Frente al barbarismo
más primitivo de los dirigentes y miembros de la CNTE y la demagógica promesa
del gobierno por apostarle a la educación es momento de pensar en serio en su
futuro.
Armando Enríquez Vázquez
Uno de los grandes anhelos y con el pasar de los años,
logros de la Revolución fue el llevar la educación a todos los mexicanos.
Heroicos maestros que en la década de los años treinta del siglo pasado
lucharon no sólo contra el analfabetismo, si no contra la estupidez y las
visiones más retrogradas de la iglesia católica mexicana que instigó a los
ignorantes a cortar las orejas de los maestros rurales y martirizarlos. Sin
olvidar tampoco el gran experimento de la implementación de la escuela
socialista en nuestro país, esa que las instituciones privadas y los
secretarios de educación tecnócratas han tratado de eliminar de la historia
nacional.
La educación en nuestros días no puede ser vista como un
problema o como un reto, sino como una oportunidad, la educación es la base de
un futuro mejor y de mejores seres humanos.
Más allá de los problemas manifiestos de un magisterio
incapaz de impartir clase, que se niega a ser evaluado y a evolucionar. Que
prefiere mantener una presión mal llamada social a la que los gobiernos federal
y local ceden otorgando prebendas a los rijosos, en detrimento de los
ciudadanos y sobretodo traicionando el futuro de los niños de nuestro país, es
necesario ponerse a pensar en los cambios que la educación requiere en la época
tecnológica en la que vivimos. Más allá de un sistema educativo obsoleto, que
como diría en cierta ocasión Paco Ignacio Taibo II vacuna a los estudiantes en
contra de la lectura. Que promueve los valores de la chapuza y el menor
esfuerzo, que ha producido más ninis y sicarios en la última década que profesionistas
debemos obligarnos a pensar y obligar al gobierno a actuar seriamente en torno
a la educación en nuestro país.
Hoy los niños y adolescentes tienen un acceso natural al
conocimiento y la información a través de las computadoras, los smartphones y
las tabletas que están haciendo a los pedagogos y educadores del mundo a
encarar nuevos retos para asegurarse de que esta información no sólo sea la
adecuada para los estudiantes sino que tenga el mejor aprovechamiento posible
por parte de cada uno de ellos. Que maestros e instructores estén a la altura
de ese conocimiento tecnológico de los alumnos. Hoy comienzan a surgir voces y
ensayos acerca de nuevas maneras de aproximarse a la educación de niños y
jóvenes. Ya a principios del siglo pasado el gran George Bernard Shaw, decía
mis períodos educativos fueron interrumpidos por la escuela, hoy esta frase
parece ser más válida que nunca. Los intereses y motivaciones de los
adolescentes difícilmente pueden ser encerrados en un aula de 30 metros
cuadrados.
Contra la inmediatez y certeza en la confirmación de los
datos a través del Internet, el salón de clases parece una anticuada exhibición
de museo incapaz de ser atractiva para los jóvenes. Entre los pretendidos nuevos
teóricos de la educación se encuentra un hombre llamado David D. Thornburg,
quien plantea una nueva sala donde los alumnos aprendan y a la que llama
Holodec, basado en la serie de Star Trek, Thornburg propopne que lo alumnos
deben estar hoy en día en las aplicaciones y usos que deben dar al conocimiento
y no a los datos duros de la misma, esta teoría no tiene nada de nueva y ha
sido planteada por diferentes pedagogos en el último siglo. Lo que Thornburg
aporta es la tecnología y una sensación lúdica al aprendizaje que está cerca de
la mentalidad del estudiante. Que las clases deben parecerse más a una fogata
en un campamento que un salón de clases actual. Pero más alla de estas
versiones de una escuela disneylandia hay otras voces más seria.
George Lucas, el cineasta creador de La Guerra de las Galaxias, estableció en 1991 la Fundación Educativa George Lucas
conocida por sus siglas en inglés como GLEF y que tiene como sitio web la página
edutopia.org cuyo objetivo es que diferentes escuelas de los Estados Unidos,
pero del mundo también, al fin de cuentas de eso se trata el Internet, urbanas
y rurales compartan sus modelos exitosos para poder buscar la forma de
aplicarlas y modificarlas en otros entornos. Casos de padres que gracias a edutopia
han logrado de manera exitosa crear un sistema en casa para la educación de sus
hijos están también documentados en la página, así como diferentes estudios e
investigaciones que se distribuyen de manera gratuita.
Edutopia tiene recursos para primaria, secundaria y
preparatoria cubriendo los diferentes aspectos de la educación básica y media
superior, además tiene programas a través de facebook y twitter, que facilitan
la comunicación y creación de redes educativas exitosas.
Hoy que un grupo de padres de familia de Oaxaca ha decido
crear una escuela de calidad para sus hijos y que estos no se vean afectados
por los intereses políticos de líderes sindicales que pretenden secuestrar la
educación de los niños a cambio de 30 monedas y una curul, si no baste
preguntar dónde y a qué se dedica aquel hampón llamado Flavio Sosa, que intentó
destruir el centro de la Ciudad de Oaxaca hace algunos años, al frente de
organismos magisteriales y defendiendo según él a los docentes y sus intereses,
no sería interesante crear una red entre padres de familia Michoacán, Chiapas,
Oaxaca para tratar de buscar soluciones conjuntas por encima de la demagogia y
poca eficiencia de los gobiernos federal y locales.
La educación en nuestro país no puede, como muchas otras
aéreas, permitirse el lujo de detenerse en problemas que parecen decimonónicos,
cuando estamos ante los nuevos retos del siglo XXI. La obsoleta democracia de
las casillas y los votos está frente a la participación ciudadana directa que
permite el Internet en toda su gama de posibilidades creativas y propositivas.
Donde la oportunidad de crear, compartir y hablar sobre nuevos modelos de
educación pública y privada con el fin de tener mejores mexicanos debe
encontrar espacios.
publicado en blureport.com.mx el 20 de Noviembre de 2013
imagen: theregister.co.uk
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