jueves, 31 de agosto de 2023

¿Y sí Supermán…?

 


Al otro extremo de las películas de superhéroes de los universos lugar común, y muy lejana a los antihéroes, la cinta Brightburn es una historia de terror basada en un clásico.

Armando Enríquez Vázquez

La visión de los universos de Marvel y DC tienen como denominador común que sin importar el origen del super héroe, ya sea un accidente, venga de una isla perdida e ilocalizable, dioses mitológicos, seres supra normales o extraterrestres, todos son son amigos de los seres humanos y velan por nuestro bienestar. Generalmente trabajan bajo la bandera de las barras y las estrellas y bajo la concepción WASP (Blanca anglosajona y protestante) de Estados Unidos.

Los anti héroes funcionan de una manera similar, aunque irreverentes, carentes de solemnidad y en las últimas décadas aceptando a regañadientes que existen minorías que son visibles e importantes para la mercadotecnia y negocio de los estudios de comics y cinematográficas, así tenemos superhéroes negros, latinos, LGBT y asiáticos. Todos pueden ser superhéroes, siempre y cuando vean al mundo bajo la idea de Estados Unidos.

En la maniquea y bíblica historia de Superman, Jonathan y Martha Kent recogen al niño extraterrestre que cae en el terreno de su granja en Kansas y lo crían para hacer de él un ciudadano ejemplar que aproveche sus poderes en bien de los Estados Unidos.

La premisa de la película Brightburn (2019) es básicamente la misma con un pequeño twist.

Tory Breyer (Elizabeth Banks) y su esposo Kyle (David Denman) tienen una enorme granja en Brightburn, Kansas. Incapaces de tener hijos, los Breyer como los Kent viven solos en su granja.



A diferencia de los Kent en el momento en que una nave extraterrestre, que ellos creen en un principio un meteorito, se estrella en su granja, los Breyer son una pareja joven que pueden hacerse pasar por los padres del niño extraterrestre que viaja al interior de la nave espacial que cae en sus tierras.

Pero Brandon Breyer (Jackson A. Dunn) al descubrir sus poderes, también descubre que esto lo hace diferente; más fuerte y con capacidades que los seres humanos no tienen.

La historia va de una aburrida y vulgar vida en un pueblo rural de Estados Unidos a una historia de terror sobrenatural. En Brightburn no hay Luisa Lane. Ni Tory y Kyle se sentirán orgullosos de Brandon, quien obsesionado por su descubrimiento se hace de un traje, una mascara y una capa que están muy lejos de poder tranquilizar y dar confianza a quien lo ve.

Una B mayúscula estilizada y en espejo es el logo que Brandon tiene para marcar su identidad y las escenas de sus crímenes. Una capa hecha girones y una máscara siniestra que no tranquiliza a quien enfrenta a Brandon, y cuyo sutil tinte lovecraftiano intentan ocultar la personalidad del adolescente.

Dirigida por David Yarovesky, quien también ha dirigido The Hive en 2014 y Nightbooks en 2021, Brightburn es sin duda la visión más oscura y apocalíptica del extraterrestre que llega a nuestro planeta, es criado por seres humanos y descubre su condición excepcional.

Brightburn, navega entre el terror, la ciencia ficción y el tan gustado género de los superhéroes. Es una cinta que vale la pena ver y una de esas pequeñas joyas que están perdidas en las plataformas y confrontan la idea de las películas fáciles y predecibles de personajes que ya resultan un aburrido y predecible lugar común.

martes, 29 de agosto de 2023

Bocati, Chipiletas, Burbusoda, dulces mexicanos, dulces de Anáhuac.

 


Dentro la gran industria dulcera del país Dulces Anáhuac es la creadora de marcas que están en nuestra memoria y que aún existen después de altibajos.

Armando Enríquez Vázquez

Recuerdo que uno de los chiclosos que más me gustaba de niño era el Bocati, sus sabores de nuez y menta son hasta la fecha de mis sabores favoritos entre los chiclosos.

La empresa que creó este chicloso se llama Dulces Anáhuac y fue fundada por Ricardo Menéndez de la Fuente, oriundo de la ciudad de Puebla, capital del estado del mismo nombre. Como antecedente el empresario creó en 1960 una empresa dedicada a elaborar gelatinas cuya marca fue Toby.

