¿Existe alguna idea
en el mundo de lo que es México y los mexicanos? Creo que desgraciadamente sí,
pero está en nosotros cambiarla.
Armando Enríquez Vázquez
Tras la reciente muerte del banquero español Emilio Botín,
presidente del Banco Santander, el presidente del gobierno español Mariano
Rajoy se refirió al banquero como uno de los hombres que ayudó a posicionar la
marca España en el mundo.
La visión de un político de derecha al referirse a un
empresario que creó uno de los bancos más sólidos del mundo y de esa manera
llevar el nombre de su patria allende sus fronteras me llamó mucho la atención
y lo primero que me vino a la mente fue: ¿Existe una marca México?
Cómo es percibido México por los demás países y por nosotros
los mexicanos. Por lo general cuando hablamos de los mexicanos en el extranjero
los casos que nos vienen a la mente no son precisamente los más ejemplares.
México es un país pobre, corrupto, de narcotraficantes, en
lo individual tenemos una pésima educación y lo peor somos unos gandayas cuando
nos conviene y unos chillones cuando nos va mal.
Orinando la llama del soldado desconocido en Paris durante
el mundial, panistas tocándole las nalgas a una mujer para después golpear al
marido, un junior borracho aventándose por la ventana de un barco.
Narcotraficantes que se dejan fotografiar borrachos en eventos deportivos de
categoría mundial para ser aprendidos inmediatamente por la Interpol y una niña
maleducada que cree que cantando tonterías en Youtube puede revertir el marcador de un partido de futbol.
Esa imagen popular y maniquea que nos hace vernos a nosotros
mismos como borrachos, fiesteros y alegres desmadrosos que vamos por el mundo
conquistando corazones y haciendo amigos. Mariachis, tequila y sombrerote.
¡Qué patética y mediocre imagen!
Desde hace décadas el gobierno mexicano, sin importar el
partido político, se ha dedicado a promover nuestras bellezas turísticas y
crear una imagen y una marca paradisíaca, que desafortunadamente va
desapareciendo ante la inseguridad en las carreteras y poblaciones que terminan
en muerte y asesinatos de turistas extranjeros y que a su vez llevan a los
gobiernos extranjeros a emitir avisos a
sus ciudadanos para no viajar a ciertas zonas de nuestro país.
Pero existe una imagen y una marca México más agresiva, más
moderna y ejecutiva y a la que nadie parece querer dar la importancia debida.
Aquella creada por los empresarios y las empresas mexicanas transnacionales y
que sin duda ayudan a crear una imagen positiva de un país.
Muchas veces nuestra propia idiosincrasia de chingado, de orfandad, como definió Paz en El Laberinto de la Soledad, nos hace
ignorar a nuestros empresarios y nuestras historias de éxito porque
desgraciadamente durante generaciones llevamos en el alma la idea de ser los
payasitos de la fiesta y no la de forjadores de destinos. Preferimos ser las
víctimas de los eternos fracasos de los ratones verdes, que identificarnos con
los éxitos de Aida Román en el Campeonato Mundial de Tiro con arco, o de
Rodrigo Diego y Adán Zúñiga en el Campeonato Mundial de Clavados.
La marca México recorre las pistas de carrera del mundo no
sólo en los nombres de Sergio Pérez y Esteban Gutiérrez, si no en los logos de Telcel
que llevan sus carros. En las inversiones y presencia de las empresas de Carlos
Slim. En la participación de mercado de las empresas de la familia Servitje y
su grupo empresarial Bimbo que tiene presencia en todo el mundo, del ejemplo
que puso Lorenzo Zambrano con Cemex.
Cada día más empresas y empresarios mexicanos salen ganan
mercados y compran empresas extranjeras. Grupo Sigma que compró la compañía
española Campofrío. El empresario mexicano Roberto Alcántara que adquirió un
poco menos del 10% del gigante de medios español Prisa, dueño del diario El País. Nuestro querido y octogenario
Fondo de Cultura Económica está presente en siete países de Latinoamérica,
además de los Estados Unidos y España. Hay mexicanos como Guillermo del Toro,
Emmanuel Lubezki y Alejandro González Iñarritu, entre otros trabajando con
productos muy decorosos en los principales mercados de la cinematografía. Científicos,
investigadores, deportistas.
No se trata de echar las campanas al vuelo, ni de ser
triunfalista a la manera demagógica de nuestros políticos, se trata de
reconocer que existen mexicanos que quieren y pueden poner muy en alto la marca
México. Recordarlo en estos días antes de pensar que ser mexicano se celebra
con gritos de ebriedad y fuegos pirotécnicos que se gastan en cinco minutos.
Somos el país con el mayor número de hispanohablantes en el
mundo, porque no habríamos de marcar el ritmo del mundo en español, así como
los españoles presumen todas sus empresas por pequeñas que sean, nosotros
debemos aprender a ver nuestras fortalezas y demostrar que somos mucho más que
una imagen pintoresca, que existen mexicanos en todos los ámbitos capaces y
dispuestos a trabajar y hacer de sus acciones un ejemplo y no sólo aquellos que
bajo el valor que les dan unas copas van haciendo desmanes por el mundo
creyendo que nuestras malas costumbres imperan por doquier.
publicado en blureport.com.mx el 13 de septiembre de 2014
imagen: nocturnar.com
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