miércoles, 29 de mayo de 2024

Una ciudad que estamos dejando morir.

 


Sumidos en el egoísmo y en el odio contra el otro sólo por pensar distinto nos hace perder lo importante: A la ciudad se la está llevando la…

Armando Enríquez Vázquez

De aquella región más transparente de aire de la que habló el Alemán Alexander von Humboldt a principios del siglo XIX, se ha transformado en doscientos años en una de las regiones más contaminadas del mundo.

Lo más triste es que esto no parece importarle a ningún ciudadano de la capital del país. Estamos instalados en nuestra visión corta y egoísta de cuando podemos circular y cuando no, de que no tengo agua para lavar mi auto o de la inseguridad que nos hace gastar en todo tipo de medidas y artilugios para defendernos y mientras nosotros nos preocupamos por nuestro entorno, los políticos tienen décadas trabajando de una manera consciente, o peor aún involuntaria, en una necropolítica en la capital.

Lo peor de todo es que desde que tengo uso de razón hace ya más de medio siglo, el culpable de los problemas de la Ciudad de México es, desde la vista corta de nosotros los ciudadanos, el gobierno, nunca nosotros.

Nunca se ha aplicado mejor el termino papá gobierno que en lo que esperamos los mexicanos de los funcionarios que nos elegimos, y dijo esperamos cuando deberíamos exigirles que sean congruentes con tanta palabrería estúpida que dicen durante sus campañas.

Mientras llevamos un mes con semanas de contingencia y el jefe de gobierno, que nadie eligió, mantiene un cobarde silencio. Nadie se preocupa en hablar de como estas contingencias afectan en la saludo de los mayores de edad y de los niños más pequeños en especial y en la salud de todos los ciudadanos del área metropolitana en general.

Permitimos que de la mano con empresarios como Salinas Pliego y los grupos de taladores la ciudad y los bosques a su alrededor sea cercenados a diestra y siniestra, en lo que parecen pequeños negocios que han dejado enormes ganancias a los alcaldes como en Tlalpan o Magdalena Contreras o Cuajimalpa.

Cuando en 1991 el presidente Carlos Salinas de Gortari anunció el cierre de la refinería de Azcapotzalco ubicada en el norte de la ciudad. Se pensó que eso resolvería el problema de contaminación por algunas décadas, sin embargo en ese pensamiento minimalista por llamar de alguna manera a las medidas espectaculares y sensacionalistas que tanto gustan a nuestros políticos, que tan poco efecto tienen en el mundo real.

La llegada de la izquierda que con el tiempo ha demostrado ser solo una versión disfrazada de la derecha priísta o mejor dicho sin adjetivar derecha o izquierda, son simplemente más de lo mismo y ni siquiera más barato como todos sabemos y hemos constatado en casi tres décadas del mismo pillaje.

El problema es que no estamos acostumbrados a exigir, hay que pensar y cambiar en la idea de que las personas que elegimos cada seis años para gobernar nuestra ciudad o cada tres años para manejar las alcaldías, están muy lejos de ser autoridades, sólo ellos escudados en su arrogancia se han autodefinido así, cuando en realidad son funcionarios electos por la ciudadanía y por lo tanto están a nuestro servicio.

Tenemos la idea errónea que nos han querido imponer que la ciudadanía es una etiqueta que portamos el día de la votación, que nos sirve para sacar una credencial que nos identifique de manera oficial en los bancos y otros lugares. Pero la ciudadanía debemos ejercerla todos los días y vetar las políticas que se han preocupado por no hacer nada por la ciudad y vetar también a quienes las promuevan o decidan ignorar las verdaderas necesidades de nuestra urbe.

Si queremos estar orgullosos de nuestra ciudad debemos obligar a todos estos políticos corruptos que han gobernado a lo largo de nuestra historia a trabajar para que esta sea una ciudad no sólo llena de museos y de sitios de cultura, si no de agua, aire limpio, áreas verdes, civilidad y leyes claras en beneficio de nosotros los ciudadanos, no de los negocios oscuros que hacen los políticos desde la impunidad, su voracidad y el valemadrismo oficial por la vida de los capitalinos.

Fotografía de mi autoría

martes, 28 de mayo de 2024

Narragansett: la cerveza de los pescadores de langosta.

 


Esta centenaria marca de la costa este de Estados Unidos renació de sus cenizas, patrocinadora de los Red Sox y la favorita de los pescadores de Rhode Island.

