Una de las frases del multimillonario y empresario inglés Sir Richard Branson dice que los negocios son como los camiones; si pierdes uno, detrás viene otro.
Armando Enríquez Vázquez
La última década
ha sido una caída libre para Televisa, la falta de una respuesta rápida
para posicionarse en el mercado de las plataformas de contenidos de Internet de
manera importante provocó que la empresa perdiera a un gran número de su
público. La estupidez que corrió entre sus llamados creativos de publicidad con
nombres para las marcas de la empresa tan inocuos y ridículos como Izzy
o Blim, anulando el ya posicionado de Cablevisión en el caso del
primero, no ayudaron. Los recortes constantes a lo largo de dos lustros, la
incapacidad de mantener contenidos interesantes y la apuesta fallida de los más
ambiciosos de sus directivos por hacerse del control político del país, fueron
clave en la década perdida para la que alguna vez fue la empresa productora de
contenidos para televisión en español más importante no sólo en México, si no
en el mundo.
Hubo un par de
intentos por demostrar el liderazgo de la empresa en diferentes momentos de los
pasados diez años que terminaron mal en general. Uno de los momentos clave fue la
llegada de uno de los ejecutivos de Univisión; Isaac Lee, a la parte de
contenidos de Televisa a principios de 2017 y que en un año creó para la
empresa series interesantes y que nada tenían que ver con la tradicional producción
chabacana, melodramática y repetitiva de Televisa. Gracias a Lee Televisa produjo
para Amazon Prime series como Un Extraño Enemigo sobre la masacre
de 1968 y la primera temporada de la adaptación de la novela de Xavier Velasco Diablo
Guardián. Pero la creatividad y propuestas del periodista colombiano poco
interesaron a Azcárraga Jean y en 2018 Lee renunció a Televisa, para desde la
independencia crear una interesante serie para Netflix llamada Tijuana.
Con la salida de
Lee, Televisa volvió a perder rumbo y regresó a la producción
supuestamente segura y mediocre a la que esta acostumbrada desde hace cuarenta
años. La caída fue tal que una de las áreas más importantes de la empresa, la
de deportes se vio obligada a ser intervenida por directivos de Univisión para
formar lo que hoy se conoce como TUDN y que ha renovado a la empresa.
Televisa acaba de anunciar la fusión de una gran
parte de la empresa con Univisión para crear la empresa más grande de
producción de contenidos en español, no quiere decir la más importante porque
tanto Univisión, como Televisa están acostumbradas a crear ficciones
mediocres basadas en melodramas de receta en formato de largas telenovelas con
valores de producción muy bajos.
El presidente del
consejo de Televisa, Emilio Azcárraga Jean dio un mensaje interesante en
el que ha dicho que esta alianza pretende competir con las plataformas
mundiales; Netflix, Amazon Prime y Disney+ y por primera vez se ha
hablado de atacar el enorme mercado en español que es mayor a 600 millones de
personas. Lo interesante radica en que para competir con las plataformas
internacionales la oferta de Televisa-Univisión no se puede limitar a
telenovelas, narcodramas y programas de comedia de medio pelo, necesitar
ampliar su producción a series, miniseries, programas infantiles y
documentales, animación para niños, jóvenes y adultos, ampliar la visión porque
sin duda entre esos 600 millones de espectadores en potencia, las plataformas
como Netflix, Amazon Prime, Disney+, Hulu, HBO y las demás han creado
audiencias difíciles de complacer, más críticas y más demandantes de contenidos
inteligentes, dinámicos, pero sobre todo con valores de producción que ninguna
de las dos cadenas en español están acostumbrados a trabajar.
Incluso empresas
más pequeñas como Antena 3 de España han desarrollado grandes
superproducciones que han conquistado no a 600 millones de hispanohablantes
sino audiencias mayores con series como La Casa de Papel y Vis a Vis.
Esa es la competencia que debe considerar la nueva empresa.
Con la reciente
noticia de la caída de Netflix, se ha exagerado un catastrófico fututo
para la empresa que inició el gran cambio en la producción y entrega de
contenidos de entretenimiento en Internet, pero nada está más alejado de la
realidad. 2020 fue un año que paró muchas producciones para todas las empresas
productoras de contenidos no solo para Internet, si no para la televisión de
paga y las empresas productoras de cine. Sin embargo, Netflix tuvo este
año más nominaciones al premio Oscar, 37, que en todos los años de su
existencia, de los cuales ganó 7, lo que demuestra que la empresa esta lejos de
un tropezón importante como quisieron hacer ver algunos medios la semana pasada.
En 2021 con las
vacunas y el regreso a una mayor actividad fuera del confinamiento las empresas
productoras comenzarán a recuperar su ritmo de producción y se finalizarán las
siguientes temporadas de series esperadas como Strange Things, Carnival Row,
The Marvelous Mrs. Maisel, y la producción de nuevas series, películas y
miniseries. Disney+ prepara ya un nuevo grupo de series en el universo de Star
Wars. La nueva empresa de Televisa tiene que tener claro que con la Rosa
de Guadalupe y sus telenovelas no tiene manera de sobrevivir.
La fusión de Univisión
y Televisa es un nuevo camión para Azcárraga Jean y espero que haya
aprendido algo después de más de una década de un fracaso tras otro. Por lo
menos que se deshaga de sus arrogantes y nefastos amigos obsesionados en
dominar políticamente a México y pensando como empresario pueda poner a la
empresa que fundó su abuelo de nuevo en la cartelera.
publicado en roastbrief.com.mx en mayo 2021
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