En 1877 un
hombre llevó a cabo la transacción económica que dio origen a una
de las más famosas agencias de publicidad en el mundo.
Armando
Enríquez Vázquez.
La publicidad es una fuerza amoral, como la electricidad, que no sólo ilumina si no que electrocuta. El valor de la publicidad para la civilización depende en como sea utilizada.
J. Walter Thompson
Pittsfield es un
pequeño pueblo en el estado de Massachusetts en cuyas calles en 1902
el tren en el que Teodor
Se sabe que
Thompson nació el 28 de octubre de 1847 en ese pueblo, se sabe que
participó en la Guerra Civil norteamericana como marinero en el USS
Shenandoah. En 1868, ya en Nueva York comenzó a trabajar en una
compañía dedicada a vender publicidad en revistas religiosas. La
empresa fue fundada por William James Carlton y Edmund A. Smith y
Thompson trabajaba como contador en la misma. Nueve años después
Walter Thompson compró la empresa y los muebles de ésta a Carlton y
Smith. La empresa le costó quinientos dólares, los muebles de la
misma ochocientos.
Lo primero que
James Walter Thompson hizo fue cambiarle el nombre a la empresa por
el de J. Walter Thompson Company. Thompson se dio cuenta que el
negocio no era sólo encontrar los espacios para los anuncios
publicitario, si no el redactar y diseñar estos anuncios, dando
volores agregados a los clientes de su agencia, por lo que decidió
entonces contratar escritores y artistas gráficos, creando de esta
manera lo que se conoce como el primer equipo creativo de la
publicidad.
El principal reto
se encontraba en lograr que las principales revistas, aquellas que se
consideraban importantes entraran en el negocio de las inserciones
publicitarias. Este tipo de negocio se consideraba propio de revistas
poco serias. Thompson se dedicó a comprar espacios en las revistas y
de esta manera convencer a los editores de las mismas de cómo la
publicidad se podía convertir en su principal fuente de ingresos,
más allá de la venta de ejemplares de la revista. Rápidamente
Thompson se hizo con el control de 30 revistas de importancia
nacional en los Estados Unidos y se dedicó a comprar los espacios de
las contraportadas de estas publicaciones a largo plazo. Lo que le
redituó en clientes.
Pero Thompson
también se encargó de crear oficinas de su agencia en otras
ciudades de los Estados Unidos, como Chicago, Boston y Cincinnati. A
finales del siglo XIX, fundó una filial en Londres.
Thompson también
se encargó de promocionar a su agencia y fue el primer empresario en
utilizar productos promocionales de su compañía: botecitos con
tinta y cajitas con el nombre de la emprsa impresos. También de 1887
a 1912 se encargó de imprimir diversos libros que contenían sus
ideas acerca de la publicidad, ejemplos de sus trabajos en
publicidad, así como datos acerca de los periódicos y revistas de
circulación nacional en los Estados Unidos, su tiraje y cifras de
venta. Estos libros los regalaba a posibles clientes.
En 1915, la
empresa creo uno de los primeros departamentos de estudio de
marketing dentro de una agencia de publicidad.
Tras 38 años de haber fundado su empresa y a los 69 años de edad
Thompson vendió la empresa a varios de los trabajadores en medio
millón de dólares. Entre otras cosas además del nombre que James
Walter Thompson dejó a la agencia fue el cliente de Unilever que
lleva más de cien años con la agencia. Entre los diseños que han
sobrevivido al tiempo se encuentra el Peñon de Gibraltar para la
firma financiera Prudential.
El 16 de octubre
de 1928 James Walter Thompson murió de un infarto en su casa de
Nueva York tenía 81 años de edad.
publicado en thepoint.com.mx el 17 de Septiembre de 2014.
imagen. www.jwt.com
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