Armando Enríquez Vázquez

El estado más pequeño de Estados Unidos es Rhode Island, su costa gracias a la bahía de Narraganset es enorme, de más de 643 kilometros. Curiosamente fue la primera de las colonias inglesas en declarar su independencia de la corona británica

Es en la bahía de Narragansett donde se encuentra la población del mismo nombre con una población cercana a las 15,000 personas. El pueblo fue fundado alrededor de 1650 cuando los colonos ingleses compraron unas tierras a la comunidad nativa de la bahía, la comunidad nativa tenía el nombre de Narragansett, que en la lengua Algonquin significa la gente del pequeño cabo, y los ingleses adoptaron el nombre de la comunidad para su poblado.

En este poblado, en 1889, seis comerciantes de origen alemán decidieron fundar Narragansett Brewing Company, la primera cerveza de la empresa se produjo en diciembre de 1890 y para finales de 1891 la cervecería producía ya 28,000 barriles de cerveza.

La llegada del siglo XX vio al cervecería crecer y dominar el mercado de Rhode Island y Nueva Inglaterra. En 1914 Narraganset inauguró una embotelladora y se convirtió en la cervecería más grande de Nueva Inglaterra y Rhode Island.

Cómo toda empresa dedicada a las bebidas alcohólicas, la implementación de la ley en contra de su consumo afectó a Narragansett, aunque a diferencia de otras empresas, la cervecera mantuvo una producción mínima porque algunos doctores y la misma hacienda de Estados Unidos determinaron que la cerveza resultaba un producto medicinal, por lo que además obtuvo un pequeño beneficio fiscal. Aun así, al finalizar la prohibición el estado de la empresa era muy malo y fue adquirida por la familia Haffenreffer que tenía ya intereses cerveceros en la zona.

El hijo mayor de la familia, Rudolph, fue la cabeza Narragansett a partir de 1929, tras la muerte de su padre. Haffenreffer reconstruyó la cervecera y la volvió de nuevo una empresa importante. En aquellos años era muy popular el representar a los pueblos nativos norteamericanos con un penacho de plumas, generalmente con el torso desnudo y pantalones. Esta representación fue tan popular que se hacían estatuas de madera para las afueras de las tiendas que expedían tabaco. Haffenreffer contrató, entonces a un joven de nombre Theodore Geisel. Geisel creó al jefe Gansett, un personaje que representaba a un miembro de los pueblos nativos y en específico a uno de los Narragansett. Theodor Geisel pasaría a la historia como el Dr. Seuss creador de varios clásicos infantiles como el Grinch, el gato con el sombrero, los cuentos del elefante Horton entre otros. Los portavasos y charolas con los dibujos de Seuss son muy codiciados entre los m coleccionistas.

En 1944 La cervecera comenzó a patrocinar a los Bravos de Boston y más tarde los Medias Rojas y la marca por extensión terminó asociada con el locutor Curt Gowdy, la voz oficial de las franquicias beisboleras de Boston.



Tras la II Guerra Mundial, la empresa comenzó a utilizar el slogan: Hi Neighbor! Have a Gansett. (¡Hola vecino! Tómate una Gansett), esta frase identificó a la marca por décadas.  En 1955 Narragansett había recuperado del todo su liderazgo en Nueva Inglaterra y en esos años varias cervecerías de la zona fueron adquiridas por Narragansett, convirtiéndose de nuevo en la cervecería más grande de Nueva Inglaterra y Rhode Island, así como la única en el estado más pequeño de la Unión Americana.

Finalmente en julio de 1965 la cervecera Falstaff compró Narragansett por 17 millones de dólares. La familia Haffenreffer se mantuvo en la dirección de la empresa, mientras un pleito legal con el gobierno de Estados Unidos que acusaba a Falstaff de monopolizar la cerveza en Nueva Inglaterra se desarrollaba en los juzgados. Cuando en 1974 por fin se solucionó el asunto, los Haffenreffer abandonaron la cervecería. Un año después en 1975 un magnate californiano, Paul Kalmanovitz tomó el control de Falstaff y al sobrexplotar la planta de Narragansett y cargar a los trabajadores con excesivas responsabilidades y olvidar la publicidad de Narrgansett, la marca se fue debilitando. Hasta que finalmente en 1983 la producción de la cerveza terminó y el fin de Narragansett llegó. Poco a poco la planta fue desmantelada, los equipos vendidos a China y el edificio fue demolido.

