martes, 30 de enero de 2024

La demencia de la liebre de marzo.

 


Esta es una marca que nació de una bebida ilegal hasta hace poco, pero que esta recuperando su lugar en irlanda y conquistando el mundo.

Armando Enríquez Vázquez

La producción de bebidas alcohólicas siempre ha sido una tentación entre aquellos que sin los suficientes recursos económicos buscan un distractor o entre aquellos otros que intentan crear negocios fuera de la ley, a veces, incluso atendiendo la demanda entre ciertos sectores de la población sin los recursos para hacerse de las bebidas alcohólicas y en el pasado la lejanía y el aislamiento de las grandes ciudades o de los mercados obligó a diferentes grupos a fabricar, por destilación o fermentación sus propias bebidas. En algunos casos es un acto de rebeldía contra las leyes o imposiciones de gobiernos autoritarios o puritanos.

Este es caso del destilado irlandés llamado poitín, poteen o potcheen creado por primera vez, de acuerdo con la historia, por monjes en el siglo VI, quienes entre la fabricación de cerveza y otros productos alcohólicos, elaboraban también esta bebida de grano que a veces utilizaban también con intenciones terapéuticas.

Aunque encerrados en los alambiques de los monasterios se dice que ya entonces la población había descubierto las propiedades lúdicas de estos destilados hechos a partir de centeno, trigo, cebada y a veces algunas hierbas locales. Cuando en 1536 el rey Enrique VIII abrazó el anglicanismo, rechazando al catolicismo tras de la negativa del Papa de disolver su matrimonio, los monasterios fueron abolidos en el Reino unido y la fabricación del poitín pasó de lleno a los civiles, pero en 1661 una ley prohibió la fabricación de todo tipo de bebidas por particulares para que la gente comprara aquellas que tenían el impuesto de la corona. Así el poitín permaneció ilegal lleno de historias y mitos a lo largo de más tres siglos hasta que adquirió su legalidad de nuevo en 1997, aunque se comenzó a exportar diez años antes. El poitín tiene denominación de origen.


La palabra Poitín deriva de la palabra irlandesa Pota que quiere decir pequeña olla, que era la forma en que se destilaba la bebida, en pequeñas cantidades, algunas historias cuentan que se enterraban los recipientes en las ciénegas irlandesas lo que hacía que fueran muy difíciles de descubrir para las autoridades británicas. De hecho el modismo irlandés poit que proviene de esta bebida significa cruda.

Otros nombres mucho más poéticas con los que se conoce al pòitín son Mountain Tea (té de la Montaña) o Devil’s Spittle (Escupitajo del Diablo). Desde su legalización más de una decena de destilerías de poitín han abierto sus puertas en Irlanda.

John Ralph, CEO de Intrepid Spirits fundó Mad March Hare Irish Poitín en 2014, el nombre tiene un doble origen; el nombre y la receta de un legendario contrabandista de poitín apellidado Mooney, en cuya receta 27 se basa la bebida, así como en los mitos existentes alrededor de la liebre irlandesa que es difícil de encontrar pues habita y se mueve por túneles y se oculta en madrigueras, también en ese sentido los celtas y las antiguas religiones de la isla asociaban a las liebres con la capacidad de viajar al inframundo. El logo de la bebida muestra a dos liebres rampantes enfrentadas bajo el arco formado por el nombre su nombre: Mad March Hare, y sobre la leyenda Irish Poitín. La planta donde se destila se encuentra en el condado de West Cork.

Mad March Hare se destila de manera tradicional en olla de cobre, como la bebida original no tiene ningún tipo de añejamiento, se embotella y vende de inmediato. En 2019 Mad March Hare ganó el premio al mejor poitín de ese año.

publicado en thepoint.com.mx el 22 de enero de 2024

imagen madmarchharepoitin.com

domingo, 28 de enero de 2024

La sangre que manchó el césped donde juega Nacional.

 


Parece una anécdota para una novela o un cuento; pero sucedió en un estadio, a la mitad de la noche. Un disparo y un cuerpo. Al final inspiró el primer cuento en español sobre el futbol.

Armando Enríquez Vázquez

Antes que Argentina y sus grandes mitos futbolísticos, fue Uruguay. >Su futbol se estableció desde finales del siglo XIX. La selección uruguaya ganó el primer torneo entre países de Sudamérica que se convertiría con el tiempo en la conocida Copa América, en 1916 y por su puesto ganó el primer Campeonato Mundial de la especialidad en 1930, efectuado en tierras Orientales, como despectivamente han llamado los argentinos a la República de Uruguay. Uruguay tuvo, obviamente, a los primeros grandes cracks del futbol de Sudamérica y los convirtió en ídolos.

Dos de los equipos fundados a finales del siglo XIX, siguen aun activos y son miembros del primer circuito del futbol profesional en aquella nación del sur de continente: Nacional y Peñarol.

