Claro Video posicionada en los principales países de la región; específicamente en Colombia y México. Hasta este año la empresa estrenó sus primeras series originales.
Armando Enríquez Vázquez
Tras la leer la carta abierta de Antonio Caño director del
diario el País, el pasado mes de marzo en la que el periodista habla sobre la
evolución de los medios, los contenidos y los mercados del futuro, siempre
tengo en mente entre los puntos que marca Caño, lo que para él y para El País
representa la estrategia de conquistar los mercados latinoamericanos, y dejar
de lado al mercado español.
La lógica contundente de este argumento se encuentra en la
característica global de Internet por un lado y por el otro en el número de
hispanohablantes que habitamos de este lado del Atlántico. Vale recordar que al
final del día los dos primeros países con hispanohablantes en el mundo son
México y Estados Unidos, algo que los mismos mexicanos siempre subvaloramos,
seguido por Colombia.
Y esto viene a colación porque a pesar de que Claro Video
tiene ya algunos años de existir y que está posicionada en los principales
países de la región; específicamente en Colombia y México. Ambos países con más
población que España. Fue hasta este año que la empresa estrenó sus primeras
series originales, en ese sentido se le adelantó Blim, la plataforma de
internet de contenidos de Televisa, a pesar de que la oferta de Claro Video es
muy superior a la de Blim.
Desgraciadamente, la primera serie de Claro Video es una
verdadera bazofia, en la más triste tradición de la comedia idiota de la
televisión abierta mexicana, El Torito, es
una antología de sobreactuaciones, gags primitivos a los que lo único que les
falta es el pastelazo. La serie intenta contar la vida al interior del centro
de detención para conductores ebrios en la Ciudad de México y está producida
por Fernando Sariñana, pero es un producto tan malo y mediocre que no vale la
pena ni hablar de él. Baste decir que El
Torito es un excelente ejemplo de lo que no puede ser en el siglo XXI y
dentro de los contenidos globales On
Demand considerado una buena producción.
No sucede lo mismo con la primera serie dramática de Claro
Video: La Hermandad. Contada en un
formato lento y muy psicológico, haciendo honor y siendo congruente con el
personaje principal de la serie el doctor Julio Kaczinski / César Aguilar,
interpretado por el actor Manolo Cardona, la serie a diferencia de muchas otras
mexicanas del género, como El Dandy, se
concreta en catorce capítulos desarrollar una historia llena de suspenso, de emoción y que nos deja
esperando la segunda temporada. La
Hermandad es la historia de un psicólogo que pierde a su familia y tras
cinco años de drogas, alcohol y una vida degradante, encuentra una oportunidad
para vengar la muerte de su familia e infiltrarse en la policía federal,
primero, y una vez dentro descubrir una organización criminal al interior del
cuerpo de seguridad llamada; La Hermandad,
que llega a las más altas instancias de la política nacional y tiene como
objetivo ser los verdaderos jueces que imparten una justicia real, que enmienda
la justicia institucional, una organización que pretende acceder a la
presidencia del país. Julio intenta infiltrarse en dicha organización para
completar su venganza.
Paralelo al psicólogo, existe la presencia de una detective
de asuntos internos de la policía, Luisa Salinas, interpretada por la española
Paz Vega, que está dispuesta a desenmascarar a La Hermandad a como dé lugar y
que cuenta con el apoyo de un senador.
La serie está llena de excelentes actores que como Noé
Hernández en el papel del sádico y bisexual capitán Pedro Castro, Andrés
Almeida en el papel del paranoico, Rubén Chavez, desalmado, desadaptado pero un
hombre de familia, enriquecen la serie dándole peso y credibilidad. Además, Rodrigo
Murray, Julieta Egurrola, Claudette Maille, Stephanie Cayo se encuentran también
entre el reparto de la serie.
Creada por Rosa Clemente y Raúl Prieto, la serie escrita de
una manera muy atrayente, se aleja de un melodramático blanco y negro,
mostrando personajes llenos de matices y muchos de ellos, incluyendo a los
principales, con una demencia que siempre quieren borrar para llevar vidas normales. Llena de una lógica impecable
en el actuar y moverse no sólo de Kaczinski / Aguilar, sino en otros personajes
con los que se enfrenta el psicólogo y los que no.
Dirigida por Carlos Bolado y Humberto Hinojosa, la serie es
sin lugar a dudas la mejor serie mexicana en lo que va de 2016. Es una lástima
su poca promoción porque con una serie como esta, Claro Video debió tapizar las
principales ciudades de México y Latinoamérica, así como el internet con
promoción.
Esperemos ver muchas más series mexicanas de esta calidad en
nuestras pantallas de Internet o canales de televisión abierta o de paga. Claro
Video tiene un enorme mercado para conquistar posicionando contenidos
inteligentes y divertidos, y evitando burradas como El Torito, y puede sin duda explorar contenidos originales, no sólo
nacionales si no de la región para consolidarse en un mercado donde la lucha
está iniciando.
Sólo un favor, si tienen escenas en un table hay que hacerlas realistas, ver un poco de desnudos no tiene nada
de malo, la locación lo justifica. Los
Soprano a finales del siglo pasado ya lo hacían, y ese falso pudor mexicano
es tan absurdo como los muertos sin sangre de Juan Orol en el cine de los años
cuarenta del siglo XX.
publicado en roatbrief.com.mx el 4 de julio de 2016
imagen: clarovideo.com.mx