Por 22 años, la cerveza de Rhode Island desapareció. En 2005, el empresario local Mark Hellendrung a la cabeza de un grupo de inversionistas y aprovechando el resurgimiento del gusto de los consumidores por la cerveza artesanal, compraron los derechos y el nombre Narragansett a Pabst Brewing Co, que había, a su vez comprado Falstaff. Hellendrung y sus socios comenzaron a producir de nuevo la cerveza, en alianza con la empresa Genesee Brewing Co., de esta forma Hellendrung no tuvo que construir instalaciones para reconstruir primero la marca, estas se construyeron en 2010 en la ciudad de Providence. Tambien consiguió que uno de los antiguos maestros cerveceros de Narragansett regresara a trabajar; Bill Anderson. Anderson ya trabajaba en Narragansett en la gloriosa década los años sesenta y conoció las desaparecidas instalaciones en el suburbio de Cranston en Rhode Island. Bill Anderson trabajo en Schlitz y en AnHauser-Busch, dos de las grandes cerveceras estadounidenses. Anderson permaneció en la nueva Narraganset hasta su muerte en 2017.

Narragansett produce cervezas de diferentes tipos e incluso algunas de temporada y la marca ha comenzado a recuperar su fama en la costa noreste de Estados Unidos.

publicado en thepoint.com.mx el 13 de mayo de 2024

lunes, 27 de mayo de 2024

Monolith ciencia ficción de la buena.

 


Porque el fin del mundo concierne a final de cuentas a uno mismo, los terrores y obsesiones también.

Armando Enríquez Vázquez.

Entre las memorables cintas de ciencia ficción que tal vez no pasaron por las carteleras mexicanas y que puedes encontrar en las diferentes plataformas están entre otras La otra tierra (2011) en Starz+ o Coherencia (2013) en Amazon Prime, eso sin contar producciones originales de las plataformas como The Vast of Night también de Amazon Prime.

Entre estas cintas se encuentra la australiana Monolith, que la encuentras en max, estelarizada por Lily Sullivan en el papel de una periodista obligada a disculparse tras publicar una investigación que resultó falsa; despedida, asediada por la prensa, sin oportunidad de encontrar trabajo en ningún medio informativo, y refugiada en la casa de sus padres que están de vacaciones, su única opción de empleo es crear un podcast acerca de lo sobrenatural, una chamba para sobrevivir en lo que todos olvidan su error, tema en el que ella no cree.

Un día llega a su correo de manera anónima un teléfono, un nombre y una fotografía, acompañada del palabra brick, (ladrillo en inglés). La periodista de entrada descarta el mensaje, y con el paso de los días y a falta de cualquier otra historia, así como el negarse a permanecer inactiva decide comenzar a investigar, para su sorpresa todo parece ser real, la mujer es una mujer que trabajaba 20 años antes como empleada doméstica en una casa de una familia con muchos recursos que la acogió a ella y su hija de la mejor manera, cuando recibió una extraña piedra negra en forma de paralelepípedo y de un color negro muy oscuro. Pero la paz del hogar se rompe cuando los muebles de la casa aparecen vandalizados y los dueños de inmediato culpan a la niña y para pagar los daños le roban el ladrillos y se lo venden a un mercader de arte alemán. Al final la mujer y su hija son despedidas de la casa.

La periodista busca al empresario del arte y lo encuentra sin problema, lo entrevista y él le confirma la existencia del ladrillo, pero no es el único y posee varios de ellos aunque sabe que existen otros alrededor del mundo. También le informa que debido a cierta amistad logro hacer un escaneo interno del objeto logrando descubrir algo muy extraño, una especie de mensaje en signos o letras desconocidas y promete a la periodista hacerle llegar una copia del estudio si lo encuentra pues han pasado ya muchos años.

El primer episodio del podcast se vuelve un éxito, personas de todo el planeta le escriben a la periodista para decirle que ellos tienen un ladrillo o han visto uno, la plegaria de un oyente de la India es que ya no se produzca el podcast que sólo traerá calamidades. Todo coinciden que los ladrillos que recuerdan al objeto de 2001, Odisea del espacio, en un tamaño fun size son transformadores y contienen un gran poder o al menos eso perciben todos los que lo han recibido además de sufrir de diferentes tipos de alucinaciones.

Testaruda y egotista la joven continuará con su investigación a pesar de las muchas recomendaciones de parar y realmente reflexionar como le dice su editor, si todo eso es real o ella quiere creer que real, lo que pasa a continuación es desconcertante y aterrador.


