miércoles, 5 de diciembre de 2018

Aquí en la tierra la serie que produjo Fox.



Una de las mejores series de televisión mexicanas de 2018 es la producción de Gael García para Fox.

Armando Enríquez Vázquez

La opinión de los mexicanos acerca de lo que se debe mostrar de México en las pantallas chica, grande, mediana y de celular es muy variada, mientras los sectores más conservadores y aquellos que les gusta tapar el sol con un dedo critican la aparición de las cintas de Amat Escalante y series de violencia y narcotráfico, otros aplauden las visión melodramática de Epigmenio Ibarra con sus telenovelas que pretenden ser denuncia social y terminan perdiéndose por tanta pretensión en viles melodramas, que resultan igual de maniqueos que los que pretende evitar. Epigmenio Ibarra renovador del género de telenovela, creador de la primera serie importante mexicana para HBO, ahora sólo sabe repetirse en su berrinche social ad nauseum o en la apología del crimen organizado. El epítome de su versión tergiversada de la realidad es sin duda Ingobernable el bodrio que Ibarra produjo para Netflix y cuya segunda temporada está por estrenarse.
A México le cuesta mucho verse a sí mismo. No podemos deshacernos de la nefasta escuela de Televisa productora de los peores bodrios e instructora de una educación sentimental retrograda y mojigata, donde los pobres son tan buenos que se merecen el cielo en el momento en que nacen y los ricos solo merecen la redención al momento de bailar perreo con los pobres, de otra manera se mueren irremediablemente perdidos en sus vicios, una trama que desde “Nosotros los pobres” y “Ustedes los ricos” se convierte en paradigma nacional de la igualdad social. Después se acrecentó con la idea de la cenicienta en la realidad de la lucha de clases al estilo Valentín Pimstein, Emilio Larrosa o Antulio Jiménez Pons. Pero también la nueva apología del crimen organizado ha dejado de ser critica de la situación que vivimos al hacer de este mal algo que los medios han vulgarizado hasta hacerlo ver como algo normal y aspiracional. Y ni hablar de nuestra comedia, por lo general, vulgar y alburera que nos muestra como el pueblo inculto y grotesco que somos.
Netflix ha preferido irse por la comedia como Club de Cuervos, los bio pic y a últimas fechas por un deleznable melodrama barato llamado La Casa de las Flores. Amazon le apostó a Diablo Guardián¸ que merece un texto aparte, HBO acaba de estrenar la cuarta temporada de Sr. Ávila y es quien más ha arriesgado en cuanto a las producciones mexicanas.
Pero la sorpresa para mi es Aquí en la tierra. Serie de Gael García Bernal y Kyzza Terrazas, aquí a diferencia del Tepito bueno, habitado por el “trabajador, sabio e injustamente menospreciado” pueblo mexicano de Ingobernable, no existen buenos o malos. No hay un detective saboteado por el poder, ni una super-primera dama-mujer perseguida por los sicarios de su padre que es el poder detrás del poder. Los protagonistas son un mirrey tratando de encontrar la verdad sobre su padre al que han asesinado, que se sabotea a sí mismo con sus adicciones. Un joven guarura que anda con la hija de su patrón, su padre un viejo guardaespaldas que se arrepiente del celo a su trabajo que lo ha dejado solo y casi ciego, su esposa miembro del movimiento del pueblo que se opone a la construcción de un aeropuerto en sus tierras y que al final prefiere abandonar a la hija de ambos en aras de la causa. La diputada que lo sabe todo y huye a Canadá aterrorizada por lo que pueda llegar a pasarle. Un gobernador ambicioso y el que habla con Trump y Putin pero no sale en las fotos.
La hija prepotente de un empresario que termina de la peor manera, por no saber decidir cuando es suficiente y necesita la ayuda de su poderoso padre. El “periodista” radiofónico prepotente y corruptible por principio.
Como muchas otras de series y novelas acerca del poder y la corrupción en nuestro país, Aquí en la Tierra, comprende tramas de familias y de familias políticas, contubernio y teje manejes más allá de lo visible.  
A diferencia de otras, la reflexión acerca de la podredumbre es despiadada y no deja títere con cabeza, los traidores no son únicamente los poderosos políticos, también entre la gente del mal llamado pueblo hay quienes venden su causa por un montón de billetes. La condición humana no reconoce condición social, género o edad.
Con un extraordinario argumento y guiones en general muy buenos, gran reparto y con una dirección impecable, Aquí en la Tierra, es una serie de ocho capítulos que vale muy bien la pena verse. Las referencias al presidente Peña Nieto y a problemas actuales como el aeropuerto, están muy presentes en la trama.
Mario Rocha (Daniel Giménez Cacho) el ambicioso gobernador del Estado de México, dispuesto a ser presidente a como de lugar; asesino, mentiroso y probable pederasta esta en campaña para conseguir la candidatura de su partido tras hacer público un video del presidente de la República teniendo relaciones sexuales con una menor de edad, algo que obliga al primer presidente de la oposición a renunciar. Su hijastro Carlos Calles (Alfonso Dosal), hijo del asesinado Orlando Calles fiscal anti corrupción de la nación que estaba a punto de dar a conocer la participación de Mario Rocha en el caso de la menor de edad y al que el gobernador personalmente asesina. Carlos comienza a descubrir la figura de su padre, quien abandonó la casa familiar cuando Carlos era un niño para poner a salvo a su familia y poder continuar con su carrera política buscando la verdad y justicia de un sucio secreto entre políticos y pudientes. El cuerpo de seguridad del gobernador encabezado por Rufino Cruz (Guillermo Ríos) su guardaespaldas de toda la vida y su hijo Adán (Tenoch Huerta) quienes viven entre el servicio al político y su familia, y la vida común y corriente como miembros de una comunidad que será afectada por la construcción del nuevo aeropuerto. El hombre detrás del poder que mueve los hilos y no sale en ninguna foto es El Pájaro (Gael García Bernal). La serie cuenta además con las actrices Sofía Sisniega, Paulina Dávila, Ariadna Gil y Yoshira Escárrega.
Desde el primer capítulo queda claro no hay sorpresas, nada dará un giro inesperado. La sórdida narrativa de Aquí en la Tierra sólo va descubriendo las capas como si fuera una cebolla de la pesimista realidad donde nada o poco se puede hacer.  
Fox apostó por una poderosa serie que debe chocar a muchos en México, incluso la publicidad de la serie fue: La serie que muchos quieren que sea censurada. Aún no se sabe si habrá una segunda temporada, pero lo importante es que la serie de Fox es una de las mejores de este año.
Para muchos va a ser más fácil es seguir pensando que somos buenos, a toda madre y excelentes anfitriones.

publicado en roastbrief el 3 de septiembre de 2018
imagen fox.com

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