martes, 29 de marzo de 2022

Precisión, belleza y robots.



La historia de una de las marcas más lujosas de relojes, así como de las más antiguas es también la de un hombre obsesionado con la belleza y la precisión de mecanismos.

Armando Enríquez

Una de las marcas más exclusivas y bellas en el mundo de los relojes es sin duda Jaquet Droz. La marca suiza es supuestamente la más antigua marca de relojes aun en producción, y sin embargo, su historia está llena de huecos históricos, lo que me hace dudar de su continuidad. La historia de la marca podría ser tan sólo el aprovechamiento del nombre de una marca alguna vez muy exitosa, que reapareció a mediados de siglo pasado y haciendo honor al fundador de la marca se ha convertido en una excelsa marca de relojes.

Pierre Jaquet-Droz nació en La Chaux de Fonds, hoy parte del cantón suizo de Neuchatel, el 28 de julio de 1721. Jaquet Droz conocía a varios de los relojeros artesanales de la zona, además de ser descendiente por parte de su madre de otros afamados relojeros. Pierre se mostró fascinado por lo especializado de los mecanismos y su precisión. Su padre, que era un agricultor, no compartía la idea de su hijo y se empeñó en que Pierre estudiara para clérigo, así que lo envió a la Universidad de Basilea que en esos días tenía su sede en Neuchatel. Ahí Pierre estudió teología y filosofía, pero su amor la ciencia lo llevó a conocer y tener una buena amistad con los Bernoulli, Padre e hijo que eran matemáticos.

En 1738 cuando tenía 17 años estableció su propio taller, los siguientes 9 años se dedicó únicamente a la construcción y diseño de relojes, que debido a su belleza y a sus particularidades comenzaron a llamar la atención de las clases pudientes. Esta relación con la clase alta de Neuchatel lo llevó a conocer al gobernador del principado George Keith, conocido como Milord Maréchal, quien le recomendó llevar sus creaciones a España.

Jaquet Droz se casó en 1750, tuvo dos hijos, pero su matrimonio duro poco. Su mujer y su hija murieron pronto y Pierre viajó a Madrid con algunos de sus relojes que causaron sensación en la corte de Felipe VI, Jaquet Droz regresó a Suiza con el suficiente dinero para dedicarse de lleno a sus creaciones.





Además de los relojes Pierre Jaquet Droz, comenzó a crear pájaros cantores, unas verdaderas piezas de arte que también comenzaron a tener una gran demanda entre los aristócratas europeos, sin duda el mayor logro entre las creaciones de Pierre Jaquet Droz fueron sus autómatas, maquinas que representan a seres humanos y de los que se conservan aun tres que se exhiben en el Museo de Arte e Historia de la Ciudad de Neuchatel. Estas tres máquinas son conocidas como El dibujante, El escritor y La pianista. Cada una de ellas realiza las acciones que las describen.

Como evolución de estos autómatas, Jaquet Droz ofrece a sus clientes actualmente una máquina que reproduce la firma del dueño de la máquina en un formato manuscrito.

Jaquet Droz incorporó al negocio a su hijo Henri Louis Jaquet Droz y a su hijo adoptivo Jean Frederic Leschot. En 1774 Pierre decidió abrir un taller en Londres y pronto estableció una agencia en Pekín. Los pájaros cantores de Pierre fueron un éxito en las cortes china y japonesa.  En 10 años de presencia en China Pierre Jaquet Droz exportó más de 600 piezas. Los relojes y pájaros de Jaquet-Droz tenían presencia también en La India.

Mientras Henri Louis viajaba de La Chaux de Fonds a Londres, la mayor parte de las actividades del negocio con el lejano oriente eran atendidas por Leschot. Los talleres de la empresa se mudaron a Ginebra en 1784, convirtiéndose en la primera empresa relojera en la ciudad. Ese taller se dedicaba a la fabricación de relojes muy lujosos que incluían en su diseño pequeños pájaros cantores, así como otras figuras animadas.

La llega de la década de la 1790 marcó la caída de Jaquet Droz y su desaparición al menos en los registros. La quiebra de un importante cliente inglés obligó al cierre de la oficina en Londres, pagos no realizados por el representante en China llevaron a la empresa a una crisis, en 1790 murió Pierre Jaquet Droz y un año después murió su hijo. Jean Frederic Leschot quedó al frente de la empresa y desde Ginebra continuó con la producción de relojes, pero tras la revolución francesa, el ascenso de Napoleón y el bloqueo comercial impuesto por el emperador francés, la empresa al parecer desapareció. Leschot murió en 1824 y lo que se sabe de su hijo, otro importante relojero suizo, es que ya en 1839 trabajaba para Vacheron Constantin, una marca suiza que se fundó en 1755 y que también subsiste hasta nuestros días. A pesar de inventar y diseñar diferentes innovaciones para los relojes, no se sabe porque no continuó con la tradición de su padre y de los Jaquet Droz de crear joyas de la relojería en cuanto a maquinaria y arte.