Nacional fue fundado en 1899 por un grupo de adolescentes y jóvenes, su casa el Gran Parque Central fue inaugurado en 1900 y tiene el honor de haber sido el primer estadio donde se jugó un partido de Copa del Mundo, a él también pertenece la historia negra que da pie a este texto. El 5 de marzo de 1918 a la mitad del campo, sobre el terreno de juego apareció el cuerpo sin vida de Abdón Porte, mediocampista y jugador ejemplar, ídolo de los uruguayos y orgullo de Nacional, un balazo en el pecho, junto a él dos cartas. El exitoso jugador se suicidó, tenía 25 años, su vida como futbolista se había acabado, por lo que decidió terminar de una vez por todas con un futuro sin correr por la cancha.

Poco o casi nada se sabe del origen e infancia de este hombre, que se cree nació en el departamento de Durazno en Uruguay, cuya capital está a unos doscientos kilómetros de Montevideo. Tan poco se sabe del origen de Porte que incluso el año de su nacimiento es especulación y podría ser un año mayor. Gracias a los archivos de la Asociación Uruguaya de Futbol, se sabe que Abdón inició su carrera dentro del futbol en 1909 jugando con un equipo llamado Colón FC, la siguiente temporada pasó a ser parte del equipo Libertad FC y en 1911 pasó a formar parte de Nacional.

Nacional ostenta 49 títulos del futbol uruguayo a lo largo de su historia y en los conseguidos en 1912, 1915, 1916 y 1917 la figura de Abdón Porte, capitán del equipo, fue muy importante. Le apodaron El Indio. Porte debutó como defensa pero al año siguiente se convirtió en medio campista. Abdón era líder nato muy querido por la afición.

De acuerdo con la página de la Asociación Uruguaya de Futbol Abdón jugó 3 partidos de corte amistoso internacional y anotó un gol en contra de la portería argentina el 27 de abril de 1913 en El Parque Central, alineó con la selección uruguaya campeona de la Copa América en 1917.

Ese año también Nacional participó en la Copa Albión del futbol charrúa y en el encuentro contra el equipo Belvedere, Abdón sufrió una lesión en la rodilla que tras el partido, que jugó lastimado agravando la lesión, lo llevó a la banca y a ser suplente. Abdón no soportó ver su carrera llegar al final.

El 3 de marzo de 1918 Abdón jugó su último partido el 4 de marzo de 1918 contra el equipo Charley, iniciando una nueva temporada, pero conocedor del inminente final de su carrera, mientras los otros jugadores y el presidente del equipo se dirigieron a celebrar la victoria, Abdón marcho hacia el Gran Parque Nacional para quitarse la vida.

Junto a él se encontraron dos mensajes, el primero dirigido al presidente del club, José María Delgado, a quien le pedía perdón por su decisión y también ver por su madre, la carta concluía: Nacional aunque en polvo convertido y en polvo siempre amante, no olvidaré un instante lo mucho que te he querido. Yo doy mi sangre por todos mis compañeros, ahora y siempre el Club gigante Adiós para siempre. ¡Viva el Club Nacional!

El segundo dirigido a su familia.

Cinco días después se jugó un partido entre Nacional y Wanderers para recabar dinero para la familia de Abdón.

La tribuna oeste del Gran Parque Central lleva el nombre del mediocampista y frecuentemente se puede leer en una bandera que ondea en ella: Por la sangre de Abdón.

Al finalizar la temporada de 1918 Nacional quedó en segundo lugar, el campeón fue su rival histórico Peñarol.

Horacio Quiroga publicó en 1928 el cuento Juan Polti, Half-back, basado en Porte, este cuento es considerado como el primer cuento futbolístico al menos en nuestra lengua.   

Imagen: wikipedia.org

lunes, 15 de enero de 2024

Montegrappa un lujo en el bolsillo.

 


Esta pequeña fabrica familiar en el norte de Italia es el origen de una marca de lujo con renombre mundial.

Armando Enríquez Vázquez.

En tiempos de Alexa, Siri, tabletas, teléfonos inteligentes y otros dispositivos que en teoría hacen la vida más fácil, continúan existiendo productos que hoy consideramos de super lujo por ser más que una necesidad, una muestra un status social y económico. En este rango se encuentran las plumas fuente. Una de las marcas de mayor prestigio y distinción es Montegrappa, una de las firmas fabricante de plumas más antigua de Italia.

Su fábrica se encuentra desde hace 111 años en el mismo pueblo del norte de Italia, llamado Bassano del Grappa y que se encuentra a 90 Km. de Venecia.

Fundada en 1912 por los austriacos Edwige Hoffmann y Heinrich Helm con el nombre de Manifattura Pennini d’oro per Stilografiche – The Elmo Pen. Heinrich Helm, director técnico de la empresa y al que apodaban como Elmo dio nombre a la primera pluma de la empresa.

Los retos comunes de las primeras plumas fuentes portátiles; la carga de la tinta, el no derramarla en la ropa del usuario, no fueron las únicas preocupaciones de Helm, el diseño y la elegancia también lo eran. En 1915 se creó una pluma icónica de la marca que se ha relanzado en diferentes ocasiones, la más reciente en 2017. La pluma conocida como Reminescence, el cuerpo y la tapa de la pluma son octogonales, inspirada por el campanario de la capilla de una finca aledaña a la fábrica de las plumas. En un inició la pluma se fabricó en ebonita, poco después en plata sterling y oro. Además del modelo octogonal se hizo otro redondo.