Ya en el negocio de los Ricardo Menéndez decidió fundar la dulcera en los años setenta, lo que sucedió en 1974. Bocati fue una de las primeras marcas de la empresa y en 1977 pusieron a la venta la Chipileta, que de acuerdo con el sitio de la empresa fue la primera paleta dulce con polvo enchilado logrando un sabor que nos gusta mucho en México; lo dulce que pica. Chipileta es la marca estrella de la empresa.

Pero experimentando con la acidez y la efervescencia Dulces Anáhuac creó un caramelo de limón con polvo burbujeante al que bautizó como Selz que es otro de sus grandes éxitos y también un polvo picoso llamado Burbusoda, des pues vino Limon 7 una especie de sal con limón.



Pronto la empresa se expandió a las ciudades cercanas a la capital poblana, incluyendo la Ciudad de México. Dulces Anáhuac entró en los mercados internacionales, tanto al norte como al sur del continente. Actualmente Dulces Anáhuac tiene oficinas en Yorba Linda, California y en Quito, Ecuador. 

Con el pasar de los años y la invasión de los dulces estadounidenses muchos dulces nacionales sin la capacidad de mantener el paso a la inversión publicitaria de las trasnacionales fueron desapareciendo: chicles Motita que tenían dos chicles excepcionales uno sabor a coco y otro sabor a plátano. Los chicles Bazooka, los Chimpancitos, entre muchos otros. Son pocas las empresas dulceras nacionales de gran reconocimiento por los consumidores que no han sucumbido a los consorcios extranjeros o a la gigantesca Bimbo. Dulces Anáhuac continúa siendo propiedad de la familia Menéndez

Desde hace unos pocos años volví a encontrar los Bocati en los lugares donde se venden los dulces a granel en los mercados y depósitos de dulces.

publicado en thepoint.com.mx el 22 de agosto 2023

imagenes: dulcesanahuac.com

miércoles, 23 de agosto de 2023

Foamation; Hule espuma, queso y los Green Bay Packers.

 


La semana pasada se anunció que los Empacadores de Green Bay compraron la empresa dedicada a crear uno de gadgets distintivos entre sus fanáticos.

 Armando Enríquez Vázquez

A largo de más 30 años los espectadores, aficionados y asistentes a los estadios donde juegan los Green Bay Packers nos hemos acostumbrados a ver a muchos seguidores del equipo de Wisconsin portando un singular sombrero en forma de una gruesa rebanada de queso.

Este sombrero hecho de hule espuma se ha convertido en algo tan ligado al centenario club de futbol americano que la semana pasada el equipo compró a Foamation, la empresa que patentó y se ha dedicado a producir los gorros.

Wisconsin estado que es casa de los Packers (NFL), Brewers (MLB) y Bucks (NBA), en las principales ligas deportivas de Estados Unidos es un Estado conocido desde siempre por su producción de lácteos, sobre todo de quesos tipo cheddar de alto grado. Por lo que sus vecinos del estado de Illinois se refieren despectivamente a los habitantes de Wisconsin como Cheeseheads (Cabezas de queso).

La idea surgió en 1987, cuando un joven, Ralph Bruno, decidió hacer con el ofensivo Cheesehead una respuesta irónica para la gente de Illinois, así un día arreglando los sofás de su casa paterna y retirar el hule espuma para reponerlo, decidió recortar el hule espuma en forma de una rebanada de queso y con un encendedor quemó agujeros en aquel pedazo de poliuretano para finalmente pintarlo de amarillo.

Curiosamente Bruno nativo de Milwaukee, no estrenó su sombrero en un partido de futbol americano, si no en uno de beisbol en el estadio municipal de Milwaukee, donde los Brewers enfrentaron a los White Sox de Chicago. En un principio los amigos que acompañaban a Bruno se hicieron como si no lo conocieran pues se avergonzaban del singular sombrero de su amigo. Sin embargo cuando las chicas comenzaron a acercarse a Bruno y preguntarle por su creación regresaron con su amigo.

