Detrás de una de las principales trasnacionales mexicanas,
se encuentra la historia de éxito de su fundador Roberto González Barrera, una
historia digna de contarse y seguirse.
Armando Enríquez
Vázquez
Cerralvo es una ciudad en el noreste de Nuevo León, situada
a unos 100 kilómetros de Monterrey y que durante una época fue capital del
estado. En esa ciudad fundada durante la colonia nació el 1º de septiembre de
1930 Roberto González Barrera. Nativo de un pequeño poblado en los estertores
de la revolución, criado en el seno de una familia humilde, este hombre
construyó a lo largo de su vida una de las empresas trasnacionales más grandes
de nuestro país y partir de un producto muy mexicano; el maíz.
Desde su infancia y mientras su padre, de nombre Roberto
González Gutiérrez, estaba de bracero, Roberto González Barrera, comenzó
primero haciendo mandados, poco después entendió que era mejor vender
diferentes productos, también se hizo de un cajón para bolear y con el tiempo se
lo rentaba a sus amigos. Cuando su padre regresó a Cerralvo, con dinero
ahorrado para poner una tienda de abarrotes, no le pareció la idea de que su
hijo no fuera a la escuela, por lo que limitó la actividad comercial de su
hijo, algo que dese luego no fue obedecido del todo por Roberto González
Barrera.
En un principio Roberto González trabajaba para su padre en
la tienda, pero poco a poco comenzaron las diferencias de opinión, por lo que
Roberto González Barrera decidió separarse de la tienda y probar suerte en PEMEX
donde llevaba cabo encargos que nadie más se atrevía a hacer y con el tiempo
inició también una sociedad con un empresario veracruzano, después de un tiempo
regresó a Cerralvo con cierto dinero con lo que compró la mitad de la tienda a
su padre y juntos comenzaron a trabajar la ciudad y la zona. Crecieron el
negocio y se hicieron de una planta de luz, otra de hielo, un cine y comenzaron
a producir diferentes productos lácteos.
La idea de crear Gruma surgió de manera azarosa
cuando en 1948, en un viaje a Reynosa, Roberto González Barrera conoció una
máquina que producía una harina de maíz a partir del maíz nixtamalizado y seco.
La máquina y su producto llamaron la atención del joven quien regresó a
Cerralvo a contar a su padre acerca de la máquina, el padre se entusiasmó de la
misma manera que el hijo y decidieron comprar la máquina y llevarla a Cerralvo para
empezar a producir harina de maíz para hacer tortillas.
En 1949 padre e hijo fundaron la empresa. En un principio la
empresa se llamó Molinos Azteca S.A. de C.V. La apuesta en la harina de maíz deshidratada
fue total y de acuerdo con el sitio de Gruma, los González vendieron
todos sus negocios, incluso recurrieron a la ayuda económica de un amigo de su
padre, político y ex gobernador constitucional de Nuevo León; el General Bonifacio
Salinas Leal. Roberto padre se dedicó en cuerpo y alma a buscar la mezcla
perfecta para obtener un producto de calidad y que satisficiera a los
consumidores. La marca MASECA nació en 1950 y su nombre está formado por
las palabras Masa Seca, pues finalmente eso es lo que es la harina de maíz
nixtamalizado que se elabora desde entonces en Gruma. En 1957 se estableció
la segunda planta de Gruma, en Acaponeta, Nayarit que era un lugar
cercano a los campos de cultivo de maíz más importantes en México en aquellos
años. Así, a lo largo de la década de los sesentas la expansión de la empresa
de González Barrera y su padre se estableció en diferentes regiones de México y
abren diez nuevos molinos en territorio nacional. Fue en esos años cuando
Roberto González Gutiérrez decidió retirarse de la empresa por motivos de salud
y junto con su amigo y socio el General Salinas Leal, vendieron sus acciones a
Roberto González Barrera.
Poco antes de la llegada al poder de Luis Echeverría
Álvarez, Roberto González Barrera fue tentado por el presidente Díaz Ordaz a
vender MASECA al gobierno, pero el secretario de Hacienda y Crédito
Público Antonio Ortiz Mena y el gobernador del Estado de México Carlos Hank
González lo convencieron de rechazar la oferta de 400 millones de pesos.
En 1973 MASECA abrió sus primeras instalaciones fuera
de México, en Costa Rica, esta sucursal se convirtió en emblemática a lo largo
de los años y fue la base para conquistar los mercados centroamericano y
sudamericano. Aún hoy la sede de Costa Rica es emblemática e importante para Gruma.
Poco después el grupo adquiere la marca Mission en Estados Unidos y
comienza a atacar el mercado de aquel país, también inicia operaciones
produciendo tortillas de maíz con una empresa filial llamada TECNOMAIZ S.A.
de C.V. En el año 2000, la empresa abrió su primera fábrica en Inglaterra y
por consiguiente inició la introducción de la marca en el continente europeo.
En 2006 Gruma se convirtió en una de las primeras
empresas mexicanas en entrar al mercado chino y también se estableció la marca
en Oceanía.
El 25 de agosto de 2012 con una empresa de más de 60 años,
Roberto González Barrera murió en Houston, Texas. Su hijo Juan González Moreno
fue electo presidente de Gruma. Actualmente Gruma cuenta con
presencia en 112 países y sólo le falta tener presencia en el continente
africano, Gruma tiene 75 plantas productoras en el mundo, 28 de las
cuales están en Estados Unidos y 25 en México. Es el líder indiscutible en
tortillas y harina de maíz con las marcas Mission y MASECA
respectivamente.
El logo de Gruma es bastante sencillo un triángulo
compuesto de rombos simulando granos de maíz que impulsan una letra G
hacía arriba.
Publicado en thepoint.com.mx el 24 de marzo de 2020
imagenes: Grupo gruma