viernes, 2 de octubre de 2015

¿Y tú de dónde eres?



Tanto padres como madres de familia son igual o más responsables de la incultura nacional, como lo es el Estado

Armando Enríquez Vázquez

No sé, si es tristeza, asombro, incredulidad lo que sentí al leer la última encuesta de Parametría acerca del conocimiento de los mexicanos sobre la independencia: La mayoría de mexicanos no saben siquiera de qué nación nos independizamos.
Desde hace décadas ya que sabemos que la ignorancia es un factor que impera entre los habitantes del país, a cada rato vemos a la televisión abierta exponer la ignorancia de los mexicanos y los que estamos de este lado de la pantalla nos reímos, aliviados de no haber cruzado la calle en el momento en la que el reportero creyéndose ingenioso hace lo que han hecho durante lustros sus antecesores.
El hecho de que el 51% de los entrevistados desconociera el país del cual nos independizamos, nos obliga a reflexionar en varios sentidos y sería muy fácil apuntar con el dedo flamígero en contra del Estado, de la Secretaria de Educación Pública y de los maestros, sin embargo, también debemos reflexionar acerca de algo más importante y esencial; la falta de valores y educación que se les da a los mexicanos en sus propias casas. Tanto padres como madres de familia son igual o más responsables de la incultura nacional, como lo es el Estado. A lo largo de décadas prefirieron volver la espalda a su obligación de poner los cimientos de la educación en su casa. Incluso habrá quien crea que parte de la culpa la tiene la televisión abierta y en especial Televisa, pero ¿Quién prendió el televisor y convirtió a los mercachifles de los contenidos ramplones en historiadores no oficiales, que sesgaron la historia a conveniencia de la empresa, del gobierno y a los cortes comerciales?
La casa de los mexicanos es nuestro territorio, no las corruptas instituciones y poderes de la nación con los que pretenden hacernos creer que vivimos en esa falacia que llamamos democracia.  Nuestra historia es mucho más rica y matizada que un grupo de músicos panzones que elogian el fracaso y el desamor. Que una bebida propia de una región de Jalisco con la que desde las pantallas del cine de oro se embrutece la razón. México es muchas cosas más importantes gracias a esta tierra el mundo conoce el jitomate, los cacahuates, el chocolate, la vainilla y cientos más de productos que forman parte del comercio diario internacional. Nuestra historia es tan rica que abarca no sólo doscientos cinco años de Independencia, sino trescientos años de Colonia donde se forjó la nación y la personalidad mestiza de nuestra nación.
Pero además, México, como todas las naciones del mundo se fue creando con las diferentes migraciones y grupos raciales y nacionales que llegaron a estas tierras por diferentes y variadas razones. México se independizo de España y ciento veinte años después abrió sus puertas todos los españoles a los que su patria y el criminal Francisco Franco les negaron un lugar donde vivir de manera pacífica y donde pudieran desarrollar sus ideas y disfrutar de su libertad. Nos independizamos de España y después nos enriquecimos con muchos de los intelectuales y políticos que llegaron a nuestras costas protegidos por el General Lázaro Cárdenas. Que en México está formado también por libaneses, judíos, italianos, alemanes, japoneses, chilenos y argentinos que con el paso de los años encontraron aquí un remanso contra diversas persecuciones y eligieron hacer de nuestro país el suyo también enriqueciendo a nuestra nación.
¿Cómo podemos esperar que los mexicanos sepan de la independencia cuando de los cuatro nombres de mujeres independentistas que con  letras de oro se encuentran en la cámara de diputados, medio conocemos la historia de Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario, pero desconocemos a Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín y Lazo de la Vega y  Antonia Nava?
Lo que en México funcionaba para muchos era tener una historia donde un cura con un estandarte con la virgen liberaba al país, olvidando que la consumación y la lucha que duró once años la hicieron miles de ciudadanos y ciudadanas comprometidos con terminar con el avasallamiento a los que los tenían sometidos no sólo la corona española, sino aquellos que presumiendo el ser peninsulares, despreciaban y minimizaban a criollos, mestizos, castizos y todo ese sistema racista de castas que crearon y que incluso permaneció en lugares como Yucatán hasta el siglo XX y sigue enraizado en el fondo de nuestra personalidad, explotaban el racismo en la Nueva España.
Si uno busca en Internet la información de México, sobre México y sus figuras históricas es poca, autoridades y mexicanos olvidamos que somos la nación con más hispano hablantes, que tenemos una historia que muchos ven como caótica y llena de bandazos, pero que también habla de una perseverancia que ha enfrentado muchos escollos para mantener una nación que no siempre podemos definir ni siquiera geográficamente y que muchos políticos modernos creen a pie juntillas inventar y forjar. Qué nuestro orgullo no se debe limitar a un puñado de héroes oficiales, casi todos políticos, que México fue formado por empresarios, artistas, científicos, intelectuales que aún nos falta ensalzar y presumir.
México es mucho más que once mediocres ratoncitos que corren desde que tengo memoria tras un balón que jamás los lleva a ningún lado. Mucho más que un partido que se apropió de los colores de la bandera para enmarcar las siglas que burocratizaron la lucha de Revolución al Institucionalizarla y reprimir a la oposición de ideas desde hace más de sesenta años.

Qué los mexicanos seamos ignorantes de nuestra historia, no es culpa de un gobierno que nos cuenta lo que quiere y como quiere, no lo es tampoco de los medios de comunicación que creen que trabajan para que los jodidos estén estupidizados mientras ellos comercian con el tiempo aire. No por más que nos guste ser y hacernos las víctimas, la culpa es nuestra, única y tristemente nuestra que lo hemos permitido y que somos incapaces de transmitir a nuestro herederos el amor a una patria que es mucho, pero mucho más que los héroes que nos dieron patria y las convenciones que nos quieren imponer los mercadologos del falso patrioterismo.

publicado en blureport.com.mx el 28 de septiembre de 2015.

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