En un principio Bruno vendía sus sombreros en las afueras del estadio casa de los Brewers y de puerta en puerta. El trozo de queso se volvió popular entre los aficionados del equipo y el estadio, incluso Bruno convenció a uno de los agentes de ventas del estadio poder poner los Cheesehead en la tienda del estadio a consignación. Para llegar a esta etapa Bruno había ya tomado clases para trabajar con el poliuretano. Ralph Bruno tenía una educación en Así nació la empresa Foamation Inc. Sin embargo, pronto surgió un problema los sombreros fueron prohibidos del estadio municipal bajo el argumento de que tapaban la visión de los asistentes al estadio. Rápidamente la empresa comenzó a crear gorras de beisbol con el aspecto del queso.  

La tomas de televisión y la presencia de fotografías en los diarios, además de que en un juego en los años 90 el ganar el Superbowl XXI, los Cheeseheads cobraron aun mayor presencia y las ventas de Foamation crecieron.



A lo largo de sus más de 30 años de existencia la empresa ha creado todo tipo de implementos para los aficionados a los Packers; vasos, coberturas para botellas y latas, diferentes tipos de sombreros además de las gorras; sombreros de copa, fedoras, simulaciones de cascos de bomberos, porta vasos, etc.

En abril de 2023, al inicio de la temporada de las Grandes Ligas el Cheesehead regresó al estadio de los Brewers y se está utilizando para celebrar los homeruns del equipo. En Julio, unas semanas antes de que iniciara la pretemporada de la NFL este año Los Green Bay Packers compraron Foamation. Los Cheeseheads no son mercancía oficial de la NFL, pero ahora lo son del equipo de la Bahía Verde.

Ralph Bruno no sólo creó un negocio que hoy es parte de la identidad de los Green Bay Packers y de Wisconsin, sino que logró que un insulto se convirtiera en un nombre de honor para los habitantes de Wisconsin. Ahora listos para la patada inicial de la temporada de la NFL.

publicado en thepoint.com.mx el 9 de agosto de 2023

imagenes:  chzhead

                   packersnews.com

miércoles, 16 de agosto de 2023

Oppenheimer; Una biopic sobre la mediocridad norteamericana.

 


La brillante carrera de uno de los físicos más importantes sirve, una vez más, para reflexionar sobre la mediocridad del norteamericano medio.

Armando Enríquez Vázquez

Christopher Nolan es un director de altibajos, sobrevaluado para mi gusto con su saga de Batman, Tennet y Dunkerke son dos tabiques, pero que ha creado cintas de gran calidad como Memento, The Prestige e Interestelar.

Oppenheimer su más reciente película es una mezcla.

Como en muchas de la cintas de Nolan lo primero que resalta es la gran cantidad nombres de actores de primera que desfilan a lo largo de las 3 horas, incluso el ridículo papel como Harry Truman en el que aparece el gran Gary Oldman.

Esta no es la historia de un momento en la historia, ni de la carrera contra los alemanes por lograr la primera arma de muerte masiva. Es la historia del triunfo de la mediocridad y la ignorancia, sobre la razón. Oppenheimer es una ficción que en el mejor de los casos funciona como ensayo.

La cinta está basada en dos actuaciones y dos personajes; Cillian Murphy en el papel de Robert Oppenheimer y Robert Downey Jr. como el mediocre burócrata Lewis Strauss, quienes llevan a la columna vertebral de las tres horas.

Downey Jr. brinda una de las mejores actuaciones y caracterizaciones de su carrera, el contenido político sólo explota al final, cuando no logra su objetivo en el gobierno, pero capaz de disimular su fracaso. El político, como sucede con todos los de su especie, sonríe con aire triunfal frente a los reporteros.

El éxito del trabajo de Nolan radica en haber orquestado de la mejor manera la biografía del científico, su época, el desconocimiento de la radiación y sus efectos secundarios, con una reflexión sobre el poder de los políticos y la envidia de aquellos que anhelan los triunfos ajenos. La mediocridad que esconde nuestra noción de democracia, en la que cualquiera puede querer enjuiciar las acciones del otro, simplemente por desconocer el tema, ser incapaz de entender la idea y sus bases racionales, o simplemente porque no coinciden con la idea propia. En una de las secuencias de la audiencia en contra de Oppenheimer en la que se le acusa de comunista, el científico defiende y diferencia de manera perfecta su posición frente a las ideas comunistas norteamericanas y sus diferencias, de acuerdo con él, con el comunismo soviético, mientras el fiscal de la causa insiste en rasar al comunismo.