Una cinta de ciencia ficción y terror con un guión muy sólido, escrito por Lucy Campbell, con sus debidas vueltas de tuerca y un personaje perfecto con una interpretación brillante, pues Sullivan es el único personaje a cuadro en la cinta. Todas sus interacciones con los demás personajes son a través del teléfono y la computadora. Monolith esta dirigida por Matt Vesely.

Ejemplo de una generación empeñada en hacer lo que le viene en gana, en el éxito inmediato, en el aislamiento tecnológico, Monolith es antes que nada una extraordinaria serie de ciencia ficción y terror que no debes dejar de ver.


publicado tambien en charlacualqueira.wordpress.com

sábado, 18 de mayo de 2024

De jardines, redención y venganza.

 


La más reciente cinta de Paul Schrader de muestra la fuerza que aun tiene el guionista y director en sus argumentos.

Armando Enríquez Vázquez

Cuando hablamos de Taxi Driver todo mundo recuerda a Martin Scorsese y a Robert De Niro, lo mismo sucede si hablamos del Toro salvaje. La mayoría olvida que la base de ambas cintas se encuentra en los extraordinarios guiones de Paul Schrader.

De hecho Taxi Driver fue el segundo guión de este talentoso guionista y director, que en 1978 hizo su debut como director de la cinta Blue Collar estelarizada por Richard Pryor, Harvey Keitel y Yaphet Kotto.

Las colaboraciones con Scorsese no cesaron y a Schrader debemos guiones tan memorables como la adaptación de la novela La última tentación de Cristo o la muy oscura Vidas al límite que poca gente recuerda a pesar de ser extraordinaria. En su carrera como director, Schrader ha dirigido películas tan memorables como American Gigolo, el remake de Cat People, The Card Counter, Dying of the Light,

Su más reciente cinta El maestro jardinero, de 2022, acaba de llegar a las pantallas nacionales. Estelarizada por Joel Edgerton, Sigourney Weaver y Quintessa Swindle.

Los jardines, su organización, el significado de las plantas y la convivencia entre ellas parecen ser la esencia de la vida de Narvel Roth (Joel Edgerton) el maestro jardinero de la finca propiedad de Norma Haverhill (Sigourney Weaver) y anualmente preparan una exhibición subasta que recauda fondos para la finca y para su dueña.  Al iniciar la cinta esta comenzando la temporada para plantar y crear el jardín de ese año.

Narvel esta organizando al personal y desarrollando los preparativos. La llegada de la sobrina casi desconocida de Norma, Maya Core, una joven de color hija de la hermana de Norma quien abandono a la familia por “malas compañías” y quien muere víctima de sus adicción, dejando a su hija a merced de su esposo, otro adicto y de esta forma se creó un círculo vicioso en el que Maya es otra víctima.

Acepta el trabajo que le ofrece la tía, aunque todo es a través de Narvel. Lejos de ser una historia costumbrista de superación, El maestro jardinero esta llena de secretos y de una violencia que yace lista para estallar cuando Narvel siente que su circulo de afinidades esta en peligro.

Una historia de amores sin compromisos y de celos destructores.

Narvel con un pasado supremacista, una traición, una condena penal condonada por el programa de testigos protegidos,habrá de enfrentar el enamoramiento y el amor interracial, mientras Maya enfrentara la realidad de un amor que parece imposible ética y moralmente, un triángulo amoroso castastrófico.

El personaje de Narvel recuerda a otros personajes escritos por Schrader incluido Travis Brickle, el protagonista de Taxi Driver, introspectivo, contenido y violento. La forma en que Narvel responde a los que amenazan lo que ama y lo que quiere, no resulta sorpresivo, es más estamos esperando el estallido, lo que sorprende es que los años lo han vuelto precavido y su violencia es tremenda pero contenida.

La cinta es una obra de madurez del director y escritor, una nueva reflexión sobre la vida, la redención y la impronta del pasado. Vale la pena de verse. En 2022 El maestro jardinero se presentó en Bienal de cine de Venecia fuera de competencia.


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viernes, 17 de mayo de 2024

Contingencia otra vez y nada de propuestas.

 


A ninguno de los candidatos parece realmente importarle la Ciudad, más de lo que le ha importado a las administraciones pasadas.

Armando Enríquez Vázquez.

En plena campaña electoral por la jefatura la Ciudad de México, la capital ha sufrido al menos seis emergencias ambientales, entre ellas una de las más larga en la historia de la capital, afectando la vida diaria y la salud de los capitalinos. Los candidatos callan al respecto y se enfocan en atacarse unos a otros por sus corruptelas y sandeces sin importancia.

