Por: Armando Enríquez Vázquez
Aquí naciste, güey. Este es tu terruño.
Tu mugre aire es éste
Y esos transas y cabrones
Son los tuyos.
Tu mugre aire es éste
Y esos transas y cabrones
Son los tuyos.
Héctor Manjarrez
El canto de los Asesinos.
En abril de 2009 se dio a conocer el fallo del jurado en el concurso de la construcción del
monumento que celebraría el bicentenario de nuestra Independencia. El diseño ganador, conocido
como Arco Bicentenario, era la idea de jóvenes arquitectos mexicanos encabezados por César
Pérez Becerril. 35 Proyectos se presentaron a concurso, un jurado y un comité técnico evaluaron
su viabilidad, su belleza y las características del proyecto para celebrar la fecha y representarnos a los más de cien millones de mexicanos.
El proyecto ganador una torre de 104 metros de altura con placas de cristal de cuarzo natural. 104 es dos veces 52 número importante para las culturas prehispánicas pues simboliza la duración de un ciclo, el famoso fuego nuevo. Inicio su construcción el año pasado. ¿Dónde habrá de estar tan maravilloso monumento? Sobre Paseo de la Reforma a la altura de la entrada a Chapultepec, donde se encuentra la Puerta de los Leones. La idea era inaugurar el monumento y la plaza que rodea el próximo 15 de Septiembre.
Hace una semana el secretario de educación pública, Alonso Lujambio, anunció que el monumento para festejar el Bicentenario de la Independencia no estará terminado a tiempo, de hecho habrán de pasar más de doce meses para que la obra esté terminada.
Las razones, aunque simples, no son entendibles.
1. Malos cálculos. Según informo Lujambio el monumento debe está planeado para durar doscientos años, para que las futuras generaciones lo disfruten. Sin embargo, los cálculos de una firma canadiense basadas en las previsiones de un aumento en la velocidad de las rachas de viento en la Ciudad México y la alta sismicidad en la misma, que prevé fuertes temblores en el futuro, la torre debió de ser vuelta a diseñar para soportar estás condiciones que sus jóvenes arquitectos no habían contemplado, ni el consejo técnico que evaluó el proyecto, lo previó.
Gracias a los estudios canadienses se conocieron lo errores estructurales y se pudieron corregir. Por ejemplo; el peso de la estructura se duplico de 800 a 1,700 toneladas. El ancho de las columnas aumento diez centímetros de 81 a 91. Yo no sé de arquitectura pero no sé porque presiento que los primeros cálculos fueron hechos al aventón.
2. Insuficiencia en los materiales. Se argumento que la producción brasileña de cuarzo no ha podido surtir la demanda que requiere el monumento.
3. Costo. En un principio el monumento tenía un costo de 393 millones de pesos, este presupuesto se ha incrementado y el costo actual asciende a 690 millones de pesos.
Hecho con acero finlandés que será forjado en Italia, el monumento será, si es que alguna vez lo es, inaugurado hacia finales del 2011. El bicentenario ya habrá pasado y, a pesar del nombre, lo más probable es que este “Arco Bicentenario” jamás sea recordado con ese motivo. Hay cosas que me sorprenden aún, todos los que pasamos a diario por Paseo de la Reforma, hace más de un mes nos imaginábamos que el monumento era fantasma, o era de papel mache y sería colocado el día 15, porque no se observa ningún avance y menos la estructura que de paso a una obra de 104 metros de altura. ¿Cuándo descubrieron los supervisores del festejo del bicentenario algo que era obvio a todas luces?,¿ El 15 de agosto? Paso alguno de ellos y dijo “Chin, creo que esto va retrasado” acto seguido salió corriendo a avisarle a Lujambio quién el 16 con cara de “Yo acabo de llegar a esto y los anteriores no me dijeron nada”, nos informó a todos los mexicanos que el arco del bicentenario se lo habían pasado por el arco y que hasta el 2011 va a estar listo.
Unos días después el tema musical del Bicentenario fue presentado por el mismo secretario y Aleks Syntek, quienes fueron criticados duramente. Syntek, agobiado por las críticas y la incomprensión decidió abandonar su cuenta de twitter por algún tiempo y Lujambio salió a decir que aquellos que dicen que no hay nada que celebrar son unos “Mezquinos”.
