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martes, 18 de febrero de 2020

Alejandra Kollontai mujer de la Revolución de octubre




Esta brillante mujer luchó por las causas de la mujer, su libertad sexual y fue la primera mujer en ocupar un ministerio y la primera en ser embajadora de su país.

Armando Enríquez Vázquez

Hija de la aristocracia rusa, Alejandra Kollontai, quien habría de ser una de las mujeres puntas de lanza y temidas por la cúpula machista de la Revolución Rusa, alcanzó puestos impensables para una mujer y rompió el gélido techo de cristal soviético en más de una ocasión, de manera voluntaria e involuntaria.
Alejandra Kollontai nació en San Petersburgo el 31 de marzo de 1872, en medio de la corte zarista, su padre el General Mikhail A. Domontovich, miembro de la Academia Imperial y gobernador de Veliko Tarnovo, un pueblo al norte Bulgaria, durante los años de la guerra entre Rusia y el Imperio Otomano que sucedió en los años 1878 y 1879, que concluyó con la independencia de Bulgaria. Su madre, Alejandra Alejandrovna Massalina, era la hija de un magnate maderero del Gran Ducado de Finlandia, había sido casada en un matrimonio arreglado con un hombre llamado Konstantin Iosipovich Mravinsky, del que se divorció para casarse con el padre de Alejandra en una época donde esto no era muy bien visto.
Como en toda buena historia de clases sociales y buenas consciencias, a pesar de la inteligencia de Alejandra, de ser poliglota, su madre se opuso y le prohibió ir a la universidad, pues además de ser inapropiado para una dama estudiar, las universidades, de acuerdo con Alejandra Alejandrovna, eran un lugar lleno de ideas radicales que podían corromper a su hija, por lo que Alejandra estudió para convertirse en maestra y para el horror de su madre se enamoró de un primo pobre que estudiaba ingeniería, Vladimir Ludvigovich Kollontai, y que a pesar de la oposición de sus padres, se convirtió en el primer esposo de Alejandra. Anteriormente cuando Alejandra tenía 16 años sus padres ya le habían arreglado un matrimonio al que ella se rehusó utilizando como ejemplo el fracaso del primer matrimonio de su madre. El matrimonio de Alejandra con Kollontoi se llevó cabo en 1893. A pesar de haber sido un matrimonio por elección y de que al año siguiente Alejandra dio a luz a su hijo Mijaíl, pronto se separó de su esposo, el amor que sentían entre ambos no era suficiente para la joven, para hacerla sentir libre y en 1897 dejó a su hijo bajo el cuidado de sus padres y se dirigió a Zürich para estudiar economía bajo la catedra del marxista Heinrich Herkner, quien para sorpresa de la rusa había cambiado su visión política, cuando ella llegó a la ciudad suiza. Sin embargo, en este viaje Kollontoi conoció a las ideas de Karl Kautsky y de Rosa Luxemburgo. Regresó a Rusia y comenzó a publicar artículos marxistas, se hizo miembro de Partido Obrero Socialdemócrata Ruso en 1899.
Por su cercanía con los campesinos, durante su infancia y adolescencia Alejandra pasaba días enteros en compañía de los agricultores de la enorme finca de su abuela en Finlandia, en 1903 publicó su primer libro La vida de los trabajadores finlandeses que se enfoca en las condiciones de explotación de los obreros y durante la primera década del siglo XX, Kollontai, fiel a su idea de izquierda y de socialdemocracia se alineó primero con el bando de los Bolcheviques de Lenin y más tarde con los Mencheviques de Martov. En 1908 salió al exilio en Alemania, perseguida por las fuerzas zaristas, vivió en Suiza, Inglaterra, Suecia, Bélgica y mientras ella viajaba daba a conocer su posición sobre el feminismo y la guerra de clases, en Alemania fue considerada por el gobierno como agitadora enemiga del estado, en Finlandia un grupo de mujeres que eran conocidas y amigas de Kollontai comenzaron a publicar un periódico llamado Rabonitsa (La mujer trabajadora) y la invitaron a participar, algo a lo que ella accedió sin chistar. Pero la vida de Europa comenzaba a complicarse con la amenaza de la I Guerra Mundial, Kollontai tomó una postura anti guerra, idea que compartía con Lenin y que la convirtió en persona indeseable en diferentes países, fue en esa época cuando viajó en dos ocasiones a Estados Unidos para dictar conferencias en contra de la guerra.