Los gobiernos de la Ciudad de México y antes del Distrito Federal se han negado a hacer estudios o a decir en caso de que estos existan de cuál es el impacto real de la contaminación en la vida del habitante de la capital.

La incidencia de cáncer, enfisema pulmonar, y otras enfermedades respiratorias no están medidas por las autoridades de la ciudad y tampoco aceptan sobre todo en la administración de la Candidata Claudia Sheinbaum que haya impactos de las contingencias en la salud de la ciudadanía.

Desde los ochenta bajo la regencia del PRI cuando hubo una muerte masiva de aves por la contaminación en la ciudad, ningún gobernante se ha atrevido a enfrentar el problema y todo lo que tenemos son paliativos que nacen de un programa hoy obsoleto llamado “Hoy no circula”. Cómo si el único problema fueran los vehículos de combustión interna y los parques industriales del norte de zona metropolitana no fuera otra fuente importante de gases contaminantes.

Si bien una de las mejores alternativas para circular en la ciudad es el metro. La falta de mantenimiento y de inversión que los gobiernos de la mal llamada izquierda mexicana lo han convertido en un transporte chatarra. El metrobús una verdadera opción carece de logística y por lo tanto de pronto su disponibilidad como en el caso del metro es azarosa pero como en el caso del subterráneo en general es funcional, a diferencias del metro, el metrobús es un transporte que aún tiene mantenimiento y luce limpio tanto en estaciones como en las unidades.

Durante la pasada administración de Claudia Sheinbaum, alrededor de 22 días y 14 con los cuatro que van del 13 de mayo de 2024 corresponden al gobierno de Martí Batres, incluyendo la contingencia más larga en la historia de la ciudad, han sido muestra clara del desprecio de Morena por el bienestar ciudadano. Morena, obviamente, no es el único responsable del desastre, PRD y PRI tienen parte de la responsabilidad, pero también nosotros los ciudadanos formamos parte de los responsables, al adquirir automóviles a la primera provocación para no dejar de circular y sobre todo al ser incapaces de ejercer nuestra ciudadanía y exigir a los funcionarios electos que hagan su trabajo.

Así también, debemos revisar y exigir al próximo gobierno de la capital, la urgencia de reforestar la capital en lugar de continuar con la tala indiscriminada de los bosques cercanos a la mancha urbana que en el caso de Tlalpan fueron los gobiernos del PRD y Morena los que permitieron la tala clandestina en el Ajusco. Y fue durante el gobierno de Sheinbaum que el corte de los árboles de la Ciudad de México ha eliminado zonas de sombra y de equilibrio del ecosistema.

La falta de árboles, no solo contribuye a factores como la elevación de la temperatura de la superficie de la Ciudad que aumenta por el exceso de asfalto y concreto y la falta de áreas verdes, y a la desertificación de la misma. Eso ya sin mencionar las afecciones directas a la fauna de la capital.

Hay reglas y pasos muy claros que esperemos el gobierno entrante, sin importar las siglas del partido, lleven a cabo para mejorar a mediano y largo plazo la calidad del aire de la Ciudad de México. Plantar árboles en las aceras y crear pequeños corredores verdes que eviten el rompimiento y abombamiento de las aceras. Reforestar los bosques aledaños y proteger los mantos freáticos, recuperar el agua de lluvia es también importante para restaurar los micro ecosistemas capitalinos.

En materia de aire es necesario implementar una política de que impida el excesivo cableado que impulsa a empresas como la CFE y sobre todo a Total Play a utilizar un cableado subterráneo y prohibirles el podar los árboles a diestra y siniestra.

El uso comunitario del automóvil y la incentivación para utilizar tanto el transporte público como vehículos eléctricos, no autos solamente, bicicletas en distancias cortas y medias. Y muy importante revisar y acabar con tantos microbuses chatarra que ya se han pagado muchas veces y sus sustitución por unidades en la posibilidad del concesionario eléctricos.

También es urgente el regular la circulación de trailers y camiones de varios ejes que no deben circular por las vías internas de la ciudad y menos durante el día. Camiones de basura y repartidores solamente en la noche.

Tal vez estas sean medidas que no son tan espectaculares como el cablebús, o los programas sociales cada día más necesarios y menos efectivos, pero sin duda son de vital importancia para la Ciudad y evitar una posible catástrofe de magnitudes impensadas.