No seamos mezquinos y pensemos que el retraso en la entrega del Arco Bicentenario tiene puntos buenos pues también nos identifica como mexicanos y dice muchas cosas acerca de la sociedad que se construyó en siglo XX. Lo de Aleks Syntek, pues es cosa de autor, hay días que las cosas salen y otras en las que no. Que tenga la piel tan delgada es lo preocupante, la intolerancia en un país que quiere presumir de tolerante, es el pan nuestro de cada día.
Vamos por partes. Que el costo del monumento se haya elevado casi al doble, es una circunstancia diaria, la sufrimos todos, por ejemplo; llega al mecánico con el carro fallando. Después de un meticuloso examen que dura 5 minutos y una rascada de cabeza, el mecánico apunta en un papel estraza con letra digna de un médico y le pasa un texto ilegible salvo los 1,200 pesos al final. Usted accede. “¿Para cuándo lo tiene, maestro? “ Pregunta obligada, la respuesta invariable sin importar el día de la semana en que estemos; “¡Véngase el lunes tempranito!”. El Tempranito se vuelven el cuarto para la una de la tarde del mentado lunes. Amablemente el mecánico, crudo, se disculpa porque tuvo que ir a buscar unas piezas hasta Tenango de los Alebrijes, acto seguido lo invita a pasar al interior del taller, donde sólo se ve el cascarón del auto, como si lo hubiera uno dejado en plena Colonia Doctores. “Fíjese que me equivoque y la verdad es que es otra cosa y le va a salir en doce mil pesos y se lo voy a tener en un mes”. Y para no terminar haciendo un relato costumbrista de algo que debería ser ironía, bien sabemos que al final terminará pagando, esperando tres meses más de lo convenido inicialmente, y sumando gastos de médicos por los corajes, transporte extra y piezas nuevas del carro que usted duda que existan o estén relacionadas con el verdadero problema del carro. La historia se repite a lo ancho y largo del país, en todos los estratos sociales, desde el mecánico que tiene un mísero taller a la orilla de la carretera hasta el taller de servicio decualquier agencia, desde los talleres automotrices, hasta los hospitales, aerolíneas, restaurantes, tintorerías, oficinas de gobierno, inmobiliarias. Hasta los amigos con su impuntualidad. La Selección Nacional prometiendo cada cuatro años el quinto partido de todos tan deseado.
Nuestra desidia para estacionarnos donde se debe y la hipocresía de los empresarios para con sus trabajadores y sus condiciones de vida o de trabajo. Las cifras del INEGI, las de la UNAM y ni qué decir de las encuestadoras sirviendo a los intereses de partidos políticos y televisoras, los ratings falaces que favorecen a Televisa y los senadores, esos si mezquinos, que le regalan el espectro de Banda. Podría seguir enumerando pero entonces si caería en el relato costumbrista que estoy evitando y que es impropio del discurso del siglo XXI. Creo que conforme a la demagogia y a nuestra idiosincrasia, esa que desarrollamos en el siglo XX gracias al PRI entre otros factores, sería una buena idea que el 15 de Septiembre se inaugurara el monumento, arco, columna o lo que vaya a ser del Bicentenario, así, inconcluso, con la Puerta de los Leones forrada con tablones cual obra de Kristos o precediendo a un acto de David Copperfield. No nos extrañe que debajo de los tablones no haya ya nada.
El monumento en su estado actual nos representa a todos y todo lo que somos en la actualidad.
El programa podría incluir al Coro de los niños nonatos de Morelia, y la banda de la agencia espacial mexicana. El bisnieto de Aleks Syntek cantará desde el futuro, un pedacito de papel albanene para representar los cuarzos que algún día llegarán de Brasil. Linternas de diez pesos de esas que venden en los semáforos para darnos una idea la iluminación.
Hace cien años se daban los toques finales a la columna de la independencia que inició su construcción con casi una década de antelación a los festejos. De seguir como vamos en nuestra evolución como sociedad será bueno sacar la convocatoria para los festejos del Tricentenario en los próximos 5 años sí queremos que todo esté listo para 2110.
Publicado en blureport 30 de Agosto de 2010