Cuando en 1917 el Zar Nicolás II abdicó, Alejandra regresó y fue una de las principales voces a favor de Lenin, de la disolución del gobierno de transición y la instauración del comunismo y de la formación de la Unión Soviética. En 1915 por su empatía con las teorías radicales de Lenin, Kollontai se había convertido de nuevo en Bolchevique. Habló en favor del líder soviético en más de una ocasión en actos públicos, obtuvo un puesto en el gabinete del primer gobierno soviético como Comisaria del Pueblo (equivalente a Ministra) de Seguridad Social, puesto al que renunció al poco tiempo al oponerse a las políticas internacionales de la Unión Soviética.
Con el tiempo y su postura de defensa a las mujeres y en especial de las obreras, la hicieron ser etiquetada junto con otros radicales de izquierda en un grupo llamado Oposición Obrera. Los pilares de la Revolución Rusa resultaron tan machistas como sus antecesores zaristas y comenzaron a eliminar los trabajos de las obreras, para dárselos a hombres. Kollontoi mantuvo su postura feminista lo que provocó que, junto con otros dos miembros del movimiento de extrema izquierda al interior del Partido Comunista, fuera acusada de intentar fragmentar a los trabajadores. Al final los tres fueron absueltos y Kollontai, expulsada de manera velada de su país por la cúpula del partido comunista que la convirtió en diplomática. comenzó su vida como representante de la Unión Soviética en Noruega, donde algunos textos la identifican como la primera mujer embajadora en el mundo, lo cierto es que fue la primera rusa en serlo, esto sucedió en 1922 cuando fue enviada a Oslo, como parte de una delegación comercial, al año siguiente se le confirmó el puesto de Embajadora de la Unión Soviética ante el gobierno de Noruega. Entre 1926 y 1927 Kollontai fue nombrada Embajadora de su nación en México. En 1927 regresó a Noruega, en 1930 se hizo cargo de la embajada soviética en Suecia. Desde su puesto como embajadora, los miembros del gobierno finlandés pidieron a Kollontai intervenir en la mesa de negociación de paz, para finalizar la guerra de 1939 entre la Unión Soviética y Finlandia. Su visión a favor siempre de la paz, llevó al presidente finlandés Juho Kusti Paasikivi en 1946 a nominarla para el premio Nobel de la Paz, pero el premio no le fue otorgado. En 1945, regresó a su país y desde ese momento se mantuvo en silencio escribiendo. Conocer la naturaleza sanguinaria de Stalin, tal vez fue lo que la convirtió en precavida sobre lo que decir y que no. Alejandra Kollontai fue una de las pocas bolcheviques en tener una muerte natural.
Durante los años previos a la Revolución y hasta el momento en que el gobierno de Lenin decidió enviarla al extranjero en una especie de exilio. Alejandra Kollontai fue una mujer que jamás dudó en expresar su opinión y en oponerse a las que ella consideraba injusticias del nuevo gobierno revolucionario. Defensora de la libertad sexual de la mujer y feminista declarada, Kollontai se casó por segunda ocasión en los primeros años de la Revolución con Pavel Dybenko, un hombre casi veinte años menor que ella, pero Alejandra decidió mantener el apellido de su primer marido por el resto de su vida. Poco antes de su salida a Noruega, la relación entre Kollontai y Dybenko terminó. Dyabenko acusado de corrupción fue ejecutado por órdenes de Stalin en 1938.
Entre los muchos artículos y libros escritos por Kollontai destaca su autobiografía, titulada Autobiografia de una mujer comunista emancipada sexualmente, publicado en 1926. Alejandra Kollontai murió el 9 de marzo de 1952 en Moscú de un infarto.