Una ciudad cuya solución a lo largo de su existencia ha sido entubar ríos y poner extraños jardines verticales de plástico, estamos en un momento en que si queremos aminorar los efectos del calentamiento global y restaurar en lo que se pueda el ecosistema lacustre de la ciudad.

 

 

 

 

http://www.aire.cdmx.gob.mx/descargas/ultima-hora/calidad-aire/pcaa/pcaa-historico-contingencias.pdf

Foto de mi autoría

miércoles, 15 de mayo de 2024

El odio como terapia y humor.

 


Es cada día más extraño toparse con textos en los que de manera no agresiva, si no asertiva se utilice la palabra odio para hacernos reír. Este libro es un gran ejemplo y recomendable lectura.

Armando Enríquez Vázquez

Odio a los sanos. Odio la sonrisa de superioridad con la que se pasean por el mundo. Odio que se crean inmunes a los males de los demás. Nunca se quejan, nunca se sienten mal.

Así inicia el texto que da nombre a estas series de crónicas, relatos, reflexiones de la escritora Esther Charabati sobre la condición de la enfermedad y la paciencia qué como persona que padece una enfermedad crónica enfrenta en su diario devenir.

Hace unas semanas me topé con este libro; Odio a los sanos… y a los optimistas de Esther Charabati, editado por Bonilla Artigas Editores, unos días después tuve el gusto de platicar con la autora en la Librería Bonilla dentro del ciclo de charlas que sostengo con los autores de la editorial, para el canal de Youtube Librería Bonilla difusión.

Voy a dividir este texto en dos breves secciones la primera para dedicar unas palabras al libro y la segunda a Esther.

Con un nombre que los políticamente correctos seguramente desde su odio cancelarán de manera inmediata y sobre el cual llorarán lágrimas de cocodrilo con su doble moral, la autora decidió escribir acerca de diferentes calvarios que sufre un enfermo y que no se limitan, irónicamente, sólo al dolor.

Parece que dentro de los males, la enfermedad es el menor pues alrededor de ella se encuentran las verdaderas incomodidades. Cuando uno es aquejado en la realidad por ciertas traiciones del cuerpo, o es ganador en la lotería genética y se lleva los malos genes de la familia vive con molestias de leves a intolerables, los fármacos recetados pueden resultar contraproducentes afectando nuestro cuerpo en otras áreas. Entonces hay que sumar a los males originales, unos nuevos que son hijos del Internet y de la buena voluntad de quienes nos rodean de pronto y en cinco fáciles lecturas se han convertido en médicos especialistas de todos los males.

La monserga del prójimo; familiares, amigos o simplemente conocidos. Siempre bien intencionados, preocupados por ella y su salud no dejan de darle consejos, saber los remedios y nombres de productos milagrosos, así como médicos que son casi santos sanadores. La autora agradece de todo corazón y padece con todo su ser. En el extremo hay otro tipo de preocupado el que además se preocupa por el sufrir propio, lo comparte y siempre lo compara: “A la fecha, cuento con el historial médico de decenas de jóvenes y viejos que clasifiqué en tres categorías: los que se curaron, pero necesitan seguir hablando de sus experiencias, expectativas y exámenes el resto de sus vidas para ayudar a otros y quizá para no olvidar. Otros siguen sufriendo y constituyen una amenaza para la humanidad por se la prueba fehaciente de que la ciencia tiene límites, de que los médicos no saben, de que, como el célebre Dr. House, sólo tratan de atinarle a la causa – o al remedio – de la enfermedad. La tercera categoría reúne a saludables, rehabilitados y enfermos; son lo paganos que rechazan la idea de un dios y se burlan de nuestra creencia fanática en la ciencia.”


Está también el periplo por consultorios, clínicas y extraños espacios dedicados a la curación. El catálogo de médicos, curanderos, homeópatas, alópatas y alternativos. Lo que a otros podría desesperar y volverse en su contra en su forma de ser, para la escritora se transforman en experiencias que exorciza con su humor negro y extraordinaria pluma.  

Estar enfermo no es una broma, es una chingadera y eso lo deja claro Esther en sus textos, pero a pesar de ello, también admite los privilegios de los que goza un enfermo frente al sano y es entonces cuando por un momento piensa que habrá que seguir fingiendo antes que renunciar a ellos.