Nolan incluye en la película de manera muy sutil la teoría de que la amante de Oppenheimer, Jean Tatlock ( Florence Pugh), ella sí era miembra del partido comunista y mantenía comunicación con el partido ruso, fue asesinada por los miembros de seguridad del Proyecto Manhattan y no se suicidó.

La cinta a través de la vida del brillante físico, sirve para reflexionar sobre el siglo en el que Estados Unidos se impuso como la policía de mundo, y todas las contradicciones que vivió esa nación desde los empresarios voraces que han predominado a lo largo de cien años, los políticos mediocres, corruptos, arrogantes y miedosos, así como sus intelectuales, artistas y científicos rebeldes y contestarios y su descalificación desde la idea falaz de la democracia y la validez de la opinión mayoritaria.

Mientras Oppenheimer está preocupado por encontrar las correspondencias entre su pensamiento ético y la necesidad de Estados Unidos de ganar la guerra a los alemanes y ante todo a los Nazi, Strauss es únicamente un burócrata mediocre, sólo se interesa en él y los reflectores que lo rodean.

Oppenheimer me recuerda a muchas de las películas de Milos Forman donde los personajes excepcionales sirven para remarcar la mediocridad en la que estamos hundidos. Y otras como Good Night and Good Luck de George Clooney que también señala a ese momento vergonzante en la historia moderna de Estados Unidos cuando dos hombres obsesionados con sus complejos Edgar J Hoover y Joseph McCarthy crearon su propia guerra de represión al ser incapaces de debatir con ideas y argumentos.

Tres horas tal vez es mucho tiempo y la cinta se estanca por momentos en su narrativa, al no avanzar y algunos de sus personajes como la Kitty esposa del científico, interpretada por Emily Blunt, resultan planos y que poco aportan a la cinta. Un papel insípido y sin mayor impacto en la cinta a diferencia de la amante Jean Tatlock que es un personaje que desde un inició intriga y se vuelve empático.

Especial es el caso de Albert Einstein (Tom Conti) quien en una la secuencia en la que es presentado parece un personaje intrascendente, sin embargo cuando al final se revela aquel primer encuentro la fuerza del alemán es impactante. 

En ese sentido a Nolan le falta autocrítica y síntesis, su amor por los personajes de Oppenheimer y Strauss, lo hace olvidar el peso de otros.

Oppenheimer es una cinta que vale la pena ver por no quedarse con el gusanito, como otras cintas de Nolan muestran maestría de la dirección, pero una frialdad y longitud poco excesivas.

martes, 15 de agosto de 2023

Hellmann’s: Una cara de la mayonesa.

 


Este aderezo surgió de la escasez, la imaginación y la necesidad de un triunfo muy lejos de Estados Unidos donde nació una de las marcas más populares.

Armando Enríquez Vázquez

En México durante la década de los ochenta se hizo famoso el slogan: Haz una cara Hellmann’s. No sólo se hizo memorable, si no que fue parte de chistes de todo color.

Hellmann’s es propiedad de Unilever desde el año 2000 y es la marca con el mejor desempeño del corporativo, por eso es la mayonesa más vendida en el mundo y es además una marca con 110 años de existencia.

Hellman’s fue creada por Richard Hellmann, él no fue el inventor de la salsa, pero fue uno de los primeros empresarios en comercializarla en Estados Unidos.

El origen de la mayonesa o mahonesa se encuentra en el puerto español de Mahón en la isla de Menorca, durante años se sostuvo que un chef francés para celebrar la victoria del ejército galo sobre las tropas inglesas en 1756 echó mano de los ingredientes que encontró a la mano para crear una salsa que acompañará la carne de los vencedores. A últimas fechas se ha descubierto la existencia del recetario de un monje menorquino que documenta la existencia de esta especie de Alioli. En Francia no existe referencia a la salsa si no hasta de que el chef de conde Richelieu la llevó desde el campo de batalla en la isla española a los salones de Paris.

