Nada más sencillo que la descalificación. Nada más llamativo que la satanización. La infamia. Si no puedes con tu enemigo difámalo. Lo vimos en el caso de Irak, aún estamos esperando las armas de destrucción masiva. Hoy el enemigo es más poderoso, más unido y con mayor armamento que el de Irak: La República Islámica de Irán.
Armando Enríquez Vázquez
A lo largo de la violenta historia de la segunda mitad del siglo XX en Medio Oriente, Israel y Estados Unidos han sabido ganarse o imponer aliados en la región. Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Kuwait. Existen también los eternos detractores de Israel y de los Estados Unidos, pero por lo general han sido atacados hasta el cansancio como en el caso de Líbano o son demasiado pequeños y faltos de poder como Yemen. Cuando alguien ha querido salirse del redil, o se ha vuelto una piedrita en el zapato del Tío Sam, o se ha atrevido a atacar los intereses petroleros de los americanos, han sido puestos en su lugar, depuestos o desestabilizados sus gobiernos, como en el caso de las dos Guerras del Golfo, o en el de Afganistán. Hoy sabemos que éste último frente a pesar de prometer grandes riquezas no sólo petroleras está lejos muy lejos de ganarse y más bien se acerca a ser el nuevo Vietnam del gobierno americano, a pesar de la pobreza afgana y del gobierno pro Estados Unidos.
Egipto fue dominado hace muchos años, Jordania y Siria se mantienen de alguna manera neutros, aunque éste último gobierno ha sido acusado tanto por los Estados Unidos, como por el gobierno de Israel de dar asilo a los terroristas que huyeron de Irak.
Pero el “Enemigo de la Democracia”, hoy en día, se llama Irán. Desde 2002 el ex presidente Bush incluyo a Irán en el llamado “Eje del Mal”, donde se enlistaban los gobiernos acusados por los Estados Unidos de ayudar, dar cobijo y financiar a grupos terroristas.
La República Islámica de Irán tiene una población de más de 66 millones. Su territorio es de más de un millón seiscientos kilómetros cuadrados, un poco menor que el nuestro. Hace frontera con Afganistán, Armenia, Azerbaiyán, Irak, Paquistán, Turquía y Turkmenistán. En 1979 El gobierno pro americano de Shah Reza Pahlavi, fue depuesto por una revolución que tenía como su principal líder a un Imam fundamentalista, un ayatola, exiliado en Francia por el Shah. En ese año se funda una república teocrática que encabezaría el ayatola Jomeini. El poder reside en el líder supremo que desde 1989 es el ayatola Ali Hoseini Khamenei y después de un presidente electo que es Mahmoud Ahmadinejad. Para Estados Unidos, tras la caída del gobierno del Shah, todavía habría de venir la embarazosa situación de los rehenes en la embajada de Teherán, que demostraría la incapacidad del gobierno norteamericano para poner en vuelo un par de helicópteros sin que estos se estrellaran entre ellos. Desde entonces Irán se ha vuelto una molestia para Estados Unidos, Una molestia que ha ido creciendo y haciéndose oír cada vez más.
Tras la caída del Shah se dio una desbandada en el ejército iraní, así como una purga de aquellos a los que el nuevo gobierno consideraba leales y cercanos al depuesto Reza Pahlavi. Saddam Hussein creyó entonces poder atacar a la nueva república y con el apoyo de los Estado Unidos, ávidos de recuperar el petróleo iraní, se lanzó a la guerra. Ocho años duró el conflicto, uno de los más sangrientos desde La II Guerra Mundial, que terminó de manera indefinida. A partir de entonces el ejército de Irán comenzó a reforzarse y entrenarse, con la meta de crear un ejército fuerte. Aislado tras la caída de reza Pahlavi Irán también decidió crear a través de sus ingenieros militares conocidos como la Guardia Revolucionaria Islámica el diseño y construcción de armamento para la defensa del país. Hoy en día Irán produce sus propias armas, tanques, aeronaves, barcos para la marina, submarinos, minas y sobretodo misiles.
Desde 2003 estados Unidos y el Reino Unido han acusado al gobierno de Irán de construir armas nucleares y armas de destrucción masiva, a diferencia del caso de Irak, Irán no tiene un gobierno impuesto que ha masacrado a su pueblo, a pesar de discutido fraude de las elecciones del 2009, el gobierno iraní tiene un gran número de simpatizantes y si tienen todos un enemigo común llamado Estados Unidos, por estas razones no se puede amenazar a Irán con inspecciones, pero si con sanciones. De cualquier manera los estados Unidos e Irán no mantienen ningún tipo de relación diplomática.
Las fuertes declaraciones que en el pasado septiembre hiciera su presidente, Mahmoud Ahmadinejad, en la sede de la ONU a pocas cuadras de lo que se conoce como “Zona Cero,” acusando al gobierno de Estados Unidos de haber sido el orquestador de los atentados del 2001, no tienen nada de nuevo dentro de las gastadas teorías de conspiración, lo relevante fue la tibia respuesta del gobierno americano. Por un lado los representantes norteamericanos se limitaron a abandonar la sesión de la ONU y Barack Obama condenó las declaraciones del Líder Iraní. A diferencia de otras ocasiones, en contra de otros gobiernos y líderes mundiales no un hubo el dedo flamígero que acusa y después ataca. Tras los enormes fracasos en Afganistán e Irak, países más pobres y divididos que Irán. Estados Unidos lo último que quiere es entrar en una guerra que terminaría por devastar su economía.
Hoy el ejército de la República Islámica de Irán, cuenta con más de medio millón de elementos activos. Tanques, misiles de todo tipo, minas de tierra, tal vez ojivas nucleares. Tras las bravuconadas de Ahmadinejad en Nueva York y la tibia respuesta de los americanos, el 21 de Septiembre el líder de la Infantería del ejército iraní El General Brigadier Ahmad Reza Pourdastan aseguro que las fuerzas terrestres iraníes están listas para defender el país y acabar con cualquier intento de invasión.
Hasta hoy los gastos de Guerra del gobierno norteamericano, de acuerdo a papeles del congreso de los estados unidos de septiembre de 2010, han sido superiores a 1.121 billones de dólares, de estos 751 mil millones han sido para Irak y 336 mil millones para la lucha en Afganistán, éste gasto ha repercutido directamente en la crisis económica que sufren los norteamericanos, una guerra con Irán por más justificada que estuviera tendría como consecuencia el desmoronamiento de la economía de Estados Unidos, en el momento en que la batalla comercial con China está por iniciar.
Irán, si bien, no es un país árabe, su mayoría étnica es persa, pero al ser un país Islámico no puede olvidar la innumerable cantidad de afrentas que el gobierno de Jerusalén a cometido contra el Islam. Estos dos actores podrían desatar un conflicto en la región, pues las tensiones y acusaciones entre ambos bandos crecen cada día.
Hoy en día un factor de gran importancia en la estabilidad del Medio Oriente es y no se puede minimizar la República Islámica de Irán.
Publicado por blureport.com.mx Lunes 11 de Septiembre de 2010
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