Detrás de sus ojos y Tribus de Europa se estrenaron la misma semana en Netflix y son opciones para verse con ciertos asegunes cada una.
Armando Enríquez Vázquez
En Netflix hay dos nuevas propuestas para ver; una miniserie
inglesa y una serie alemana que están bien para pasar el rato si uno esta
dispuesto a ciertas chapuzas de los creadores y escritores. Crear una historia
sólida y sin huecos parece cada día más difícil dada la necesidad de las
plataformas por llenar espacios para enfrentar la cada vez mayor competencia.
La miniserie se
llama Detrás de sus ojos creada por Steve Lightfood a quien debemos esa
versión cursi y simplona de la leyenda de Arturo llamada Camelot, y la
exitosa precuela de la vida de Hannibal Lecter. Detrás de sus ojos es
una historia de un triángulo amoroso con un twist tramposo que se revela al
final de la trama.
La llegada de una
pareja formada por David (Tom Bateman) y Adele (Eve Hewson) a los suburbios
londinenses va a marcar la vida de Louise (Simona Brown) quien una noche de
copas frustrada al ser plantada por una amiga y antes de resignada regresar a
casa con su hijo, provoca un pequeño incidente al tirar el whisky de David y
por educación pagarle la bebida al hombre con quien termina en una muy amena
platica yantes de convertirse en una relación de una noche la cordura, al menos
eso es lo que parece, de David termina por llevar a los personajes a sus
respectivas cotidianidades. La trama se vuelve interesante cuando al día
siguiente al llegar al consultorio de siquiatras en el que trabaja como
secretaria Louise descubre que su nuevo jefe, es David quien está en la oficina
con su esposa. Louise se esconde en el baño y se presenta ante su nuevo jefe, hasta
el día siguiente que es el primero en que David trabaja. Obviamente lo que
tiene que pasar habrá de pasar. La historia comienza a volverse complicada
porque Adele conoce a Louise y se vuelve su amiga. Lo que es un clásico
ingrediente para tratar de atrapar al espectador, los otros ingredientes son que
algo extraño se adivina en la relación de Adele y David, en un juego de poder
sobre cual de los dos domina al otro, pero además al parecer David tuvo que
huir de la ciudad donde la pareja vivía antes por una relación con otra mujer.
Lo que es más interesante es que Adele es una millonaria, sus padres murieron
cuando la mansión en la que vivían se incendia y David el hijo de uno de los
trabajadores de la propiedad salva a Adele, ella tenía diecisiete años y tras
la tragedia tiene que pasar una temporada en un siquiátrico donde conoce a Rob
(Robert Aramayo), un heroinómano, homosexual que se convierte en el mejor amigo
de Adele. Pero Rob desapareció hace años, sin que nadie lo eche de menos. Las
sospechas de todo tipo se van haciendo patentes para el espectador mientras va
desarrollándose la trama.
La situación de
Louise por su parte es la de una madre divorciada, con un hijo que ve a su
padre y que tiene un viaje a Francia con su padre y su pareja, lo que le
permite a Louise llevar su affair a casi una relación de pareja, por un
lado, y a fortalecer la amistad con Adele, por el otro. Pero Adele es una mujer
posesiva al extremo y como siempre cuando al final todo se descubre Louise es
la que se lleva la peor parte. Nunca me han gustado las historias donde el
escritor saca un as de la manga y modifica la premisa establecida, y más cuando
como en este caso ese as pretende ser la vuelta de tuerca sorprendente dentro
de una lógica inexistente en todo el planteamiento de la situación y por lo
tanto no es tanto una vuelta de tuerca, como un clavo metido a martillazos.
Por otro lado, se
estrenó la primera temporada de la serie alemana Tribus de Europa una
más sobre sociedades humanas tras el apocalipsis, en esta ocasión la sociedad
se ha enfrentado a un gran apagón tecnológico que ha dado como consecuencia la
fractura del viejo continente y el regreso de alguna manera a la edad media con
grupos y bandas por todo el continente. La serie empieza en 2079 con tres
hermanos de la tribu Orígenes, una pequeña banda que vive en el fondo del
bosque de lo que alguna vez fue Alemania. Los hermanos; Liv (Henriette
Confurius), Kiano (Emilio Sakraya) y Elja (David Ali Rashed) el más joven que
será iniciado en la edad adulta de la tribu tras haber cazado su primer lobo. La
cacería se ve interrumpida por la caída de una nave de otra tribu a la que se
conoce como Atlante y que son los poseedores de la tecnología más avanzada del
planeta. El piloto de la nave herido esconde un extraño cubo que al parecer
puede salvar al mundo de una nueva amenaza que destruirá Europa. Obviamente la
tribu más salvaje y dominante de Europa, los Cuervos, llegará a la zona donde
viven la tribu Orígenes, hará a algunos esclavos y al resto los eliminará pero
no consiguen el cubo y la historia de los tres hermanos se dividirá; Kiano será
convertido en esclavo Cuervo y tratara de alcanzar su libertad escalando el
sistema social de esa tribu, Elja escapara con el cubo tras haber hecho la
promesa al piloto herido de muerte de llevar el objeto a su destino, en el
camino encontrara a Moses (Oliver Masucci), un mercenario que como suele
suceder en estos argumentos se volverá cómplice y acompañante de Elja.
Finalmente, Liv a la que los cuervos dejan por muerta es rescatada por la tribu
Crimson que se sienten los herederos de la Unión Europea.
La historia
parece sacada de una novela gráfica autocomplaciente y totalmente dirigida a
una audiencia muy joven y poco analista. Pero no es así. Las escenas sexuales y
de violencia son dignas de cualquier serie mayor. Tribus de Europa no es
pretenciosa, como tampoco es una serie muy elaborada, ni pensada. Los
personajes son caricaturas de melodrama; El líder de los cuervos es un viejo
preocupado por participar en raves, más que en gobernar y los Crimson son
el estereotipo de lo que muchos jóvenes europeos piensan de la burocrática y
esquematizada cúpula del gobierno europeo o de los cuerpos de paz de ONU,
aunque aparecen brevemente al final de la primera temporada de la serie, una
tribu llamada Femen, parece ser la caricatura de las feministas extremas. A
diferencia de Detrás de sus ojos, aquí no hay sorpresas, lo puesto sobre
la mesa es lo único que hay. Divertida en su tono simple, Tribus de Europa
no es ni por mucho una serie trascendental, es una serie dominguera que por
tener sólo 6 episodios en su primera temporada puede verse sin ningún problema
y en el entendido que es mera diversión; malos muy malos, Lord Varvara (Melika
Foroutan) la general que destruye a los Origenes y la dueña de Kaino esta más
preocupada por satisfacerse sexualmente con su pequeño harén de esclavos que en
encontrar el cubo.
Detrás de sus
ojos consta también de 6
episodios, pero lo que sostiene a esta pretenciosa miniserie, es la actuación
de las dos protagonistas mujeres.
Imagenes: Netflix