2015

Helen Lansdowne Resor sex appeal en la publicidad.




Fue una mujer la primera en llevar al terreno de la publicidad el deseo sexual y fue una de las primeras mujer en ejercer el oficio de creativa.
Armando Enríquez Vázquez
En 1917, un anuncio en el Ladies’ Home Journal de Estados Unidos causó revuelo y escándalo, se trataba de un anuncio que mostraba a un hombre abrazando a una mujer y acercando su rostro al cuello de la joven. El slogan era A skin you love to touch. (Una piel que te encanta tocar) El anuncio era para la marca de jabones faciales Woodbury, que hasta ese momento se había anunciado como un jabón capaz de remover manchas faciales, pero ahora se convertía en un producto que tenía un toque sensual para las mujeres que lo usaban y los hombres que salían con esas mujeres. La idea de utilizar el sexo para vender un producto había nacido. Detrás de la brillante y escandalosa idea se encontraba una de las mujeres más talentosas que se haya dedicado a la publicidad.
Helen Lansdowne nació el 20 de febrero de 1886 en el pueblo de Greysone en Kentucky. Su madre abandonó a su padre cuando Helen tenía cuatro años y se mudó a la ciudad de Convington en el mismo estado, donde la mujer trabajó como bibliotecaria y se dedicó a vender bienes raíces para mantener a sus hijos.
A los diecisiete años y con la preparatoria terminada Helen comenzó a trabajar en una empresa dedicada a fabricar productos de limpieza para los baños y que se vendían por correo. Helen escribía la publicidad de estos productos. Un poco después comenzó a trabajar como auditora de las facturas para la agencia de publicidad in house de Procter & Gamble, llamada Procter & Collier, en Cincinnati, ahí conoció a un vendedor de nombre Stanley Resor. Tras una temporada en la agencia Helen cambió de nuevo de trabajo y comenzó a dedicarse a escribir promociones de ventas para un periódico local de Cincinnati. En 1906 comenzó un nuevo empleo esta vez en la empresa dedicada a la publicidad en todos los transportes públicos de la ciudad. Helen se dedicó a redactar los anuncios para la empresa.
En 1907, Stanley Resor contactó a Helen y le pidió regresar a Procter & Collier como creativa. En esos años Helen comenzó a escribir la publicidad de diferentes empresas. Stanley Resor vio una oportunidad de crecimiento y en 1908 se hizo de la representación en la Ciudad de JWT y se llevó consigo a Helen a quien convirtió en la primera creativa de la empresa. En 1911 Helen fue transferida a la oficina central de la agencia en Nueva York. Donde se le asignaron importantes marcas. Lansdowne estaba totalmente segura que una de las cosas más importantes en la publicidad eran desdeñadas por los publicistas; Cuando un numero mayor de los productos de consumo estaban dirigidos a mujeres, deberían de ser mujeres le hablaran a mujeres. Por lo que Helen siempre fue una promotora de contratar mujeres y animarlas a desarrollar sus talentos de una manera libre y sin miedo a expresar sus ideas. En JWT creó una división creativa donde únicamente trabajaban mujeres dedicadas a comunicar a las mujeres consumidoras.
Esa misma independencia se mostraba en el hecho de que Helen fuera una mujer que estaba a favor de la igualdad de género y del derecho de las mujeres a votar. Cuando finalmente en 1920 el derecho a sufragar de las mujeres en Estados Unidos fue reconocido Helen Lansdowne se manifestó por las calles de Nueva york junto con todas las mujeres que trabajaban para ella en JWT.



En 1916, el mismo año que se publicó el anuncio del jabón facial. Stanley Resor al frente de un grupo de inversionistas, que lo nombró presidente de la agencia, compraron JWT. En 1917 Resor y Lansdowne se casaron y juntos dirigieron e hicieron crecer la agencia durante las siguientes casi cinco décadas.
Lansdowne se convirtió en vicepresidente y durante su época más productiva se encargaba de supervisar dos terceras partes del trabajo creativo de la agencia.
Lansdowne innovó no sólo al interior y en el marco laboral de la agencia, sino fue muy importante también en la evolución de la publicidad. Una de sus primeras y fundamentales ideas fue incorporar historias atractivas para los consumidores y que se integraran al estilo de las publicaciones donde se anunciaba el producto para dar una sensación de continuidad y de credibilidad.
Su mayor obsesión referente a los textos creados para los productos era su credibilidad, según ella ahí radicaba toda buena publicidad y esa fue una de las reglas en JWT durante muchas décadas. Crear textos creíbles.
Lansdowne contrató a grandes artistas gráficos a la publicidad como Norman Rockwell, el pintor iconográfico de la sociedad americana del siglo pasado y al fotógrafo Edward Steichen, famoso por sus retratos de Greta Garbo. Asimismo Helen logró incorporar en la publicidad de algunos de sus productos a celebridades de la sociedad neoyorquina o europea que los recomendaran, entre algunas de las personalidades que Lansdowne consiguió para la campaña de la crema Ponds en 1924 se encontraba la reina de Rumania y la duquesa de Richelieu.
Durante la II Guerra Mundial Lansdowne creó la campaña para convencer a las mujeres de trabajar para sustituir la mano de obra masculina que se encontraba luchando y de esta manera contribuir a  ganar la guerra.

Helen Lansdowne Resor se retiró en 1961 y murió el 2 de enero de 1964. Tenía 77 años de edad.

publicado en thepoint.mx el 4 de mayo de 2011
imagenes: adage.com
                 business2community.com

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