miércoles, 23 de mayo de 2018

El 2° debate CDMX: La hora de Marco Rascón.



A la hora de verse la cara los 7 aspirantes a gobernar la CDMX mostraron que los postulados por los partidos principales son sólo pan con lo mismo. 

Armando Enríquez Vázquez

Lo que dejó ver el debate es que a pesar de que nos quejamos de lo rígido y anquilosado que puede resultar el formato del debate en esta ocasión fue la rigidez y poca disposición a contestar las preguntas de manera directa y clara, al menos de los tres candidatos de los partidos y alianzas más fuertes.
El discurso más inteligente fue el de Marco Rascón, al recordarnos que la política social de los partidos, se reduce a prácticas como la del Lopezobradorismo, a la promoción de la pobreza, que ha llevado a cabo desde hace décadas el PRI, para crear clientelas de jodidos que voten por hambre. Ahí Rascón dio en el clavo, en un clavo que duele porque es el que mantiene a la mayoría de los mexicanos en la sumisión a la Mafia del Poder de la que claro que forman parte Morena y su Mesías Tropical.  
Es un tema de la mayor importancia. PRI, PRD y Morena se han dedicado a crear clientelas, y mantener la pobreza para comprar votos a partir de necesidades básicas de los ciudadanos. Apostando anular el crecimiento personal, colectivo y nacional. Escuchar a Claudia Sheinbaum decir que va a crear empleos de calidad con una barita mágica es oír una vez más las voces no del populismo, si no de la demagogia dictatorial que esa mafia del poder que forman PRI, PAN, PRD, Morena y sus minions nos obligan a oír pero que no queremos seguir escuchando. Todo mundo habla del populismo como una peste, no es el populismo el problema es la demagogia que siempre han manejado PRI, PRD y Morena en su discurso.
Claudia Sheinbaum demostró ser todo lo malo, cobarde y corrupto que representa el morenismo. Yo no sé sí ella estuvo presente en el Colegio Rebsamen desde el primer día, lo que si recuerdo es haberla visto validando en televisión la existencia de la niña fantasma de Televisa. Me quedó claro que Claudia, como su mentor, es incapaz de enfrentar la verdad y mucho menos la crítica. Lo que resulta gracioso es que al nombrarlo parece, desde que lo hizo en el primer debate, invocarlo para protegerse de su propia inopia.
Rascón es un hombre que hoy representa a un partido conservador y pequeño, pero es un hombre que supo renunciar a la izquierda cuando esta se desintegró para forma parte de la gran Mafia del Poder que es la partidocracia. Rascón supo darle la espalda al PRD y a Morena cuando la corrupción entró por la puerta grande de estos partidos y la ideología salió por esa misma puerta. Sheinbaum es claro que ni siquiera conoce la palabra ideología. Le resultó fácil acusar a los otros usar una varita mágica cuando ella se siente Harry Potter protegida por un Albus Dumbledore tabasqueño. Convirtiendo a la ciudad en enormes centros hospitalarios, deportivos, grandes escuelas, mercados y negocios que lo único que implican es crear la dependencia de nuevas y futuras clientelas electorales.
Tanto Mikel Arreola, como Sheinbaum y Barrales olvidaron hablar de su propuesta para construir nuevos kilómetros del Sistema de Transporte Colectivo, Metro, que tan importante parecía en el primer debate, y tanto Sheinbaum como Arreola hablaron de privilegiar al automovilista, sobre el peatón, el ciclista o un transporte público digno y seguro. La izquierda y la importancia del ciudadano murieron cuando se habló de eliminar fotomultas, grúas, de dar microbuses nuevos. Vuelta a las palabras de Rascón. Nunca se atacan a fondo los problemas, únicamente se crean clientelas como taxistas piratas y rutas de camiones, negocios tan jugosos que han hecho a los verdaderos millonarios de la Ciudad, que no son empresarios si no perredistas y morenistas dueños de flotillas de taxis, por poner un ejemplo.
Rascón nos recordó esas prácticas chapuceras y de mafioso que el lopezobradorismo copió del PRI, como el asunto de “Juanito”, cuando Sheinbaum, Barrales y Arreola se acusaban de plagio de propuestas. Los que por nuestro trabajo conocimos al delegado títere de Iztapalapa, sabemos que no era más que un pelele de López Obrador que de pronto se le salió del huacal al tabasqueño. Rascón fue concreto: el gobierno de Miguel Ángel Mancera es hijo del de Marcelo Ebrard y nieto del de Andrés Manuel López Obrador. Las cabezas cambiaron no así los operadores y las prácticas. Andrés Manuel gobernó la ciudad como miembro del PRD, no lo olvidemos y Morena es el engendro nacido del capricho rechazado por el PRD, con la ayuda de mezquinos advenedizos como Ricardo Monreal y Porfirio Muñoz Ledo, y en esta campaña presidencial de oportunistas con más colmillo que el mismo López Obrador como Alfonso Romo, Lino Korrodi y Marcos Fastlicht. López Obrador es más pragmático que Vicente Fox.
Sólo Mikel Arriola amenazó con llegar a donde se deba llegar para castigar los actos de corrupción que dieron como resultado la tragedia del Rebsamen, del Tecnológico de Monterrey, de Xochimilco y Cuauhtémoc delegaciones de Morena dedicadas en los últimos años a recaudar dinero y crear clientela para estas elecciones. La otra es Benito Juárez donde uno de los principales responsables de la colusión y corrupción de funcionarios con las constructoras fue Fadlala Akabani del PAN, hoy candidato de Morena. Barrales, Lorena Osorio y Purificación Carpinteyro agarraron de su punching bag a Sheinbaum quien con su sonrisa de Nosferatu aguantó vara. Mikel recibió el golpe del Rascón acerca de su permisividad en el etiquetado de la comida chatarra.  Finalmente, Rascón también les recordó a todos que existe una constitución de la Ciudad, que es nueva y a veces mucho mejor que todas las propuestas mágicas que tienen como candidatos.
Las buenas propuestas: La segunda Ciudad Universitaria y pulmón de la Ciudad, de Barrales. La reducción de trámites para crear empresas de Boy. El impulso a mercados populares, Carpinteyro. La prioridad al peatón y al ciclista en la Ciudad, Rascón.
Las malas; El turismo y los doce festivales de Sheinbaum. Microbuses gratis, no a las fotomultas, no a las grúas Mikel y Sheinbaum. Los salarios rosas y pensiones gratuitas Sheinbaum, Barrales, Arreola.
Lo que me hubiera gustado escuchar. Politicas publicas para las personas en situación de calle.
Para mí hubo un claro ganador del debate; Marco Rascón que sin prometer mucho dibujo muy claramente algo que los mexicanos nos negamos a conocer y reconocer, la historia. Atrás de él Mariana Boy que mejoró en sus intervenciones y la fuerza de sus respuestas y propuestas, después todos los demás. Mikel, como Meade, no importa si es bueno o no la marca que representa es la que lo anula.


publicado en blureport.com.mx el 16 de mayo de 2018

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