imagen: marxist.org

lunes, 5 de octubre de 2015

Nadezhda Plevitskaya, huyó con el circo para triunfar y volverse espía.




Una de las más importantes cantantes de Rusia que se convirtió en bolchevique y fungió como espía para el gobierno de la Unión Soviética.
Armando Enríquez Vázquez.
¿Qué más se puede pedir en una historia de intriga, pasión y complots políticos al más alto nivel que una mujer protagonista y con una vida rica de aventuras? Así es la historia de Nadezhda Plevittskaya, quien no sólo fue una espía al servicio del gobierno de Stalin, sino que además fue una de las grandes voces populares del Imperio Ruso. Su voz puede ser escuchada en Youtube y otros sitios de Internet. En las fotografías que existen de ella en Internet se ve a una bella joven con una mirada inteligente y una sonrisa que si bien en algunas parece franca en otras resalta de la cara de una manera que parece una advertencia de la inteligencia y astucia de la mujer.
De un origen muy humilde Plevitskaya nació en el poblado de Vinnikovo, cerca de la ciudad de Kursk, el 17 de enero de 1884. Una más en una familia campesina de once hermanos. La madre una mujer religiosa decidió meter a su hija en un convento cercano, esperando que Nadezhda tomara los hábitos, sin embargo la adolescente a quien le gustaba cantar y a la que la pobreza de sus padres impidió estudiar canto, decidió huir del convento y escaparse con un circo itinerante. Libre del convento Nadezhda comenzó a construirse su propia carrera como cantante profesional en la ciudad de Kiev. Se sabe que en 1903 Nadezhda se casó con un bailarín polaco de nombre Edmund Plewicki, el matrimonio se mudó a Moscú. En la capital del imperio, Plevitskaya comenzó a cantar en diferentes restaurantes, cantando canciones del folklor ruso y haciéndose pasar por gitana. Fue en uno de estos restaurantes donde Nadezhda fue descubierta en 1909 por Leonid Sobinov, un afamado tenor ruso y que tras la revolución de 1917 fue nombrado el primer director del teatro Bolshoi. Sobinov se encargó  de promover el talento y la voz de la joven. Poco después el más importante cantante de ópera ruso Feodor Chialapin también quedó impresionado por la voz de Nadezhda. Entonces llegó uno de sus momentos cumbre y fue llevada al palacio imperial a cantar frente a los zares. Se dice que con su cantó Nadezhda logró hacer llorar a Nicolás II y la zarina Alejandra le regaló a la cantante un broche con diamantes y rubíes en forma de un escarabajo.
Nadezhda era una celebridad y había pasado de la pobreza a una situación más que acomodada, apareció en películas mudas rusas y se volvió a casar con un teniente de apellido Shangin que murió en 1915 en la I Guerra Mundial. Cuando en 1917 estalló la Revolución Rusa. Nedezhda lejos de huir del país como otros, prefirió unirse a las fuerzas de los bolcheviques y cantar para alentar a los soldados del ejército rojo.
En su viajar para animar a las fuerzas revolucionarias Nadezhda Plevitskaya participó en una batalla en contra de las fuerzas del ejército blanco comandadas por el sanguinario general Nikolai Skoblin quien perdonó la vida de la cantante y enamorado de ella la desposó. Nadezhda pasó al bando enemigo y la pareja huyó primero a Turquía y después a Francia.
En la década de los años treinta la naciente policía secreta soviética, que años más tarde sería conocida por las siglas NKVD, contactó al matrimonio y los reclutó, cosa que no parece haber afectado mucho a Skoblin que desde el inicio de su exilio se había convertido en una de las figuras claves de la inteligencia de los grupos de exiliados rusos contra el comunismo. La fama de Nadezhda le permitía viajar de manera insospechada por los países de Europa y Estados Unidos. De hecho en 1926, la cantante realizó su primera gira a nuestro país vecino acompañada en el piano por Sergei Rachmaninoff.
Eventualmente el matrimonio regresaba a la Unión Soviética y llevaba a cabo operaciones para la NKVD en el interior del territorio soviético.
En 1936 la inteligencia soviética creó un grupo encargado de deshacerse de detractores y enemigos del sistema fuera de las fronteras dela Unión Soviética. En 1937 este grupo decidió bajo la guía de Skoblin secuestrar al General Yevgeni Miller quien desde Paris encabezaba a un fuerte grupo de anticomunistas rusos. Skoblin logró convencer a Miller de que le iba a presentar a dos agentes alemanes que le ayudarían a acabar con los comunistas en la Unión Soviética. Miller conocía Skoblin como miembro del movimiento blanco, pero desconocía sus actividades como doble espía. Miller aceptó la reunión que le proponía Skoblin.
Los agentes alemanes que resultaron ser otros miembros del servicio secreto soviético ayudados por Skoblin sujetaron a Miller, lo drogaron, lo metieron en una caja de madera con agujeros para que pudiera respirar y lo sacaron de Francia, enviándolo por barco a Stalingrado donde fue torturado y asesinado.
Skoblin se refugió en la embajada soviética en Paris, algunos dicen que de ahí se trasladó a España y murió en Barcelona durante los bombardeos alemanes en Barcelona, otros recuentos dicen que fue llevado a la Unión Soviética, sin saber a ciencia cierta se murió de manera inmediata o gozo de una vida encubierta. Nadezhda no corrió con la misma suerte y fue detenida por la policía francesa. En un principio la espía quiso hacer pasar la desaparición de Skoblin como un secuestro también. Sin embargo, las autoridades descubrieron en la casa de la pareja diferentes pruebas incriminatoria en contra de los espías. Nadezhda Plevistkaya fue juzgada y condenada a 20 años de prisión, en Paris en 1938. Sin embargo murió el 1º de Octubre de 1940 en su celda de la prisión de Rennes. Tenía 56 años.

publicado el 28 de septiembre de 2015 en mamaejecutiva.net
imagen: spartacus-educational.com