La productora de chicles y golosinas con sede en San Luis
Potosí inició hace casi cien años vendiendo sus golosinas y hoy es un poderoso
corporativo mundial.
Armando Enríquez
Vázquez
En los años sesenta, setenta y ochenta, durante mi infancia,
adolescencia y temprana edad adulta los Canel’s era unos pequeños, muy
pequeños chicles que servían para rellenar las piñatas con algo más o te los
daban como extra en la charolita de la cuenta de las taquerías, incluso
llegaron a ser de los primeros productos que por ser sumamente económicos te
ofrecían en las cajas de los autoservicios a falta de monedas de 20 o 5 centavos.
Canel’s era un chicle muy barato y popular que nada tenía que hacer, eso
pensábamos entonces con marcas como Motitas o el Chicle Canguro o
con la cajetilla vistosa y amarilla de los Chiclet’s. Ni Motitas con sus
innovadores sabores de plátano y coco, ni los Canguro existen ya, pero Canel’s,
que como el pequeño David derrotó en batallas legales a empresas
multinacionales como Warner Lambert, es hoy un enorme corporativo con empresas
y operaciones diversificadas pero que aun produce chicles y otras golosinas
para México y más de 60 países. De acuerdo con el sitio de la confitería
internacional candyindustry.com Canel´s ocupó en 2019 el lugar 55 entre
las empresas confiteras del mundo y es sin duda la marca de gomas de mascar
mexicana más vendida en Estados Unidos y probablemente en el mundo.
Envueltos a la perfección cada diminuta pastilla de chicle tiene
un color diferente de acuerdo al saborizante de la goma de mascar y si lo
pienso con detenimiento en décadas pasadas eran verdaderas obras de arte. Pues
no era una envoltura con un color liso y ya, tenían el logo y el nombre de la
marca y en uno de los extremos una greca de color contrastante, más el negrito
icóno de la marca por décadas. Hoy las pequeñas pastillitas aún existen, pero
el producto más popular de la marca es el paquetito con cuatro pastillas de
chicle envueltos en celofán.
Lo que más llama mi atención ahora y no he encontrado aún la
información correspondiente es el por qué del nombre y menos aún el logo
políticamente incorrectísimo, el día de hoy, la cara de un personaje negro
estereotipado que, a pesar de no encontrar la fecha, presumó que desapareció en
los años noventa cuando la marca comenzó a tener miras de crecer el negocio
allende las fronteras de México. En un inicio El Negrito así bautizado
por la marca, era dibujado estirando un hilo de chicle que iba de su boca con
la mano.
La marca, otro ejemplo de empresa exitosa mexicana, continua
después de casi cien años siendo un negocio familiar que encabeza hoy un
miembro de la tercera generación de la familia; Roberto García Navarro.
La empresa nació hace noventa y cinco años en la ciudad de
San Luis, capital de San Luis Potosí un estado en el centro de México. Cuando
inicio en 1925 el principal producto de Canel’s eran los chocolates. De hecho,
la empresa llevó en un principio el nombre de Fábrica de Golosinas La Victoria,
además de los chicles actualmente los productos principales de Canel’s son;
Vaquitas, paletas de cajeta, pastillas refrescantes llamadas Clear’s, caramelo
macizo, caramelo suave de marca Tueni y gomitas.
En esa diversificación que mencione al inició del texto
Canel’s hoy no sólo se dedica a los chicles y dulces, el Grupo Canel’s tiene
una inmobiliaria, servicios aéreos y de almacenamiento, son socios de TV Azteca
al menos en San Luis Potosí. Canel´s tiene patrocinios en el ciclismo mexicano
desde 1985, en el automovilismo nacional desde hace dos décadas y actualmente
en el equipo local de futbol, el Atlético San Luis.
publicado en thepoint.com.mx el 20 de julio de 2020
imagenes. canels.com.mx
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