Armando Enríquez Vázquez
Margarita Zavala nos dijo la semana pasada, que, por primera vez en la historia de México hoy hay más niñas entre siete y catorce años estudiando que niños, el censo del año pasado también ha arrojado que en México hay más mujeres que hombres, 2 % más. El número de mujeres funcionando como cabezas de familias ha aumentado en los últimos diez años.
Sabemos que las condiciones laborales y sociales siempre tienden a despreciar a las mujeres, a hacerlas menos. Y sin embargo, todo parece indicar que ellas son el motor del país a todos los niveles y edades.
Ante el panorama que enfrentan los jóvenes mexicanos y en especial las jóvenes, me surgen un sin número de preguntas y planteamientos, ante todo, porque el futuro que ya de por sí poco alentador, al menos es lo que mayas y pregoneros de la catástrofe nos quieren hacer pensar, es cada vez más patético para los mexicanos.
Pero si detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, entonces hacía el final del siglo México tal vez sea una superpotencia.Nunca hemos tenido una Presidenta, por suerte dirán misóginos y machos, la verdad es que una mujer al mando es lo que nuestro país necesita. Tal vez ella, pueda compensar ese sentimiento de orfandad del que todos los mexicanos somos participes. Tal vez magnificando a la mamá de Pepe “El Toro” en Los Pinos nos sintamos más humanos y de seguir este crecimiento de la población femenina no tardará mucho en suceder que tengamos una presidenta.
Ahora pensemos por un momento por qué hay más mujeres que hombres en México, una parte es genética eso es incuestionable, tal vez en esta tierra de machos nazcan más mujeres que hombres, poco probable pues está demostrado que a nivel mundial no existe una variación tan alta entre el número de varones y el de mujeres. La otra es una explicación mucho más sencilla, la mayoría de los migrantes mexicanos son hombres. En todos los estados de la república existen comunidades enteras habitadas únicamente por mujeres porque los hombres están “del otro lado” ganando dinero para mandar a sus familias.
Una gran parte de los mexicanos hombres que se encuentran allende la frontera, conocen otra mujer en los Estados Unidos se casan y olvidan a la familia en México. Pero los jóvenes enfrentan otro peligro y reto.En México siempre nos gusta ver al Pípila en el hijo de otro y a los niños envolverse en la bandera que como adultos somos incapaces de arrear. Los discursos oficiales desde que tengo memoria utilizan como pretexto para cualquier número de tropelías el México del futuro, ese que estamos heredando a nuestros niños. Un México cada día más paupérrimo, ignorante y lleno de injusticias es el que estamos dejando a nuestros nietos, tataranietos y hasta choznos.
En tiempos de una guerra criticada por todos los partidos políticos de oposición, la voz de un gobernador del PRI, César Duarte de Chihuahua, aparece y parece por un momento ponerse del lado de las autoridades proponiendo que los jóvenes sin empleo, ni estudios alimenten las trincheras de la guerra, que sean la próxima carne de cañón. Estemos todos tranquilos hemos llegado a la propuesta del reclutamiento de civiles inexpertos para disfrazar la incapacidad de las autoridades a todos los niveles en la lucha contra el narco. Para maquillar la nulidad del gobierno para proveer a sus ciudadanos de educación y bienestar.
Matar a una generación a la que el gobierno no supo educar, ni satisfacer sus necesidades básicas, acabar con la sobrepoblación: dos pájaros de un tiro.
Esas son las batallas que hay que dar. Las batallas por el bienestar, el mejor poder adquisitivo, una política laboral más justa, una reforma política y otra hacendaria acordes a los tiempos y a las demandas ciudadanas. La autosuficiencia en materia tecnológica y el desarrollo de mexicanos capaces de competir frente a los demás, esas parecieran estar perdidas. ¿Para qué invertir dinero bueno de los contribuyentes en algo tan a largo plazo sí para los políticos instantáneos de hoy lo importante son los bienes raíces? ¿Quién quiere científicos e investigadores? Las mujeres mexicanas mártires de cine, teatro y televisión, abnegadas madres y mulas de carga del campo y la ciudad pueden sacar adelante a México. Ahora que sabemos que son más las que estudian, ¿No es lógico pensar que son ellas las que deben sacar al país a flote?, ¿Qué México no es una gran familia y si cada vez más mujeres sacan familias a flote porque no a la gran familia mexicana?
Además, sí los jóvenes son enrolados en las filas del ejército, solo quedan las estudiosas mexicanas para levantar al país. La verdad es que sin duda llevarán al país por un buen camino, las mujeres son más prácticas, mejor administradas, les preocupa su seguridad y su porvenir. Entonces todo parece sonreír a futuro para México.Lástima que entre los mojados y los enrolados en la guerra contra el narcotráfico no vayan a quedar hombres para hacer la Patria.
publicado en blureport.com.mx 4 de abril de 2011
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