martes, 22 de septiembre de 2015

Osos de colores y sabores para todo el mundo.



Cien millones de unidades de esta golosina se producen a diario en el mundo, su creador inició su empresa con una olla de cobre, un bloque de mármol y bulto de azúcar.
Armando Enríquez Vázquez.
En 1997 durante un juicio en contra de la cigarrera Phillip Morris por los daños causados por el cigarro, el ejecutivo de la empresa James J. Morgan a la pregunta de sí consideraba al tabaco como un producto que causara adicción, el ejecutivo contestó:
- Farmacéuticamente, no. En cuanto a un hábito que se vuelve una adicción como la cafeína o como sucede en mi caso con los ositos de gomita. Me encantan los ositos de gomita… siempre estoy queriendo ositos de gomita, los devoro, me encantan, no estoy contento si no como mis ositos, pero en la realidad no soy adicto a ellos.
Del cinismo del ejecutivo de la empresa tabacalera pasemos a la realidad los ositos de goma son sin duda uno de los dulces favoritos de chicos y grandes a lo largo del mundo. Y su historia está ligada a una familia y a una empresa.
Hans Riegel, nació en 1893, en poblado cercano a la ciudad de Bonn. Al finalizar su educación básica, Hans aprendió el oficio de confitero y se dedicó a él. A pesar de que se asoció y fundó una empresa dulcera no logró el éxito esa primera vez, así que Hans Rigel decidió crear una nueva empresa en la que en un principio su única empleada era su mujer.
La empresa fundada en 1920 y establecida en una casa que compró Rigel en un suburbio de Bonn contaba en un inicio con un saco de azúcar, una olla de cobre, un bloque de mármol y el conocimiento dulcero de Rigel. La empresa fue bautizada como Haribo, nombre en el Rigel utilizó la primera silaba de su nombre, la primera de su apellido y para finalizar las primeas dos letras del nombre de la ciudad de Bonn, en la que estaba establecida la empresa.
Los dos primeros años la empresa sobrevivió vendiendo diferente tipos de dulces hasta que en 1922 Hans Rigel tuvo una idea que revolucionó a su empresa. En esos años la novedad en el mercado de los dulces en Alemania comenzaban a ser los dulces hechos de gelatina y que conocemos como gomitas, Rigel pensando en los osos que bailaban en las calles de las ciudades alemanas y que causaban sensación en los niños creo un dulce de gomita que representaba a un oso y lo llamó Tanzbär, que significa oso bailarín. El dulce fue un éxito y fue el predecesor del osito de gomita como lo conocemos hoy. Esos primeros dulces eran un poco más grandes que los actuales, pero eran más angostos. En 1925, Rigel decidió lanzar a la venta golosinas hechas de orozuz, o regaliz como le llaman los españoles, y que hasta la fecha representan la segunda línea en importancia de productos que ofrece e identifica a la marca. El orozuz es una planta, la cual al hervir la raíz se obtiene ese jugo de color negro que tanto gusta a muchos y en algunas regiones del mundo, además que desde la antigüedad se le atribuyen propiedades medicinales a la planta.



Rigel, incluso creó unos Tanzbär negros hechos de orozuz. En la época de la peor depresión en Alemania, los Tanzbär permanecen siendo un éxito, pues mantienen el costo de un centavo por un par de osos.
Para 1930 la empresa contaba ya con 160 empleados y distribución de sus productos en toda Alemania. A mediados de esa década surge el slogan que separa a la marca de la competencia: Haribo macht Kinder froh. (Haribo hace felices a los niños).
La llegada de la II Guerra mundial da varios golpes a Haribo, empezando por la dificultad para conseguir los insumos, seguida por la orden del gobierno de utilizar las fabricas para producir elementos de guerra.
En 1945 a la edad de 52 años Hans Rigel murió y su esposa se hizo cargo de la empresa en lo que sus dos hijos son liberados de los campos de prisioneros de guerra. Una vez de regreso en Bonn; Hans y Paul tomaron el negocio de las manos de su madre y se repartieron las responsabilidades; Hans se encargó de la parte comercial de la empresa, mientras que su hermano Paul tomó el mando de la producción. La empresa, tras la guerra contaba con sólo 30 empleados, pero el manejo correcto de la misma la hizo crecer de manera exorbitante y en tan solo cinco años Haribo creció hasta tener 1000 empleados.
En 1960, nacieron los ositos de goma como los conocemos hoy en día, la marca los llamó osos dorados. En 1967, Haribo logró la patente de los ositos. En esa década el slogan de la empresa se modificó y se volvió Haribo macht Kinder froh – und Erwachsene ebenso. (Haribo hace felices a los niños y a los adultos también). Haribo incursionó también en la publicidad en televisión.
En 2009 Paul Rigel murió a la edad de 83 años, cuatro años después, en 2013, murió su hermano Hans a la edad de 90 años. La empresa que actualmente cuenta con presencia en 22 países del mundo y tiene quince plantas en Europa sigue siendo una empresa familiar.

publicado en theoint.com.mx el 14 de septiembre de 2015
imagenes: Haribo.com
                   wikipedia.org

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