Existen algunos Jaquet Droz creados a la mitad del siglo XX, que poco o ningún honor hacen a las creaciones artísticas de Pierre, Henri Louis y Jean Frederic Leschot. En 2000 La marca fue adquirida por el grupo Swatch que en 20m años ha recuperado, la elegancia, lo artístico, lo innovador, el lujo y lo exótico de la marca.

El logo de la relojera como sus relojes, aves canoras y autómatas es elegante y sencilla las letras J y D separadas por un par de estrellas a la manera en que separamos las horas y los minutos abajo en mayúsculas Jaquet Droz. Este logo es al parecer la aportación de Swatch a la marca porque en los relojes sobrevivientes de los años sesenta y setenta del siglo pasado el logo era tres líneas que convertían en una flecha de manera muy burda y que también tenía el nombre Jaquet Droz en mayúsculas en la parte inferior.

El trabajo de escultura, de esmalte y la fina relojería que da vida a estos relojes que son verdaderas obras de arte se puede observar en los videos de la página de Jaquet Droz.


publicado originalmente en the point.com.mx el 14 de marzo de 2022

imágenes jaquet-droz.com

martes, 15 de marzo de 2022

Informando a la bota desde hace 146 años.

 


Icono de los diarios en el mundo el Corriere della Sera es el principal periódico de Italia fundado en 1876 y narrador de la historia de aquella nación durante el siglo XX.

Armando Enríquez Vázquez.

La historia de Corriere della sera es una historia exitosa que se extiende a lo largo de casi siglo y medio después de su fundación hoy es el diario más importante de Italia con un tiraje que supera los 650,000 ejemplares diarios y el portal de internet informativo del país italiano.

Eugenio Torelli Viollier nació en Nápoles el 26 de marzo de 1842. Hijo de un abogado liberal y una francesa. A los diez años huérfano de padre y madre quedó al cuidado de su medía hermana Luisa, hija del primer matrimonio de su padre. Cuando en 1861 Fernando II de las dos Sicilias es derrocado por las fuerzas unificadoras de Garibaldi.

Terminada la anexión de Sicilia, Torrelli tenía un puesto burocrático que había obtenido desde los días de Fernando II, como reconocimiento al trabajo de su padre, comenzó a interesarse por el periodismo y se acercó al periódico L’Indipendente que dirigía el escritor francés Alejandro Dumas por orden expresa de Garibaldi, fue en la publicación dirigida por el francés en donde Torelli inicio su carrera como periodista, pero por instrucciones de Luisa, se mantuvo en su trabajo burocrático que le representaba una mejor entrada económica.

En 1864 Dumas decide que es hora de regresar a Paris y con él Eugenio, que decidió abandonar Italia y conocer la tierra de su madre. En la capital francesa Torelli escribió para diferentes revistas y periódicos. Un año después Torelli regresó a Italia, pero esta vez al norte del país, a Milán donde se le ofreció el puesto de redactor en jefe de dos publicaciones: L’illustrazione universale y L’emporio pittoresco.

En 1875 tomó la dirección del diario La Lombardia, pero la gestación del proyecto personal de Torelli, que consiguió un par de inversionistas para fundar el diario que él consideraba ideal y que imitaba el modelo norteamericano, de corte liberal.

El domingo 5 de marzo de 1876 el Corriere della sera fue voceado por primera vez en las calles de Milán. El nombre escogido por Torelli fue claro el diario era un portador de noticias, Correo, que se publicaba por la tarde, lo que era habitual en Italia del siglo XIX. Se cuenta que una década antes había existido un primer Corriere della sera publicado en la ciudad de Turín, pero ese diario solo se publicó por un par de días.

El lanzamiento de Il Corriere della sera fue todo un éxito y en Milán donde hasta ese día no se publicaban diarios los domingos, ese primer número del periódico se agotó.