Mientras en la segunda parte del libro reflexiona específicamente acerca de la pandemia, la enfermedad mundial que nos recluyó a todos, que nos regresó al medioevo y nos convirtió en seres habitantes de rectángulos unidimensionales, seres de la Planilandia del teólogo inglés Edwin Abbott Abbott. El mayor logro de la pandemia fue rasarnos a todos y crear un mundo de ciencia ficción con todos atrapados en pantallas. Ya nada nos aisla, solo basta con tener una conexión para ver al otro y poder simular vivir en la realidad. Cuando en realidad cada uno vive en su propia celda. Inmediatez y una pseudo cercanía que en ese tiempo detenido y eterno del encierro nos hizo en ciertos momentos creer que no había irrupción alguna en nuestra vida cotidiana.

Surgieron nuevas rutinas y nuevas paranoias, con secuelas que llegan hasta el día de hoy. En el texto final del libro Esther decide hacer una apología del chisme oral, que necesita de la cercanía y la presencia de al menos otro ser humano y a pesar de estar constantemente obligada al confinamiento su visión no deja de ser como la de todo pesimista, una muy esperanzadora.

Esther tiene un sentido del humor y una capacidad de ridiculizar el mundo que la rodea y que le afecta todos los días, de ser felizmente cínica a diferencia de otros y otras que aprovecharían para tomar el lugar común de victimizarse y tratar de darnos una “correcta lección de vida”.

Agradezco el haberme topado con este libro que desde la terrible aceptación impuesta por el dolor y la enfermedad nos llena de sonrisas y la visión contundente, critica, ácida, crítica de una escritora que ante todo ve perversa y sanamente el mundo de que la rodea.

“No estoy en condiciones de juzgar, cada uno se cura como puede. A mí me acaba de avisar la vecina que no hay lugar para estacionarse porque vino un brujo y hay filas esperando para verlo. Estoy tratando de conseguir una cita.”

 

 

Charabati, Esther. Odio a los sanos... y a los optimistas

Bonilla Artigas Editores. Ciudad de México. 2023


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lunes, 13 de mayo de 2024

El pantano permanece.



Parecería que una tercera entrega de esta serie polaca es excesiva y sin embargo por muchos momentos vale la pena verla.

Armando Enríquez Vázquez

¿Hasta donde se puede estirar una historia sin que se convierta en un pastiche artificial? ¿Cuándo parar y dejar a los personajes en paz?  Cuando una serie se vuelve exitosa todo mundo en el lado de producción se emociona y se intenta mantener la historia viva a costa de cualquier incongruencia o acciones que no tienen ya lógica alguna.

El viaje final de Don Drapper, en Mad Men, para regresar al mundo impostor de la publicidad resulta un tanto cuanto lento, para llegar a la gloriosa secuencia final con sus implicaciones y referencia triunfal.  Juego de tronos, para disgusto de la gran mayoría tuvo un final contundente y lógico. No feliz, pero al estilo del autor de la historia; veraz, sin exagerar en el optimismo y dándole la vuelta a un fácil final feliz. Hijos de la Anarquía es otra serie con una gran lógica interna y un final acorde al desarrollo de la serie.

El pantano, una serie polaca cuya primera temporada fue estrenada en 2018. La acción se sitúa en un pueblo ficticio de aquella nación en los días que antecedieron al fin del comunismo; abuso de poder de los líderes políticos, policiacos y sindicales, la injusticia social del comunismo y una serie de asesinatos. La más reciente temporada fue estrenada a principio de este año por Netflix, desde el primer capítulo aparecen ya los personajes y los arcos dramáticos que unen tres temporadas que recorren más de 20 años en la historia de Polonia y los cambios sociales que esas décadas representaron con la caída y desaparición de la Europa comunista y la permanencia de la condición humano; explotación, corrupción y poder, como también de la mano de la culpabilidad autoinfligida va el eterno intento de la expiación de pecados o cuando menos de la justificación.

Esta por finalizar el siglo XX Piotr Zarzycki, aquel ambicioso periodista que protegido desde el nepotismo de los altos círculos del poder sobrevivió a la primera temporada y en la segunda regresa al pequeño diario después de 10 años, sólo para enfrentar una serie de verdades que destruyen su vida y su seguridad pero los tiempos han cambiado y ya nada lo puede salvar por lo que no hay vuelta atrás; Zarzycki queda estancado en el pueblo al finalizar la temporada. Ahora Piotr Zarzycki encerrado en casa, traumado por los sucesos de la segunda temporada, con una nueva relación sentimental y una hija adolescente que se siente rechazada desde la muerte de su madre y la huida de la amante de su madre habrá de enfrentar su mayor temor; su pasividad y entrar en acción.