En 1925, la empresa fue comprada por Alessandro Marzotto y Domenico Manea, Heinrich Helm se mantuvo como el director de operaciones y la compañía cambio de nombre por el de Industria Pennini Oro e Penne Stilografiche Elmo. A finales de la década de los veinte y principios de la de los treinta, La empresa estableció diferentes nombres para sus plumas, mientras los modelos más baratos llevaban el nombre de Elmo, los modelos más caros empezaron a llevar la marca Montegrappa.

Durante los años previos a la II Guerra Mundial, Montegrappa consolidó su papel en la industria de la escritura, a la muerte de Marzotto en 1931, las acciones de la familia pasaron a su hijo Renato. De la misma manera al morir Domenico Manea en 1961 fueron sus hijos quienes heredaron su parte de la empresa, dos años después los hermanos Manea vendieron su parte de Montegrappa a Renato Marzotto. A principios de los años ochenta y a falta de herederos en la familia Marzotto se decidió vender la fábrica. Montegrappa fue adquirida en 1981 por uno de sus clientes; Gianfranco Aquila. La sociedad de Montegrappa con la familia Aquila inició a finales de los años 30, cuando el padre de Giancarlo, dueño de una papelería, se acercó a los fabricantes de plumas para crear un modelo especial. De hecho el padre de Gianfranco, Leopoldo Tullio Aquila había incursionado a principios del siglo XX en la creación de tintas para plumas fuente y logró crear una marca propia a la que llamo Lalex.



Gianfranco nació en 1943 y tenía 38 años cuando comenzó a dirigir Montegrappa. Bajo su liderazgo la empresa dio el paso necesario para convertirse en una empresa de categoría mundial y de gran lujo. En 2001 Gianfranco decidió vender la marca al corporativo de marcas de lujo Richemont, que en ese entonces se llamaba Vendome y es propietario de marcas como Montblanc, Cartier, dunhill, Piaget entre otras.

Sin embargo, en 2009, cuando por la crisis económica mundial las marcas de lujo sufrieron un desplome en las venta, Gianfranco compró de nueva cuenta Montegrappa y junto con sus hijos Giuseppe, quien es el director general y Leopoldo retomaron la dirección familiar de la empresa.

Dicen que el negocio resultó más que redondo para la familia Aquila, pues compró su empresa a un precio mucho menor de lo que la había vendido.

El logo es muy sencillo una M muy estilizada en color plata que además hace referencia al modelo octagonal icónico de la marca.

A lo largo de sus ciento doce años Montegrappa ha creado plumas emblemáticas del lujo, además de aquella primera Elmo.

Durante los años de la I Guerra Mundial dos de los visitantes habituales de la fábrica eran dos jóvenes norteamericanos, conductores de ambulancias de la Cruz Roja; John Dos Passos y Ernest Hemingway, ambos se hicieron aficionados a las plumas italianas. De hecho, Montegrappa tiene una colección de plumas dedicadas a Hemingway, la más reciente de las cuales está dedicada a la narración El viejo y el mar.

En la década de los años 50 Montegrappa puso a la venta su famosa pluma puro, inspirada en los habanos Laguito No.2. La pluma hecha de celuloide pintado simulando la hoja de tabaco y la tapa porta un anillo como los puros hecho en este caso de metal con la fecha de fundación de Montegrappa y el estuche, hecho en madera, recuerda una hoja de tabaco. Esta pluma se volvió a fabricar en 2017 en una edición limitada.

Otro modelo a destacar es el Dragón creada en 1995 por el escultor Federico Monti, quien creó la escultura del dragón para encapsular el cuerpo de la pluma hecho en celuloide, la pluma cobró importancia no sólo por su diseño, si no por que personajes como Boris Yeltsin y Vladimir Putin la utilizaron.

En 2000 para celebrar el jubileo católico Montegrappak fabricó de manera limitada la pluma Vaticano, que incluye en su decoración la firma de Juan Pablo II.

Para honrar la memoria del abuelo en 2015 Montegrappa lanzó al mercado la pluma Leopoldo Tullio Aquila.

Así mismo ha creado ediciones especiales de plumas con motivo de Batman y El señor de los añillos entre otras.



Gianfranco Aquila murió en junio de 2022 año que marco el centenario de la marca.

Entre los embajadores de la marca se encuentran el escritor Paulo Coelho y Sylvester Stallone, quien tras perder una Dragon, solicitó a la marca una nueva, pero la edición fue limitada y se había agotado ya, por lo que Montegrappa le presentó el prototipo de la pluma Chaos y se lo ofreció, a partir de ese momento nació una amistad entre Giuseppe Aquila y Stallone, quien además tiene una pequeña sociedad en la marca. De hecho el modelo Chaos tiene una breve aparición en la segunda parte de la saga de Los Indestructibles, donde el actor italo-americano es protagonista.

publicado en thepoint.com.mx el 8 de enero de 2024

imagenes montegrappa.com