Esta es una
marca que nació de una bebida ilegal hasta hace poco, pero que esta recuperando
su lugar en irlanda y conquistando el mundo.
Armando Enríquez Vázquez
La producción de
bebidas alcohólicas siempre ha sido una tentación entre aquellos que sin los
suficientes recursos económicos buscan un distractor o entre aquellos otros que
intentan crear negocios fuera de la ley, a veces, incluso atendiendo la demanda
entre ciertos sectores de la población sin los recursos para hacerse de las
bebidas alcohólicas y en el pasado la lejanía y el aislamiento de las grandes
ciudades o de los mercados obligó a diferentes grupos a fabricar, por
destilación o fermentación sus propias bebidas. En algunos casos es un acto de
rebeldía contra las leyes o imposiciones de gobiernos autoritarios o puritanos.
Este es caso del
destilado irlandés llamado poitín, poteen o potcheen creado por primera vez, de
acuerdo con la historia, por monjes en el siglo VI, quienes entre la
fabricación de cerveza y otros productos alcohólicos, elaboraban también esta
bebida de grano que a veces utilizaban también con intenciones terapéuticas.
Aunque encerrados
en los alambiques de los monasterios se dice que ya entonces la población había
descubierto las propiedades lúdicas de estos destilados hechos a partir de
centeno, trigo, cebada y a veces algunas hierbas locales. Cuando en 1536 el rey
Enrique VIII abrazó el anglicanismo, rechazando al catolicismo tras de la
negativa del Papa de disolver su matrimonio, los monasterios fueron abolidos en
el Reino unido y la fabricación del poitín pasó de lleno a los civiles, pero en
1661 una ley prohibió la fabricación de todo tipo de bebidas por particulares
para que la gente comprara aquellas que tenían el impuesto de la corona. Así el
poitín permaneció ilegal lleno de historias y mitos a lo largo de más tres
siglos hasta que adquirió su legalidad de nuevo en 1997, aunque se comenzó a
exportar diez años antes. El poitín tiene denominación de origen.
La palabra Poitín
deriva de la palabra irlandesa Pota que quiere decir pequeña olla, que
era la forma en que se destilaba la bebida, en pequeñas cantidades, algunas
historias cuentan que se enterraban los recipientes en las ciénegas irlandesas
lo que hacía que fueran muy difíciles de descubrir para las autoridades
británicas. De hecho el modismo irlandés poit que proviene de esta
bebida significa cruda.
Otros nombres
mucho más poéticas con los que se conoce al pòitín son Mountain Tea (té
de la Montaña) o Devil’s Spittle (Escupitajo del Diablo). Desde su
legalización más de una decena de destilerías de poitín han abierto sus puertas
en Irlanda.
John Ralph, CEO de Intrepid Spirits fundó Mad March
Hare Irish Poitín en 2014, el nombre tiene un doble origen; el nombre
y la receta de un legendario contrabandista de poitín apellidado Mooney, en
cuya receta 27 se basa la bebida, así como en los mitos existentes alrededor de
la liebre irlandesa que es difícil de encontrar pues habita y se mueve por
túneles y se oculta en madrigueras, también en ese sentido los celtas y las antiguas
religiones de la isla asociaban a las liebres con la capacidad de viajar al
inframundo. El logo de la bebida muestra a dos liebres rampantes enfrentadas
bajo el arco formado por el nombre su nombre: Mad March Hare, y sobre la
leyenda Irish Poitín. La planta donde se destila se encuentra en el
condado de West Cork.
Mad March Hare se destila de manera tradicional en olla de
cobre, como la bebida original no tiene ningún tipo de añejamiento, se embotella
y vende de inmediato. En 2019 Mad March Hare ganó el premio al mejor poitín de
ese año.
publicado en thepoint.com.mx el 22 de enero de 2024
imagen madmarchharepoitin.com