miércoles, 20 de junio de 2018

La llegada de Amazon y el final de Blim.



No han pasado ni dos años de esto y el fracaso de Blim ha sido tan estrepitoso que la empresa de televisión anunció una alianza con Amazon para la creación y distribución de contenidos. 


Armando Enríquez Vázquez


Con la arrogancia inherente a la empresa, Televisa anunció en 2016 el retiro de sus contenidos de Netflix, se decía lista para lanzar su propia plataforma en Internet para ganar en los mercados hispano hablantes.
No han pasado ni dos años de esto y el fracaso de Blim, la plataforma en Internet de Televisa ha sido tan estrepitoso que apenas el pasado viernes 23, la decadente empresa de televisión anunció una alianza con Amazon para la creación de contenidos. Blim nació condenado a morir, primero con ese nombre y segundo iniciando su servicio con una serie española de la que Televisa compró los derechos para tropicalizarla y destruirla: Grand Hotel.
Manipuladores de la verdad, como lo han sido desde la llegada de Emilio Azcárraga Milmo a la presidencia de la empresa que fundó su padre, Televisa da una versión sesgada de la nota que retrata a la compañía como una fuerte empresa, cuando lo único que existe detrás de la nota es la agonía que vive la empresa.
La historia es diferente de acuerdo con los medios norteamericanos, Variety por ejemplo, y con los especializados en contenidos y televisión; el acuerdo entre Amazon y Televisa esta muy lejos de ser una alianza y es un acuerdo comercial donde la empresa de Jeff Bezos comprará contenidos a Televisa, series de 8 a 10 capítulos sin especificar cuantas a través de una división de la empresa llamada Televisa Alternative Originals o TAO. Un acuerdo comercial como muchos otros que tiene la empresa de Jeff Bezos. El portal Televisión Hispana reportó el día anterior al anuncio de Televisa, que la empresa mexicana cayó en la venta anual de contenidos en más de 7% con respecto a 2016 y aunque en general se mantiene por arriba de TV Azteca en los números totales, la televisora de Salinas Pliego reportó una venta mayor en 11% al año pasado en cuanto a sus contenidos.
La producción de series de tan cortas duración es algo que no se sabe hacer al interior de Televisa y que los productores y escritores de la empresa desprecian sentados en la seguridad y confort de sus infumables y eternas telenovelas. Las llamadas series que Televisa produjo al interior de su empresa o vendió a canales extranjeros, el caso de El Dandy, por ejemplo, incluyen setenta capítulos de confusión y las clásicas tonterías melodramáticas y sin estructura típicas del grupo. Las mejores series de televisa están muy lejos de haber sido desarrolladas por la gente de la empresa y son en gran número franquicias que se compraron en Argentina como Mujeres Asesinas o Los Simuladores.
Lo que sí queda claro con esta operación mercantil de compra y venta es la poca capacidad de entender a las nuevas audiencias por parte de Televisa, demuestra también lo desprestigiado de la marca y muy seguramente provocará la desaparición de Blim y de esta manera el primer gran fracaso de la nueva presidencia dividida de una Televisa sin un Azcárraga al frente y el triunfo de la gente de Univisión en la destrucción del otrora gigante de la comunicación al que las malas decisiones y la arrogancia de sus directivos destruyeron en menos de veinte años.
Conforme a notas financieras de esa misma semana el único negocio sano de Televisa es su televisión por cable, lo que suena lógico porque la mayor parte de los contenidos no son de Televisa, sino de las empresas extranjeras que rentan sus contenidos a las cableras como Izzi.
La falta de músculo al interior de Televisa y el pésimo posicionamiento de la marca suceden en un momento crítico en la evolución del medio, con la compra que a finales del año pasado hizo Disney de Fox, el crecimiento de Netflix, Hulu y la fuerza de Claro Sports en materia de derechos de eventos deportivos internacionales, Televisa se ha quedado sin oportunidades.
Televisa pelea como gato boca arriba, pero en su parrilla de televisión abierta la desesperación de la empresa es tal que en sentido financiero ha anunciado nuevos esquemas de comercialización en sus canales que le permitan respirar económicamente y en cuanto a contenidos no tiene empacho alguno de piratearse los contenidos exitosos de TV Azteca mostrando la falta de talento.
Todo parece indicar que la pelea ya está decidida, que únicamente es cuestión de tiempo para que escuchemos el estertor final de Televisa.


publicado en roastbrief.com.mx el 26 de febrero de 2018

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