Torelli se mantuvo en la dirección de periódico hasta el año de 1898 cuando las presiones de la derecha italiana que terminaron con una masacre civil en Milán lo hicieron recapacitar el abandonar el diario para que este no desapareciera. En un inicio nombró a Domenico Oliva, un periodista que simpatizaba con la derecha y su línea dura. En cartas a otros diarios italianos Torelli fijo su postura política más liberal y fue preparando un mejor sucesor. Al morir Torelli dos años después la dirección de El Corriere della sera es ocupada por el periodista y uno de los dueños minoritarios de la empresa Luigi Albertini, que será la cabeza de la empresa por los siguientes 25 años. Albertini fue el hombre que consolidó la presencia del periódico en toda Italia y lo hizo una empresa lucrativa sólida. Su mano exigente en la redacción, la confirmación de datos, de las fuentes, una ortografía correcta y nada de personalizar las notas o artículos. Los textos son de toda la redacción del diario.

En 1901 se crea La Terza, en referencia a la tercera página del diario dedicada a las reseñas culturales y otras informaciones de espectáculos y moda con el paso de los años La Terza del Corriere, se convertirá en el referente de los suplementos culturales de Italia y de algunas partes de Europa.

Albertini no simpatizaba con los fascistas, se convirtió en político y fue parte de los opositores de Mussolini y el Corriere della sera así lo mostraba. A lo largo de sus años en la dirección del diario Albertini se fue haciendo con la mayoría de las acciones, con excepción de las pertenecientes a las pertenecientes a la familia Crespi. La oposición de Albertini al fascismo tuvo consecuencias; ataques a diferentes oficinas del Corriere della sera a diferentes ciudades italianas. Los Crespi buscaron como evitar la destrucción y final de su patrimonio y gracias a un error legal pudieron deshacerse de Albertini y hacerse con todas las acciones y el control del Corriere della sera. La salida en 1925 de Albertini creó un desconcierto al interior de la empresa en un inició y a pesar que en un principio muchos reporteros y otros empleados renunciaron al final de varios cambios de directores. En 1927 por instrucciones de Mussolini se designó Maffio Maffi director del diario, este hombre servil al fascismo se encargó de despedir a todos aquellos que eran incómodos al régimen, aunque el mismo no parece haber sido del agrado ni del Duce, ni de los Crespi y en 1929 fue sustituido por Aldo Borelli. A Borelli, le precedía una falsa imagen de autoritario y miembro servil del régimen, algo que conforme pasaron los años se demostró como falso y su política editorial fue mucho más tolerante de lo que nadie imaginó.  

Eso no significó que la postura de Il Corriere della sera fuera liberal, todo lo contrario, hasta el final de la II Guerra Mundial, los Crespi mantuvieron su apoyo y línea con el dictador italiano. Al finalizar la guerra se suspendió el tiraje del diario por unos meses y en mayo de 1945 reapareció el diario con el periodista Mario Borsa al frente, Borsa había trabajado ya en el Corriere della sera como encargado de la sección internacional, pero duró unos meses en el puesto, ya que renunció por ser un antifascista. En agosto de 1946 cuando el diario salió a la venta con el nombre de Il Nuovo Corriere della sera, el puesto de la dirección lo tomó el periodista Guglielmo Emanuel, quién también había trabajado antes en el Corriere della sera, como corresponsal en Londres durante la I Guerra Mundial y que, junto con Albertini, abandono el diario como protesta en contra del fascismo. Emanuel ocupó la dirección del periódico entre 1946 y 1952. Durante las siguientes dos décadas Il Corriere della sera se consolidó como un diario de centro y moderado, en 1972 la llegada a la dirección de Piero Ottone marco un giro del periódico al sector conservador lo que provocó el inició de una crisis económica en el periódico cuando muchos de los partidos de izquierda y centro, así como algunos clientes comerciales comenzaron a abandonar al diario.

En 1974 el grupo editorial Rizzoli compró el Corriere della sera y desde entonces es dueño del más importante diario italiano.

Grandes periodistas, pero también grandes novelistas, cuentistas poetas y artistas han pasado por las páginas del diario italiano; Luigi Pirandello, Dino Buzzati, Grazia Deledda, Pier Paolo Passolini, Gabriele D’Annunzio, entre muchos otros.

publicado originalmente en thepoint.com.mx el 7 de marzo de 2022

imagen:corriere.it

martes, 8 de marzo de 2022

Bauer y el hockey sobre hielo

 


Una de las marcas lideres en implementos para hockey es esta marca canadiense fundada en 1927.

Armando Enríquez Vázquez

Los dos deportes invernales de equipo más populares en el mundo son sin duda el curling y el hockey, ambos requieren de implementos especiales y existen marcas que nacieron para satisfacer la demanda y más tarde para estandarizar algunas de las características de estos implementos.