A la par la historia del periodista Witold Wanycz (Andrzej Seweryn) quien hastiado de la vida y de la mediocridad del periodismo de estado en Polonia inicia esta serie en un momento cuyo único objetivo es huir de Polonia y reencontrar al amor de su juventud y de la vida en Alemania, al final de la primera temporada el viaje se aplazará en un sacrificio que podría definirse humanitario, pero que también admite que el amor real sobrepasa al platónico.

Con el pasar de las décadas, Wanycz vive de manera tranquila retirado del diario pero constantemente obligado a investigar nuevas y las mismas atrocidades. En la segunda temporada el regreso de una amiga a Polonia lo lleva a sentar cabeza sin dejar de pensar en el amor pasado que vive en Alemania y en la tercera la promesa de una carta perdida en el tiempo detona todo.

Pero el gran hilo conductor de la serie son los crímenes que se van descubriendo enterrados en los pozos de brea y lodazales del pantano cercano a la ciudad. Crímenes de odio, de guerra, genocidios o simples asesinatos. La oscuridad del pantano no solo está en los personajes de la serie, si no ese pantano que se ha vuelto fosa siniestra. El hotel central del pueblo es un personaje más de la serie de centro social donde la prostitución, las reuniones políticas y arreglos corruptos se llevan a cabo permanece casi intacto en las tres temporadas, y por intacto no me refiero a que los estragos del tiempo no hayan mellado el edificio, ni que los muebles y paredes no parezcan ya fuera de lugar conforme avanzan las temporadas, pero en el sentido clandestino y de centro de poder el Hotel se niega a morir. Es un emblema de ello a pesar de la llegada de nuevos grupos criminales con la llegada del nuevo milenio.


Y el mayor negocio criminal del mundo, el más redituable, la trata de personas está presente a lo largo de los 17 episodios de la serie y es sin duda un tema que pasa de un personaje incidental a uno de los protagonistas de la serie.

Al iniciar la tercera temporada, llamada El pantano milenio por Neflix, Wanycz recibe una llamada del eterno gerente del hotel central con la promesa de entregarle una carta que no espera y que viene del pasado. Pero cuando Wanycz llega al hotel, el gerente ha sido asesinado.

El descubrimiento de nuevos cuerpos en la ciénega, junto con la necesidad del procurador por hacer de los restos más victimas de los soldados Nazi y la II Guerra Mundial, a pesar de que los estudios forenses demuestran que los restos son de los años sesenta. Mientras su asistente, molesta por la actitud oficial, decide revelar la verdad y además es su manera de expiar culpas del pasado.

La tercera temporada ata cabos sueltos que nadie estaba consciente de su existencia, y sin embargo, no parecen haber sido incrustados a fuerza, aunque se tuvieron que crear tramas en el pasado para explicar la existencia de algunos personajes y su relevancia en la historia, como el padre de Anna Jass (Magdalena Roczczka), la detective de armas tomar que aparece a partir de la segunda temporada y es la amante de Teresa Zarzycka (Zofía Wichlacz) esposa de Piotr. La misma asistente del procurador entra sutilmente y de manera tímida como su personalidad a cumplir su papel en la historia del pueblo.

 Anna Jass regresa en la tercera entrega con la insensatez impuesta por la muerte de Teresa que la obliga a cometer acciones suicidas y la culpabilidad que siente. Convaleciente en el hospital del pueblo, su viejo compañero el policía Adam Mika (Lukasz Simlat) la involucra en la investigación que esconde trata de jóvenes rumanas. El caso se complica con la desaparición de Wanda Zarzycka, la hija de Piotr.

Si, bien El pantano no ha recibido los reflectores merecidos en este lado del mundo, la primera temporada ganó el premio nacional en Polonia a la mejor serie, es una serie que vale la pena ver. Muchos podrían argumentar ciertas deficiencias narrativas sobre todo en la segunda de temporada, pero la trama la que nos hace verla de principio a fin. La congruencia de los personajes con el paso de los años, el pequeño pueblo como personaje de la serie con su pantano, sus multifamiliares, la alberca pública del comunismo, lugar de abusos sexuales y redes trata ahora parte abandonada y otra convertida antro y burdel.

Reflejo de diferentes momentos de la historia y de la hipocresía oficial sin importar la ideología del gobierno, la serie, como la vida, abandona al ciudadano a su suerte frente a la corrupción y el crimen organizado.

imagenes netflix.