Francesa, española, mahonesa por haber sido creada en el puerto de Mahon, o mayonesa por la evolución de la palabra en francés lo cierto es que la salsa es infaltable en la actualidad en un buen sándwich y a veces como sustituto de la tártara para los pescados empanizados, entre otros muchos usos.

Curioso resulta que sus primeros promotores en Estados Unidos y creadores de dos marcas que habrían de competir durante las primeras décadas del siglo XX en el este estadounidense fueran de origen alemán: Edward Schlorer en Filadelfia y Richard Hellmann en Nueva York.

Richard Hellmann nació el 22 de junio de 1876 en Vetschau, a los 14 años dejó la escuela y se empleó como pinche en mercado local donde aprendió a cocinar, se dedicó a viajar por Alemania trabajando en mercados y tiendas. Aplicó y obtuvo a un empleo en la hoy emblemática Crosse & Blackwell, se mudó a Londres y aprendió inglés, mientras laboraba en la compañía inglesa conoció a dos personas que influirán en su futuro; el primero fue uno de los directores de un delicatessen en San Francisco que lo invitó a trabajar en su tienda en el puerto del oeste de Estados Unidos. El otro fue Matt Martínez, hijo de unos tenderos franceses con una gran tienda en Paris.

Hellmann entonces viajó a Estados Unidos y en Nueva York, el puerto de arribo, deambuló por la ciudad antes de dirigirse a la estación del tren para atravesar el país. En su andar se topó con un delicatessen llamado Francis H. Legget & Co., cuyos productos eran importados y distribuidos por Crosse & Blackwell. Al entrar al establecimiento Hellmann conoció por casualidad al vicepresidente de la empresa y tras charlar un momento éste le ofreció un trabajo y un sueldo de 9 dólares a la semana, Hellman no lo dudo y aceptó.

Establecido en Nueva York, Hellmann se reencontró con unos paisanos de Vetschau, cuya hija Margaret había sido amiga de Richard. En 1904 Richard y Margaret se casaron y en 1905 de camino a su trabajo Richard descubrió un edificio renta, donde decidió establecer su propia tienda a la que llamó Hellmann Delicatessen, el edificio además tenía una vivienda donde se establecieron los Hellmann.

Richard era un workaholic y en 1911 enfermó gravemente, el dictamen médico fue tomar la vida con calma si no quería morir en los próximos meses. Richard Hellmann tenía cerca de 35 años y una pequeña hija por lo que decidió vender parte del delicatessen, y mantuvo un pequeño porcentaje del mismo.

Entonces la familia Hellmann se dedicó a viajar, fueron al pueblo natal de Richard y después viajaron a Paris y visitaron al viejo amigo de Richard, Matt Martínez, quien se dedicaba a vender mayonesa a granel a los hoteles y restaurantes parisinos. Richard y Margaret ya habían vendido mayonesa en pequeñas cantidades a los clientes del delicatessen, la operación al mayoreo le resultaba difícil de entender porque el empacado se hacía en cajas de madera que no daban una confianza sanitaria a Richard.

Mientras estaba en París le informaron que el socio mayoritario del delicatessen había muerto repentinamente. Richard regresó de inmediato a Nueva York. Ya a cargo de la tienda de nueva cuenta Hellmann comenzó a experimentar en la receta de una mayonesa que se pudiera vender y transportar, el primer reto fue crear una mezcla que impidiera la rápida descomposición de la salsa, una vez lograda la mezcla adecuada Richard comenzó la venta de su mayonesa en tarros de cerámica y aunque en un inicio llamó la atención de hoteles y restaurantes, pronto desapareció el atractivo y las ventas por mayoreo desaparecieron, Richard sin embargo vendía cantidades menores en frascos de vidrio a sus clientes primero, después a otras tiendas para la elaboración de sus propios sándwiches y finalmente ideó vender los frascos para su venta individual en 1913.

Desde un principio la mayonesa tenía su etiqueta en la que podía leer: Richard Hellmann’s Mayonaisse, Blue Ribbon. La marca Blue Ribbon fue registrada por Hellmann aunque nunca aclaró porque el listón en la etiqueta y el nombre. Hay quienes suponen que al ser los listones azules una características de un premio a diferentes bienes de consumo por su calidad, Richard Hellmann se aprovechó para posicionar su producto entre los consumidores.