El hockey es un deporte que se juega entre dos equipos, de seis participantes cada uno. Sus orígenes como en la mayoría de los deportes que celebramos en la actualidad se encuentra inmerso en diferentes historias, leyendas y fantasías. Muchas veces depende del cronista para que una historia tenga mayor validez que la otra. Existe un libro publicado en Londres en 1776 escrito por un hombre llamado Richard Johnson, quien utilizó el seudónimo de Master Michel Angelo, titulado Juvenile Sports and Pastimes, El capítulo IX del libro está dedicado a las mejoras en el juego de Hockey y en él Johnson hace una semblanza de la historia del deporte, entre los datos interesantes en el texto Johnson aclara que el hockey y que da nombre al juego, es lo que hoy se conoce como Puck, y consistía entonces en un disco de corcho, en su texto Johnson da un origen irlandés al juego.

Sin embargo, para el hockey moderno, la historia como la reconoce la Federación Internacional de Hockey sobre Hielo, concede el origen del deporte y su reglamentación a Canadá y el primer juego reconocido del deporte se llevó a cabo en Montreal en 1875 y son las reglas canadienses del deporte las que lo reformaron y perduran.

20 años después de aquel primer juego, en Kitchener, Ontario nació Roy Charles Bauer, su familia era dueña de la empresa Western Shoe Company. Aficionado al Hockey decidió introducir en la marca zapatos para hockey, así en 1927 la empresa puso a la venta su primer patín para hockey. Hasta ese momento el mercado de los patines para el deporte estaba acaparado por la marca CCM (Canadian Cycle & Motor Company) dedicada principalmente a la manufactura de autos, bicicletas y motocicletas pero que había visto en el mercado de los patines un negocio alterno y lucrativo. En 1937 Bauer desarrolló una verdadera revolución en el calzado del deporte al crear un zapato en el que la navaja estaba ya fija, a partir de una estructura tubular metálica. Mientras Bauer confeccionaba el zapato, la empresa Starr, que había sido también fabricante de patines para hockey, manufacturaba la navaja. El calzado se llamó Bauer Supreme. Gracias a su innovación los patines de Bauer comenzaron a cobrar fama; primero en la zona cercana a Toronto, después en Ontario y poco a poco en todo Canadá.



La principal estrategia de la marca en las siguientes décadas fue ir comprando a su competencia, hasta que en 1965 la empresa fue adquirida por la empresa Greb, que fue la primera con licencia para producir y comercializar la famosa marca Hush Puppies. A partir de ese momento la marca ha cambiado en diferentes ocasiones de dueño. Sin embargo, el crecimiento y liderazgo de la marca lejos de verse detenido por estos cambios se ha fortalecido.

El modelo Supreme vio pocos o ningún cambió por más de 40 años y no fue hasta los años setenta cuando Bauer presentó su siguiente innovación en los patines para hielo. La navaja del patín estaba montada ahora en una estructura de plástico a la que llamó Tuuk 2000.

Con el cambio de dueños las estrategias publicitarias de Bauer se volvieron más comunes. En primer lugar, recurrió a la vieja táctica de convertir algún atleta en representante de la marca, en este caso el elegido fue Bobby Hull. Robert Marvin Hull que fue conocido como The Golden Jet, aunque canadiense de nacimiento jugó a lo largo de 15 temporadas con los Halcones de Chicago de la NHL, con su reconocimiento de los patines Bauer la marca la fama de los patines Bauer se extendió a Estados Unidos. Bauer comenzó a vender patines con la firma de la estrella de Hockey.  

Otros grandes jugadores canadienses de la NHL comenzaron a utilizar los patines de Bauer; Jim Roberts de las Canadiens de Montreal junto con sus compañeros de equipo Guy Lafleur, Jacques Lemaire y Steve Shutt.

En 1988 bajo la propiedad de Canstar, Bauer comenzó a producir todo tipo de implementos para hockey y ya no sólo patines. Bauer ofrece hoy todo lo necesario para jugar hockey sobre hielo, incluyendo los protectores para porteros y palos de hockey y es uno de las principales marcas de este deporte invernal.

En 1995, Nike compró Canstar y con ella a Bauer, sin embargo, en 2008 Nike anunció su desinterés por el negocio del hockey que no resultó lo lucrativo que el gigante de artículos deportivos esperaba y lo vendió. Bauer volvió a ser un negocio canadiense y actualmente pertenece al corporativo deportivo, Old PSG Wind-Down Ltd. con sede en Vancouver.

Roy Charles Bauer murió el 13 de mayo de 1989, ya lejos de la empresa que había creado.


publicado originalmente en thepoint.com.mx el 21 de febrero de 2022

imágenes: bauer.com