Además invirtió en un sistema de distribución en camionetas que repartían por todo Nueva York desde primera hora la recién hecha mayonesa de Richard Hellman.  En 1922 se terminó la construcción de una fábrica de cinco pisos, la más grande en el mundo en su rubro. Ese mismo año publicó un pequeño folleto con recetas de ensaladas y preparaciones en las que la mayonesa era el ingrediente estrella. Conforme pasaron los años surgieron nuevos recetarios de la marca que incluían la mayonesa en platos de todo tipo incluso en un pastel de chocolate.

En 1927 Postum Food, creadora del cereal de la marca Post adquirió entre otras empresas a Hellmann’s, Richard se mantuvo entre los directores de la marca. Hellmann’s era la marca más popular en casi todo el territorio estadounidense con excepción la costa oeste donde la mayonesa de mayor venta era la de la marca Best Foods Mayonnaise. Con el paso de los años y el popularidad de Hellmann’s que desde 1931 se convirtió en la primera en la nación norteamericana, aunque hasta la fecha en la costa americana se comercializa a Hellmann’s bajo el nombre de su antigua competidora Best Foods Mayonnaise. Es curioso qu durante la gran depresión, una de las peores crisis económicas que ha enfrentado el mundo y en especial a Estados Unidos por cerca de una década, Hellmann’s creció en ventas, las familias seguían consumiendo sus sándwiches y en ellos su aderezo preferido.

En la década de los 60 inició la expansión mundial, aunque cabe decir que desde los años 20 Hellmann’s se consumía en Canadá y existía una planta en Toronto, en 1964 la marca apareció por primera vez en las estanterías de los supermercados mexicanos. Brasil, España, Argentina y Portugal fueron algunas de los países en los que se introdujo la marca en la siguiente década.

Postum se convirtió en Best Foods y después en General Foods, para finalmente ser adquirida por Unilever.

A lo largo de su historia y de los diferentes dueños de la marca Hellmann’s ha producido además de mayonesa; pepinillos en escabeche, mostaza y cátsup. Actualmente además de la clásica, producen cátsup, mostaza, salsa BBQ, salsa de queso y salsa agridulce, mayonesa para veganos y mayonesa light.

Richard Hellmann fue un hombre longevo que murió el 2 de febrero de 1971 en un asilo en Connecticut a los 94 años.


Publicado en thepoint.com.mx el 24 de julio de 2023

Imagenes hellmanns,com

lunes, 14 de agosto de 2023

Tres grandes comedias de tres grandes directores.


 

Todos los directores tienen buenas, malas y peores películas, pero también tienen esas que por no pertenecer al género con los que los identificamos se van olvidando, y sin embargo son joyas.

Armando Enríquez Vázquez

Si escuchamos los nombres de Martín Scorsese, Alfred Hitchcock o Steve Spielberg, por lo general recordamos películas de crimen, suspense o melodramas desproporcionados respectivamente por lo que si hablamos de comedias dirigidas por estos tres, para la mayoría de la gente es difícil recordar el nombre de una de ellas, y sin embargo existen y no son menores.



Martín Scorsese neoyorquino ha construido gran parte de su obra con el prototipo del migrante italiano convertido en mafioso que controló primero la urbe de hierro y después todo Estados Unidos, sus cintas hablan de mafias criminales de acción, pero también de las mafias criminales de cuello blanco y la corrupción en la policía. Taxi Driver de acuerdo con su guionista Paul Schrader es una versión contemporánea de Crimen y Castigo de Dostoievski, es un retrato de una sociedad corrupta y Raging Bull, también escrita por Schrader narra la historia de descomposición de un campeón de boxeo, no por vicios, si no por su propia arrogancia y paranoia. Ni que decir de la muy siniestra BringingOut the Dead con Nicolas Cage, eso sin hablar de sus documentales de todo tipo, y también tiene una de las comedias más divertidas de los años ochenta; After Hours.

Mal traducida en México con el título literal de Después hora, en lugar de horas extras. Pero las palmas se las llevan como siempre los españoles que la titularon ¡Jo! Qué Noche. La cinta narra el traumático viaje de la noche al día, literalmente, de Paul Hackett (Griffin Dune) un oficinista, con una rutina aburrida y diaria. Una noche de entresemana mientras cena en cafetería muy norteamericana conoce a una bella chica de nombre Marcy (Roxanne Arquette). Cuando Paul ya de vueltas en su departamento decide llamarla y atravesar la ciudad de Nueva York en un taxi conducido de manera vertiginosa donde al intentar pagar pierde su único billete comienza el descenso a los infiernos.

Hackett será víctima y sufrido personaje que sólo intenta regresar a casa tras un encuentro que no resulta amoroso, sino decepcionante. After Hours es sin lugar a dudas una de las mejores cintas de Scorsese, pero también es una de las menos conocidas. Si te topas con ella te recomiendo verla. La comedia con su final devastador y sin esperanza solo refuerza nuestras carcajadas, aunque pensándolo bien también es una de las películas más despiadadas con su protagonista, lo que no le quita lo divertida, del gran director neoyorquino.



Steven Spielberg es por lo general la solemnidad, patrioterismo y uno de los mejores directores de melodramas de libro de texto, el hombre que hizo de los blockbusters veraniegos un tema durante los setenta, ochenta y noventa. Que nos hizo estremecer con uno de los extraterrestres más kitch que ha existido y un gigantesco tiburón. Creador de una visión maniquea de la II Guerra Mundial y de la infancia al producir cintas como Los Goonies. Al inicio de su carrera Spielberg fue un director lleno de ganas de experimentar en diferentes géneros, así The Duel es uno de los mejores Road Movies que existen, su aproximación a la historia de Ballard sobre un niño inglés en China durante la II Guerra Mundial es contundente. Pero en 1979 filmó una de las comedias más divertidas sobre la II Guerra Mundial desde la visión norteamericana y la paranoia que dominaba la costa oeste de aquella nación tras el bombardeo de Pearl Harbor. 1941 es una comedia delirante en la cual el después patriotero director de cine se atreve a burlarse de sus paisanos, estelarizada por un sin número de actrices y actores que crean historias que se desarrollan de manera paralela en la noche de fin de año. Destacan el gran cómico John Belushi como un piloto desquiciado de la fuerza aérea norteamericana, Ned Beatty como un padre de familia dispuesto a defender su casa y a los suyos del ataque japonés, Toshiro Mifune como el almirante de la fuerza de submarinos japoneses, Robert Stack como el general norteamericano que llora con Bambi. La película ha sido olvidada pero sin duda es una de las mejores comedias de los años setenta filmada en Estados Unidos, junto con Foul Play (Juego Sucio en México) con Goldie Hawn y Chevy Chase y Whats Up Doc (La Chica Terremoto) Con Barbra Streisand y Ryan O’ Neal dirigida por otro grande: Peter Bogdanovich.



Finalmente, el amo del suspence, que muchos confunden con la intriga y en el peor de los casos con el terror, el gran Alfred Hitchock, poseedor de uno de los sentidos del humor más negro en su momento y creador de clásicos como: North By Northwest, the Birds, Psicosis, Vertigo, The man who knew too much, The Rear Window, grandes cintas todas ellas, también dirigió una película hoy casi desconocida y sin embargo una pieza muy divertida en la filmografía del inglés. The Trouble with Harry, narra la historia de un grupo de habitantes en una pequeña comunidad del norte de Estados Unidos que tiene un gran problema Donde enterrar a Harry para que nadie lo descubra. Estelarizada por una muy joven Shirley McLaine, de hecho es su primera película en el papel de Jennifer Rogers una joven madre que se acaba de mudar al pueblo sólo para encontrarse en medio de las andanzas de un cadáver muy conocido por ella, acompañada de John Forsythe y un grupo de actores de películas de serie B que funcionan muy bien en esta comedia del maestro del suspenso, sus constante obsesión con el suspense está presente en esta comedia de errores donde el cuerpo de Harry aparece y desaparece. Pero ante todo ¿quién es aquel hombre muerto que ha aparecido en el campo cercano al poblado?

Estos no son los únicos ejemplos de grandes directores dirigiendo comedia pero son los tres primeros que se vinieron a mi mente porque las tres películas las disfruto hasta la fecha y se las recomiendo.

Luego les contaré de otras.